Capítulo 1 El Principio "corrección"

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Todo comienza en una noche de otoño, en la calle llovía a mares, los árboles se movía de un lado al otro por culpa de la ventisca que se había levantado, el frió se mete en el cuerpo asta los huesos; venía corriendo desde la estación del tren totalmente empapada con unas cositas que sabía comprado en la galería... que avia en frente de mi casa, las llevaba en las manos al entrar en casa, las dejé cerca de la  puerta de entrada y fui la habitación para cambiarme de ropa y ponerme ropa seca.
Me cambié de ropa, quitándome la que traía mojada y me puse unos pantalones de pijama y una camiseta cómoda,  pero mientras me cambiaba no te que algo o alguien me miraba, en esa mirada no se notaba nada mal y no era tranquila y de curiosidad que fuera no me haría ningún daño.
Pero al ir a la cocina volver a notar otra mirada estás si me dio miedo, era como si fuera hacerme daño me volví a mirar hacia atrás y quedé aterrizada:    - ¡ Ay alquilen ay!, ¿ Pero como va a ver alguien sí estoy sola?-, y me conteste yo misma y entre en la cocina empecé a colocar las cosas que había traído, mientras ponía la fruta en el frutero que tenía en la nevera volví a notar otros ojos que parecían asesinos entonces volví a mirar hacia de atrás pero no vi nada esta vez sí me dieron muchísimo miedo.

De repente se oyó abrirse puerta y cogí un puñado de sal y un cuchillo pensando -si se es un espíritu la sal le echara y si es un extraño utilizar es el cuchillo-.

Por suerte la persona que entraba era  Pablo - ¡eee  que soy yo tranquila!,-  me dijo cuando me vio salir de la cocina con el cuchillo en la mano, - perdona cariño, e sentido algunas cosas muy extrañas-, - tú y tus espíritus, a veces me dais miedo- dijo él riéndose mientras me quitaba el cuchillo de la mano me dio un beso  en la frente y entro al salón.

Cuando estaba en el salón me gritó:- Lore ¿as tocado el ordenador?-, - no cariño porque- le contesté - porque está encendido y yo le dejé apagado-, me grito muy enfadado; - yo no he estado en casa- le respondí saliendo de la cocina y entrando al salón - qué raro también parece que han utilizado la impresora-, me volvió a decir mirándome.
Mientras me miraba algo pasó por detrás de mí -¡que es eso!- dijo cogiendo me de la mano y poniéndome a su lado, - quédate aquí hay alguien en las habitaciones-,- yo e estado dentro y no he visto a nadie-  le contesté mientras miraba hacía las puertas de las habitaciones, - pero has dicho qué sentido algo tal vez es porque hay alguien-  me volvió a decir mientras se acercaba al partido donde estaban las habitaciones; - si- le contesté y me dijo, - pues quédate quieta aquí-  me volvió a decir. Mientras él entraba en la primera habitación que la  pequeña  que había  lo tenía una cama emportada, un gran mueble de color marrón claro y  una mesa de escritorio donde Pablo tenía su pequeño despacho donde trabajaba cuando estaba en casa.  Fue lentamente mirando por todas partes de cada habitación y no vio nada, - sientes algo extraño- me dijo saliendo de habitación más pequeña - no, no siento nada solo un poco de miedo-,le contesté - si la vuelves a sentir me lo dices ,estimado en la habitación- terminado diciendo y se sentó a trabajar en su ordenador.

Mientras yo estaba en la cocina y Pablo en la habitación se oyeron unos golpes en el salón , salimos los dos corriendo hacia el salón y vimos cómo se movía el jarrón que había encima de la mesa redonda de roble que estaba en medio de salón de pronto el jarrón salió  volandoel al verlo crito -¡cuidado! - salido corriendo hacia mí y me tiró al suelo en ese momento el jarrón paso por encima de mi cabeza y fue a romperse contra la puerta principal y las margaritas quedaron tirada en el suelo, el agua salpicó todo desde el salón a la puerta.
Miramos otra vez hacia la mesa y el muñeco de porcelana que estaba en la mesa empezó a moverse de un lado al otro me fijé bien y me pareció de una mano oscura como una sombra de garra que la movía y crite: - deja en paz la figura de mi madre o tendrás que certezas con ella-, en ese momento apareció una luz muy brillante que se puso delante de la sombra - lo ves te lo dije-.  Empezó a salir una voz muy bonita y tranquilidad ahora se puso a hablar en un idioma que no era de la tierra, la sombra gruño  - ¡arrrrr!- el ángel o persona de luz se acercó a nosotros y nos hablo -  tranquilos cuando nos necesitéis estaremos aquí, te quiero- me dijo a mi y sentí que me daba un beso y desapareció dejando un olor a margaritas por todas partes de la casa qué duro días en desaparecer.
Cuando desapareció el olor a margaritas de repente empezó a oler como si algo se quemará, esa noche estábamos durmiendo y de pronto Marcos se despertó sobresaltado - fuego, despierta ay fuego- me dijo asustado salimos corriendo de la cama y empezamos a mirar por todas partes, pero no avía fuego, pero olía a quemado, de pronto el olor desapareció y nos quedamos sorprendidos porque al salí a la escalera del portal no olía no avía humo por ningún lado. Nos volvemos a meter en casa y el olor avía desaparecido.

 SOMBRAS DE DESTRUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora