Capítulo 9: La llama

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Siempre había tratado de proteger a mi hermana, pero ahora no sabía como.

Hubo un largo momento de silencio. Parecía que se regocijaban en nuestra pena.

Cerré los ojos de mi madre y la coloqué con delicadeza en el suelo. La miré por última vez. Fuí a abrazar a Mia y la alejé del cuerpo de mi madre. Estaba triste, destrozada, arrepentida. Pero poco a poco una llama de ira se encendía en mi interior. Hacía poco que la había notado por primera vez, y ahora volvía despacio hacia mí.

- ¿ Vendrás con nosotros ahora, o tenemos que hacerle lo mismo a tu adorable hermanita ?

- Ni se te ocurra hacerle daño, como la toques te mato. - Pequeñas chispas empezaban a prender. Mi mirada se volvía oscura, cada vez mas parecida a la de ellos.

- ¿ Cómo si se puede saber ? - respondió uno de ellos riéndose.

- No juegues conmigo- no sabía porqué pero notaba una fuerza descomunal en mi interior. Yo no era ese tipo de personas que iban alardeando de su poder, en realidad no tenia ninguno, pero las palabras surgían de mi boca forjadas por el fuego del odio.

- Mata a la pequeña - ordenó el mas alto al otro.

Se acercaba a mí y a mi hermana, un paso tras otro, desenfundó un afilado y reluciente puñal. 

En verlo, la mecha acabó de prender y explotó. Busqué sus ojos y le miré fijamente, intentando destruirle por dentro con tan solo la mirada. Le odiaba con todo mi ser, quería hacer que desapareciera, borrarlo de la faz de la tierra. Noté su mente y apreté tanto como pude, mi fuerza parecía insuficiente contra aquella robusta y curtida vida, pero de repente una mueca de dolor recorrió su cara. 

Puede que a él le doliera, pero a mi me agotaba. Todo tenía su precio. Los parpados me pedían que cerrase los ojos, las rodillas me flaqueaban, pero no podía parar ahora, no podía permitir que se acercara mas a nosotras, tenía que resistir.

El individuo me lo ahorró  ya que retrocedió rápidamente en ver mi poder.

- Es una de ellos, una Impura - sentenció dubitativo. 

- Así que mis suposiciones eran ciertas -dijo en tono triunfal el otro- ella es la clave para devolver el poder a los devoradores.




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