No se que horas es, la cabeza me da vueltas y tengo ganas de potar. Me levanto con las pocas fuerzas que tengo y voy a mi habitación a ver a mi prima, está durmiendo como un tronco, con todo el rímel corrido debajo de los ojos como un panda, el pelo revuelto y la falda subida hasta la cintura. Son las diez de la mañana, no he dormido ni siete horas y no me puedo mantener en pie. Llevo los ojos hinchados de llorar toda la noche, el maquillaje corrido y la cara de zombie.
Voy al baño y no puedo aguantarme el vomito en la boca, echo todo el alcohol y el café de mi cuerpo y me arde la garganta, siento como el escozor intenso va desapareciendo aunque al volver al vomitar aparece de nuevo. Es la ultima vez que bebo de esa manera y la ultima vez que me quedo dormida llorando, soy imbécil.
Quiero preparar el desayuno pero solo de pensar en la comida me están dando arcadas otra vez. La cafetera sigue llena y necesito reponer fuerzas, si vomito otra vez mejor con el estomago lleno. Pongo la tostadora en el enchufe y preparo zumo, se que mi prima lo va a necesitar. Meto dos rebanadas de pan en la tostadora y espero a que se hagan, me sirvo el café y un vaso de zumo, espero coger el día con fuerzas y no desmayarme.
Desayuno lento, poco a poco porque me veo echándolo todo. Mi prima se asoma por la puerta con la cara descompuesta y más lenta que el hundimiento del titanic. Coge una taza y se sirve el zumo, lo sabía. Saca un paquete de cereales de la despensa y la leche. No abre la boca, no habla y no me extraña para nada. Recojo mi desayuno y me voy al baño.
Abro el grifo, me quito el pijama y me meto debajo del agua. El agua caliente relaja mis tensos músculos y despeja mi alborotada mente. Me pongo a pensar en la noche anterior y me doy cuenta de que no he puesto el móvil a cargar. Tendré cientos de mensajes y serán de grupos y de las chicas, por lo que me replanteo en encenderlo esta mañana. Llevo media hora en la ducha pero lo quiero salir de aquí, pongo el tapón y lleno la bañera. Pongo gel para crear espuma y relajarme más todavía.
Mi prima me está gritando para que salga, pero hago caso omiso y sigo en lo mío. Ahora que estoy sola recuerdo el mensaje de Lucas y no me gusta nada a lo que está jugando. Aunque fui muy borde con el, se lo merecía al fin y al cabo, el empezó la guerra en el instituto, la siguió en la cafetería y para colmo, me mira como un asesino en serie de mentes criminales. Decido pasarme la cuchilla por las piernas porque parezco un cactus y el calor ya está aquí para quedarse unos mesecitos y la sociedad no acepta que lleve las piernas sin depilar, cosas que no entiendo y ni entenderé en mi vida.
Después de otra media hora y veinte gritos de Natalia decido salir de la ducha. El pelo lo llevo lo suficiente largo como para taparme las tetas, me pongo un tanga azul y salgo del baño así tal cual. Natalia se caga en mi por tardar tanto y me hace gracia ver su cara al quejarse.
Cojo unos pantalones cortos de deporte y una camiseta corta para andar por casa. La resaca está desapareciendo y he recuperado fuerzas, me dirijo a lavarme los dientes y quitarme el mal sabor de boca. Como venganza mi prima no sale del baño aunque o no soy como ella y entro sin previo aviso. Ella grita y no se si reirme o no.
- Joder Talia, llama antes de entrar.- me espeta con tono cortante.
- Te jodes, tengo que lavarme los dientes y secarme el pelo.- respondo en el mismo tono que ella y como venganza me tira agua.
- Venganza.- se ríe de mi y pienso vengarme de ella, pero después de lavarme los dientes.
El aliento me sabe a menta y por fin deja de saberme la boca al sabor repulsivo de antes. Enciendo el móvil para ver que han dicho de mi, empiezan a llegarme mensajes muy rápido, el móvil vibra y vibra mientras los nombres de mis amigas aparecen en la pantalla de inicio, la mayoría son insultos por todo aunque acabaran dándome la razón porque la tengo.
Tengo siete llamadas perdidas de Lucas, no se que querrá pero mi mente y cuerpo actúan antes de poder replanteármelo dos veces, marco su numero y le doy a llamar. No me coge el teléfono. Intento llamar otra vez y sigue sin cogérmelo. Me estoy poniendo nerviosa. Lo intento de nuevo y sigue sin dar resultado. Paso.
