Guillermo nunca permitió que sus emociones fueran mostradas fuera de su hogar. Pero generalmente, aunque estuviera en casa, no dejaba que salieran a la luz. Eran muy raras las ocasiones en las que Samuel veía alguna lágrima abandonar sus hermosos ojos y bajar por sus abultadas mejillas.
Desde el momento en el que recibió aquella llamada su cuerpo comenzó a experimentar un estado de pánico general, en el que no le importo el hecho de estar en medio de un directo. Sabía que los fans de darían cuenta, ya que rara vez ellos contestaban llamadas mientras grababan algo, pero cuando su móvil sonó, algo dentro de él se removió, algo le decía que algo no estaba bien. Desde esa mañana lo sentía, lo sabía.
Había hablado con Samuel apenas se habían despertado, voces rasposas pero felices. Hablaron de los planes para el día, los vídeos y los eventos a los que tendrían que asistir el siguiente mes. Hablaron mucho, de todo, hasta que la hora de despedirse llegó. El tenía que levantarse a desayunar con su familia y Samuel iba a comenzar a grabar ya.
–Tengo que irme a grabar, Willy – Vegetta sonaba apenado y triste, no quería terminar la llamada tan rápido.
–Lo sé, ya van 5 veces que me lo dices.
–Te amo, cabezón.
–Tambien te amo.Lo único que se repetía en camino al hospital eran repetidos "Por favor no me dejes" fallando en el intento de mantenerse tranquilo pues estaba temblando en el asiento del copiloto, ya que después de la llamada y el corte repentino del directo, solo atino a salir de su cuarto y pedirle a su hermana que lo llevara de regreso a casa y luego al hospital lo más rápido posible, pues el sabía perfectamente que en su estado no podría llegar solo.
Intentaba mantenerse calmado, pero la ansiedad de no saber nada y estar en una sala de espera tan pequeña no ayudaba. Su hermana solamente lo veía caminar de un lado a otro, tomando fuertes bocanadas de aire y rascándose la nuca mientras ella hablaba con su madre del estado en el que su hermano mayor se encontraba. La dulce mujer acordó con su hija ir a cuidar de su muchacho más tarde para que la chica pudiera descansar un rato.
En un momento, Willy cruzó su triste mirada con la tranquilizadora de Carol, quien le cubrió con un un cálido abrazo, envolviendolo en la ternura que el pelinegro pedía a gritos. Necesitaba saber que todo estaría bien, que esa mañana en la que hablo con Samuel, su amado Samuel, no iba a ser la última. Quería que la culpa por dejarlo por tanto tiempo desapareciera y que todos los planes que tenían se cumplieran.
–Carol.. yo- Solo quiero que el este bien..– dijo con la voz quebrada, dejando salir por fin todas esas lágrimas que había estado reteniendo mientras esperaba.
–Lo se, Guille. Por supuesto que lo sé. – La chica acariciaba dulcemente su espalda mientras el jugaba con sus manos.Y luego, sus ojos se centraron en ese pequeño aro de metal dorado que tenía en su dedo corazón, haciendo viajar su mente a 4 meses atrás, a ese día en el que dijo "Acepto" . Ese día en el que Samuel se veía perfecto, más guapo de lo normal y siendo el peor manojo de nervios. Una pequeña y melancólica sonrisa apareció en su rostro cuando recordó su luna de miel. Vaya luna de miel. No habían salido de la habitación del hotel por tres días seguidos. Hasta les había sorprendido que el servicio de habitación no los molestara. Y fue ahí donde tuvieron su primera pelea como pareja de casados, en la que Willy por supuesto había tenido que aguantar a Samuel, quien lo ignoraba por todos los medios posibles, ni siquiera contestaba sus menciones en Twitter. La pelea se detuvo cuando Frank los invitó a grabar y tuvieron que hablar por casi 2 horas. Se pidieron disculpas y lo demás ya era historia.
Todos los planes que tenían estaban llenando su mente de dolor, un dolor agudo ocasionado por el simple hecho de que, si Samuel no despertaba, ninguno de ellos se llevaría acabo.•••••••••••••••••••••••••••
En el momento que el médico encargado de Samuel apareció, Carol dejo de sentir el calor del cuerpo de su hermano, quien había abandonado sus piernas, las cuales había estado usando como una almohada para levantarse cual resorte de su lugar.
–¿Puedo pasar a verlo?
–Claro. Pasa por aquí. – Guillermo siguió al hombre de blanco, quien lo dirigió a la habitación 7B, haciéndolo sonreír triste, el número 7, su número.Al entrar, pudo escuchar el sonido de las numerosas máquinas a las que estaba conectado su esposo. Eran ruidosas y molestas, odiaba los hospitales. Luego, sus ojos viajaron al rostro del mayor, el cual estaba palido y sin el brillo que caracterizaba a su hombre.
Se adentró más, acercando una pequeña silla gris que estaba en la entrada a la cama tomando con delicadeza la mano de su compañero, apretándola contra su mejilla y respirando hondo varias veces, intentando que sus lágrimas se detuvieran antes de salir.
–Se que querías que regresara ya pero no tenías que hacerme esto, pringa'o –dijo, intentando iluminar un poco la situación – fuera de bromas, Samuel yo- yo.. Lo siento mucho, mi amor. Te amo.. – tomo un pequeño respiro y siguió, dejando unas cuantas lágrimas salir – Se que no te lo digo mucho pero quiero que sepas que te amo. Amo todo de ti, tu personalidad, tu sonrisa, la facilidad con la que me haces enfadar y lo tiquismiquis que puedes llegar a ser con las cosas más pequeñas y sencillas. Amo cuando me despiertas con esas canciones tan raras que escuchas, amo que me invites a grabar y que intentes hacerme sonrojar diciendo cosas bonitas frente a cámaras.
Amo ver series contigo y que cuando me quedo dormido me dejes dormir un poco más. Amo que seas tan perfecto, tan guapo y tan tu.. amo cada parte de ti, incluso las que tú odias. Conviertes mis días grises en días perfectos con solo reír.
Samuel, cariño, necesito que estés bien, necesito que despiertes y que con esa voz tuya tan singular me digas que me calle. Necesito que vivas conmigo esa eternidad que me prometiste. Te necesito. Necesito que seas ese padre genial para los hijo que vamos a adoptar. ¿Recuerdas? Al pequeño Samuel y a Victoria. Por favor...– Su voz termino por quebrarse de nuevo, haciendo que su hermana, quien había estado escuchando desde el marco de la puerta, se acercara rápidamente a el, abrazándolo de nuevo y esto provocando que Willy se desmoronara en sus brazos. – Por favor no me dejes. Demonios, te necesito.
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Pain
FanfictionNo hay más que decir. La única verdad es que en este espacio subiré lo que escribo y que me causa hasta a mi llorar. Lo siento. •Leer bajo su propio riesgo 😂💔•