Rojo Sangre.

— Touka–Chan as visto a Sakura— Un albino le preguntó a una pelimorada que estaba preparando café.

— Desde hace rato que no la miro,  desde que tuvimos esa plática,  supongo que esta en su habitación — Touka dijo con un notable tono de voz molesto.   

— Gracias Touka–Chan — Kaneki salio de la cafetería y tomo rumbo al departamento de la rosada. Desde que Sakura los cito a todos para decirles su plan, todos se molestaron y no era para menos, ninguno en su sano juicio dejaria que ella se sacrificara, al ver la respuesta negativa por parte de ellos ella simplemente se fue y desde entonces nadie la ha visto. 

Kaneki llego al apartado de departamentos donde ella vivía,  cuando llego a la entrada del departamento toco dos veces la madera.

— ¿Que haces aquí Kaneki ?— Una Sakura mal humorada habrio la puerta mirando mal al de cabello blanco.

— ¿Puedo pasar?  — Sakura suspiro y lo dejo pasar.  Kaneki entro y se sentó en uno de los sillones de la mini salita de la Haruno.

— ¿Y bien? — Sakura se cruzo de brazos sentándose delante de él.

— Sigues con la idea de dar tu vida en ves de que sea Rukika la que muera — Dijo serio, el por su parte no dejaría,  el no permitiría que ella muriera, el no dejaría que habiendo otra alternativa para solucionar las cosas ella diera su vida.

— Si, y no me importa si tú y lo demás se oponen yo daré mi vida para proteger a los que amo —Dijo decidida.

— Sakura, dejame matar a Rukika — Sorpresa mostraron los jades de Sakura, y no era para menos, Kaneki era un chico que ante todo no mataría a alguien sin ningún motivo. En la perspectiva de Sakura el no tenía en ningún motivo, ya que después  de todo Rukika solo le iso daño a ella.

— No —

— Bien,  si tu no entiendes a las buenas entenderás a las malas —
Dijo Kaneki activando su Kakugan.

— Si tu lo dices — Ambos tenían su Kakugan activado y el primero que atacara sabia que de alguna forma estaría perdiendo al otro.

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