El corazón me amenaza con salir de mi pecho y no se que hacer para que conteste. Opto por la opción fácil y le pido la dirección de su casa a Dana, no pregunta para que la necesito, no me interroga como de costumbre, simplemente me la da, sin rechistar, y eso es muy raro en ella.
Cojo la bici y me voy sin arreglarme, llevo el pelo mojado todavía y la ropa de deporta, se me ha olvidado ponerme el sujetador pero no importa. Tardo quince minutos en llegar a la calle que me ha dado Dana. Vive en un tercero sin ascensor y no estoy para subir escaleras, pero hago el esfuerzo y las subo.
Tercero B, llamo al timbre pero nadie me abre la puerta, mis nervios siguen ahí y no se irán hasta que alguien me de una respuesta, tras un rato esperando por fin me abren la puerta. Es Ian en calzoncillos, venga ya. Esto es una broma de muy mal gusto y no hace gracia, por ningún lado que lo mire.
- Talia... ¿qué haces aquí?- bosteza y se pasa la mano por el pelo rubio.- Lucas está en su cuarto durmiendo.- se gira y hace un gesto para que pase dentro.
- Ehh... gracias Ian.- le digo, no se que más decir, no puedo decir mucho de esta situación.
- Ahora dime por qué has venido.- y ya estamos con los tonos bordes.
- Lucas me ha llamado siete veces, no me coge el teléfono y no se que hago aquí asi que por favor, no me agobies más.- sonríe levemente y vuelve a bostezar.
Llevo un vaso de agua fría en la mano y una mala leche tremenda, abro la puerta de golpe y lo veo tirado en la cama, durmiendo como un tronco, que mono y que rápido se va a despertar hoy...
Me da pena despertarlo, pero a sido él el que ha empezado por no cogérmelo, me acerco a la cama sigilosamente, empieza a roncar de una manera un poco extraña y estoy intentando no reirme con todas mis ganas, Ian se asoma y sabe las intenciones que tengo con el vaso de agua.
Venga Talia, tres, dos, uno...
Le tiro el vaso de agua a la cabeza haciendo que salte de la cama maldiciendo a Ian, l cara le cambia cuando me ve de pie con los brazos en jarras. Mira el móvil esperando no tener nada mío, pero mi nombre está en la pantalla de bloqueo con el símbolo de las llamadas perdidas.
- Gracias por el vaso de agua.- vaya... veo que no piensa disculparse.
- ¿qué querías Lucas?- no pienso quedarme mucho rato en esta habitación con Ian de espectador y ambos con un solo bóxer puesto.
- Pues solo quería esto.- Lucas se levanta de la cama con un gesto rápido, se acerca a mi lentamente y noto como el aire se espesa cada vez más.
Mi corazón está apunto de desbordarse y noto como las majillas se tornan a un color rosa intenso, me cuesta respirar y ahora mismo siento que la habitación se hace cada vez más y más pequeña a cada paso que da hacia mi. Ian se sienta en la cama en un segundo pero esto se me está haciendo eterno.
Me muerdo el labio inferior siendo consiente de todo lo que pasa, ¿por qué no me voy? En serio Talia, ¿ vas a dejarte besar por semejante capullo? Desvío la mirada a su torso desnudo, lleva más tatuajes en el cuerpo, lleva una brújula tatuada en las costillas, al lado tiene un ancla. Lucas sigue avanzado por la estancia lentamente y te juro que estoy apunto de desmayarme.
Lucas está enfrente mía, a unos centímetros de mi boca y tiene que estar escuchando mi agitada respiración. Cierro los ojos para coger aire y cuando lo hago, Lucas pega su boca en la mía haciendo que choque contra la pared. Todo se borra en mi mente, los pesimismos, los pensamientos sobre mis amigas, el mundo desaparece y es una maravilla.
Lucas traza círculos con su lengua en la mía y mi respiración se entre corta, no se que hacer, esto es confuso pero no quiero que pare, me coge de la parte trasera de los muslos y me agarro a su cintura con las piernas. Me muerde el labio inferior haciendo que suelte un pequeño gemido y se que Ian tiene que estar disfrutando con esto.
El tiempo se está pasando y yo estoy disfrutando cada segundo de el. Puede que me guste el mamón de ojos marrones, eso no lo se, pero ponerme, me pone
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Promesas de mierda.
RandomTalia una estudiante de bachiller conoce a Lucas en una cafetería con sus amigas, ambos empiezan una relación basada en promesas imposibles de cumplir. promesas rotas, engaños, traición... al fin y al cabo no todos los cuentos de amor son bonitos.