((👅)); capíтυlo únιco.

965 112 76
                                    

Un vecindario cualquiera, los pájaros cantaban, el aura del lugar parecía ser tranquilo y relajante, algo que a los adultos que vivían ahí les encantaba. Para la desgracia de muchos, el largo silencio se desvaneció gracias a las risas y los gritos de dos pequeños niños que corrían, uno detrás del otro.

—¡DongDong, ven aquí!— Gritó el que pareciese ser el mayor de ambos.

El otro niño giró su cabeza para mirar a su hyung y le sacó la lengua para echarse a correr mucho más rápido que antes, quería molestar a su compañero por un rato más.

El más alto gruñó y apresuró el paso, después de correr un poco más se tropezó con una roca que se encontraba en el camino, rodó por el suelo provocando que raspase sus rodillas.

Un fuerte chillido llamó la atención del menor y se detuvo para ir por su pequeño amigo.

—Mark hyung... ¿Estás bien?— Se agachó a su altura, su hyung estaba lleno de mocos y tenía los mofletes rojos como dos pequeños pero regordetos tomates.

El llanto se Mark llamó la atención de la madre de DongHyuck quien estaba regando las plantas en su jardín.

—¿Pero qué pasó aquí?— Miró a su hijo y este bajó la mirada, sabía que era su culpa, ahora su amigo tenía un buen dolor de rodillas. —Se supone que saldrían a jugar, no a lastimarse...

—Es que estábamos jugando... Pero se tropezó...— Musitó el más joven.

La madre de DongHyuck cargó a Mark en sus brazos y lo llevó a casa para curarle sus cortas heridas, después del haría una rica tarta de caramelo a ambos.

Años más tarde.

Han pasado ya varios años después de esa tarde de juegos, actualmente Mark y DongHyuck tienen 16 y 14, respectivamente.

—Markos, mamá va a salir a cenar con papá, cuida a DongHyuck hasta que venga su HyeongMin.— La madre de Mark entro a la habitación donde se encontraban ambos jóvenes.

DongHyuck se quedaba en casa de Mark debido a que su mamá había salido de viaje por el resto del fin de semana. Al enterarse de esta noticia, ambos chicos brincaron de felicidad, aún perduraba la amistad que habían forjado cuando tenían 7 y 5 años.

Cuando se escuchó el sonido de la puerta principal cerrándose, Mark dio un brinco para salir de la cama, sonrió y llamó la atención de su amigo agitando las manos. Este estaba acostado en el suelo jugando con un muñeco de acción de Batman.

Al mayor de ambos le habían retado a que buscase algo para ver por parte de sus compañeros de secundaria, debía hacerlo para que ellos no le llamasen marica. Le asustaba el hecho de que fuese algo de terror, por lo que no lo vería solo, así que aprovechó que tenía DongHyuck consigo.

—DongDong, vamos a ver algo.~ —Le sugirió con una voz tierna e infantil, sacó la laptop de por debajo de la cama y volvió a subirse a esta, no sin antes palmear la cama para que su dongsaeng subiese.

—¿Qué cosa?— Preguntó de manera animada DongHyuck, dando un brinquito para lanzarse sobre el colchón.

—Porno.— Dijo el mayor provocando que el pequeño niño ladee la cabeza.

my best friend ; markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora