«2»

124 13 32
                                    

Pov De Emma

Habían pasado ya dos semanas desde la última vez que intente escapar. Nicolás me castigo dejandome sin comer 1 semana, sin duda fue bastante dificil, todas las noches me moria de hambre. Algunas veces me dejaba comer pero solo eran sobras, por las noches cuando el dormia me escabullía por la cocina y tomaba algo de comer, pero no mucho porque si no se daba cuenta.

Fue un gran reto poder sobrevivir. Pero no me rendire, yo saldre de aqui sea como sea.

«Tal vez salga de aqui muerta» pensé.

Me levantó del frío suelo y salgo hacia la cocina para preparar el desayuno, prendo la estufa y me dispongo a hacer unos huevos y tocino con café para Nicolás. Cuando termino arreglo la mesa y le sirvo en un plato. Como en la cocina lo mismo, pero rápido.

Cuando Nicolás me golpeo me lastimo mucho, casi me rompía las costillas acausa de las fuertes patadas que me daba, no puedo hacer mucho movimiento. Se podría decir que mi cuerpo esta compuesto por moretones, rasguños y heridas. Esta es la vida que me toco, ojalá esto no fuera así. No le desearía a nadie la vida que llevó ahora, desde que tenía 15 años hasta a ahora jamás supe como tener una vida normal como cualquier otro adolescente. Era yo sola contra el mundo. Sin amigos, sin amor, sin una madre para cuidar de mi y decirme que todo estará bien. Sólo tenía un padre abusivo, golpeador y alcohólico. Él hizo mi vida una mierda.

Mis ojos picaban, quería llorar pero no soltaba ningúna lágrima, creó que es porque ya no me quedan más lágrimas, porque a lo largo de mi vida es lo único que he hecho bien, llorar.

—Emma necesito que limpies toda la casa, saldre. No intentes escapar, porque te encontrare y esta vez no me detendre de golpearte hasta que me canse. ¿Entendido? —Nicolás me miraba furioso. Trague saliva, no queria que me golpeará. ¿Sera que esta es mi oportunidad de escapar?.

Como no respondía Nicolás me tomo del cuello con sus manos azotandome contra la pared. No sentía aire en mis pulmones, mi respiración se volvio irregular. El miedo se apoderó de mi.

—¿¡Que si entendiste carajo!? —Grito apretando más su agarre. Yo trataba de agarrar sus manos con las que me tenía agarrada del cuello. Débilmente asentí.

Me soltó bruscamente dejandome caer en el suelo, yo agarraba mi cuello y tosía mucho, trataba de repirar normalmente pero mi respiración seguía siendo agitada.

—Bien —Se sento a desayunar. Camine despacio hasta mi cuarto. Cuando llegue me acoste en el suelo. Ya respiraba bien.

Después de unos 20 minutos se escucho como la puerta se cerraba. Me levante del suelo y camine hacia el baño, me observe en el espejo, los dedos de Nicolás se quedaron marcados en mi pálida piel, se veía de un color rojo intenso. Suspire y mire el reloj. ¿Hoy era el día en que escaparía?.

De una cosa estoy segura. No me rendire, saldré de aquí, no importa cuanto Nicolás me golpeé por intentarlo, lo seguiré intentando. Hasta que por fin pueda tener una vida "normal", como cualquier otra persona. Libre.

Tome una pequeña maleta y empeze a hechar la poca ropa que tenia. Cuando ya tenia la maleta hecha, me metí ala ducha, me bañe rápido y me puse un pantalón de mezclilla con una blusa sencilla color pastel, junto con mis converse viejos.

Tome él pequeño jarron entre mis manos y lo aventé al suelo, creando un gran crujido, se rompió en pedazos y de ahí salieron un sobre arrugado donde ahí contenía mi dinero ahorrado.

EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora