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Ellie escucho voces en su habitación, se sentía agitada y con miedo, sin una pizca de recuerdos, pero no grito, paralizada comenzo a desbordar lagrimas. Miraba a los dos extraños frente a ella preguntandose quienes eran, su mirada recorría la habitación en busca de respuestas, y justo frente a ella un mensaje en su pared la sorprendio: "Tu eres Ellie y siempre lo seras". ¿Quién...?

- Buenos días, Ellie.- la saludo su enfermera.- Soy Julie, tu enfermera, ayer me dibujaste ¿recuerdas?- dijo mientras apuntaba hacia los dibujos; junto a la frase que había leído.

-¿Yo dibuje todo eso? - se pregunto mas para sí misma, la sonrisa de Julie se lo confirmo, miro atentamente cada una de las imagenes todas se parecían a la habitación en donde estaba.

- ¿Quién diría que dibujar, te ayudaría a no despertar en pánico? - dijo un hombre junto a Julie, mientras le sonreía.- De haberlo sabido...- suspiro, mirando el expediente clinico.

- ¿Quién eres?- fue lo único que le pregunto Ellie.

- Soy Erick, tu doctor.- dijo con un tono de fastidio en la voz, estaba cansado de repetir el mismo dialogo todos los días.- me temo que tu cuentas con un problema de memoria muy grave, y debido a ello, estas hospitalizada.- resumió lo mayor posible, el estado de Ellie.

Ellie no supo que responder, ¿por que? ¿por que estaba enferma? ¿donde estaba su familia? ¿cuanto tiempo estaría encerrada, en el hospital? Se quedo mirando fijamente la pared asimilando toda la información. Julie y Erick notaron que ella no hablaría mas y se fueron en silencio de la habitación.

Estaba sola, Ellie, estaba sola.

¿Qué podía hacer? 

<< No te asustes, y mira hacia adelante >>

¿Hacia adelante? ¿Comó podía ver "hacía adelante" cuando ni siquiera sabía que había dejado atrás?

 Ellie dio vueltas en la cama,abrazando sus piernas; la brisa de la ventana acariciaba su rostro, la luz del Sol, llamo su atención, el paisaje de afuera era parte de uno de sus dibujos. Curiosa se levanto de la cama, su caminar era un poco torpe, sus pies ya no estaban acostumbrados a cumplir con su función. Asomó su rostro por la ventana, la luz cegadora del Sol, le hizo cerrar los ojos por unos segundos. Los jardines eran vastos y verdes, el pasto lucía fresco, los árboles ayudaban a crear sombra en los alrededores. 

Era perfecto, sin embargo, ella solo podía verlo, sin disfrutar.

- ¿Ellie?- la llamo una voz grave, cerca de allí. Confundida volteo hacia los lados buscando al portador de la voz.- Aqui abajo.- indico, la joven obedecio la indicación y se encontro con la mirada fija de un joven que le sonreía, sus profundos ojos verdes pusieron de los nervios a Ellie.

- ¿Comó sabes mi nombre?- tartamudeo, miro mas detenidamente al joven iba acompañado de un anciano de cabellos blancos, solo usaba una bata, sentado en una silla de ruedas el adulto mayor mira en silencio el paisaje.

- Se tu nombre...- su voz era amabilidad pura.-...porque tu me lo dijiste Ellie, pero quizás tu no recuerdes el mio. Soy Jesse, la primera vez que nos vimos fue aquí.- dijo sonriendo.

Ellie lo miro perpleja, no estaba muy segura de que pensar sobre un desconocido que decía conocerla, pero no tenía nada que perder cuando ni siquiera ella recordaba "algo" sobre si misma. 

- Ah...-interrumpio sus pensamientos.-...ya se, ¿porque no hablamos en tu habitación? espera un momento, enseguida voy.- dijo mientras se iba empujando al hombre en silla de ruedas, Ellie observo como se alejaba, sin estar segura de que volvería.

Sin nada que hacer, siguió mirando por la ventana, debes en cuando sus ojos se paseaba por sus dibujos, preguntandose si debería dibujar al doctor y a Jesse para al menos, en papel, no olvidarlos. 

&quot;Tu eres, Ellie, ¿recuerdas?&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora