Hoy mamá se despertó confundida y agitada.
Buscaba en todas partes algo que no encontraba.
-"Pero, mamá, ¿qué te trae tan alterada?"
Repetí mil veces, ella sólo me ignoraba
Pasaron minutos y su ira se agigantaba,
A pasos furiosos, ella sólo se enojaba,
Se palpaba ambos brazos desesperada
A la altura de los codos, ella extrañaba.
Parecía buscar eso que me dijo, no tocara,
Que si la veía usándolor, sola la dejara,
Que si me lo ofrecían, que me negara
Y que me alejara cuando ella lo necesitara
Y yo estaba ahí parada, sólo la observaba,
Hasta que se dio por vencida y se hechó sobre su cama.
Su bello, lúgubre rostro yo contemplaba,
Sus azules ojos marrones, mientras, se cerraban.
-"Mamá, ¿estás bien?", inocente preguntaba.
Se había calmado, eso me aliviaba.
De una manera más suave, ahora respiraba.
Me acosté a su lado, para ver si reaccionaba.
Me dormí a su lado esperando a que mañana despertara.
Un "te amo mamá" dejé que de mi boca se me escapara.
Pero qué ilusa fui, al nunca haber pensado,
Que mamá nunca abriría los ojos con los que me ha mirado.
Nunca más, me diría que me amaba,
Aunque hasta el día de hoy esperara,
A que esa bella dama, se le vante de su cama...
