Capitulo 1/1.

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El sonido del teclado, la suave sensación de calor de la calefacción, y la eterna sonrisa instalada en mis labios, todo eso era producto de mi ruidoso vecino de arriba...

Había huido de mi monótona vida en casa, no buscaba un gran cambio, tan solo la paz y tranquilidad que brindaba un departamento propio en una ciudad desconocida. Llevaba así un tiempo, yendo y viniendo, conociendo personas que ni si quiera dejaban un huella en mi vida ni yo en la de ellos, tan solo, inspirándome tal cual pintor para sus cuadros de retratos... yo más sin embargo me inspiraba en historias para plasmarlas en mis libros. Siendo un simple espectador.

Aquella mañana el casero del edificio había demorado en llegar y yo estaba desesperado por instalarme y ponerme a escribir. Saque del bolsillo de mi gabardina un cigarrillo, y ahí en las escaleras del pórtico comencé a fumarlo. De un taxi bajo un joven, con bolsas de las compras y unas cuentas de tiendas reconocidas. Sonreía cordialmente a los vecinos que caminaban por la acera, él se dirigía a paso seguro hacia mí. Me sentí helar por un momento, y trague saliva mientras miraba como el viento movía su cabello, se quitó las gafas oscuras y me miro.

-Buenos días- sonrió y paso de mí.

Lo cierto, es que yo estaba completamente enamorado de mi ruidoso vecino. Aquel que vestía elegantemente, con movimientos amanerados al comportarse, aquel que veía saludar a un hombre tras otro, algunos tocaban a su puerta, otros simplemente tocaban el claxon de sus autos, y yo por la ventana les miraba receloso mientras él se columpiaba en sus cuellos...

Quizás no tenía razón alguna para celarlo de tal manera, pero quizás... (y tan solo hago una especulación), quizás el me habría dado ese derecho. Tal vez las numerosas veces que se colaba por mi ventana y se metía bajo mis sabanas, tan solo a dormir abrazado a mí.

Subí las maletas y al terminar vi su puerta abierta, el con una bata abierta y aun en pijama, dejaba ver su departamento. Que decir de su gusto en decoración, era simplemente espectacular. Aunque demasiado rosa a mi parecer. Toque la puerta, ya que el danzaba mientras limpiaba su apartamento, la música jazz sonaba estruendosa por las bocinas. Me miro, aun contoneándose se acercó a mí, tomo mis manos y bailo conmigo. Mi timidez era totalmente evidente. Quizá mi palidez lo demostraba ya que él sonreía.

- Que necesitas?.- me pregunto aun danzando.

- Solo venía a presentarme cordialmente ya que abajo no pude hacerlo, creo que eres mi vecino de arriba.- hable un poco alto ya que sentía que la música no dejaba escuchar mis palabras, sin detenerse levanto una de mis manos y dio una vuelta bajo de ella. Su bata color melocotón se ondeó.

Creo que jamás olvidare aquel momento, y es que he escrito historias, de las cuales pretendo actuar y sentirme como alguien enamorado, pero ahora entiendo porque mis lectores se apasionan más con mis tramas de suspenso y misterio, que mi torpe romanticismo, quizás si hubiese conocido a Seokjin desde antes me habría colado al Bestseller en el género romántico.

Y ahí estaba, escuchando una y otra vez su risa por ver algo en su televisor. Mientras yo tomaba otro sorbo de café, las ideas volaban a mi mente. Escribiendo una historia donde el me ama, donde no hay más sonidos de claxon bajo la ventana. Una donde no llora.

En mi historia él se llama Primadonna, así como un día ebrio por el vino, decidió nombrar a su alter ego. Básicamente no le estaría mintiendo a la audiencia, ya que el realmente era un caso especial, y es que siempre amaba vestirse elegante, comprar cosas que algunas las dejaba aun en las bolsas sin desempacarlas, amaba el olor a nuevo. A veces en los incomodos silencios de mi hogar, el sonido del golpeteo en mi ventana era como música para mis oídos, y es que el con su clásica bata de melocotón venia, a veces era un sweater rosa, pero por lo general el dramatismo y la elegancia le caracterizan. Y ahí en el balcón a veces tan solo guardaba silencio, poco a poco comenzó a traer consigo su ukelele rosa, miraba hacia las estrellas y comenzaba a tocar, su voz poco a poco comenzó a afinarse, a ser un gélido gemido placentero para mí, y es que peco de amarle en secreto.

♡Diamonds for breakfast♡ - Sujin / Yoonjin -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora