La manera más fácil de seguir con tu vida

265 34 31
                                    

Esa mañana hacía un tremendo calor en Los Ángeles, la primavera pronto llegaría a su fin y las calurosas temperaturas de verano se estaban anticipando.

Respiré profundamente, mientras me deslizaba un vestido de tela vaporosa, para luego alisarlo y mirarme al espejo.

—No, no puede ser...— me dijea mi misma. Nada podía ocultar mi creciente vientre. Apenas contaba con dos meses casi tres, pero cada vez era más notable.

El día anterior había llamado a Carol de emergencia, si iba a continuar con esto tenía que decirle a mi publicista. Al verme le daría un infarto, apenas cruzara la puerta sus ojos se posarían en mi creciente barriga y le daría un colapso.

"Taylor, por favor ten cuidado. No te vayas a embarazar así de pronto, sería un escándalo" recordé las palabras que a diario me repetía Carol.

Finalmente el timbre sonó, miré toda mi ropa regada por mi habitación... ¡Que me ponía! En ataque de pánico tome una bata de satín y baje lo más rápido que pude a abrir la puerta.

—¡Taylor! Tanto tiempo sin verte... — sonrió Carol desasiéndose de sus gafas de sol. Al verme, su rostro se tornó en una mueca de confusión. Lo había descubierto, su cara lo decía todo. Ya me estaba preparando para su sermón —¿Sigues en pijama a estas horas?—

—Yo... bueno, no...— me cortó

—Sí que te tomas las vacaciones muy enserio— dijo entre risas, mientras entraba dentro de la casa.

Ambas nos acomodamos en los cómodos sofás de mi sala. Carol pasó sus ojos de un lado a otro, como si percibiera el sudor de mi frente o mi sonrisa nerviosa. –Has hecho cambios....— comentó mirando alrededor, ciertamente había cambiado algunas cosas de las cuales muchas eran responsables de Adam; como esa alfombra que me compro en una lujosa tienda vintage o esa lámpara que aseguraba que era de la India, al igual que todas nuestras fotografías. –Me gusta...— termino diciendo. –Ahora, ¿Qué es de lo que querías hablarme con tanta urgencia?—

—Carol... estoy embarazada— solté, desatándome el nudo de mi bata dejando al descubierto mi abultado estomago

El rostro de Carol palideció, y su mano instintivamente tocó mi vientre con suavidad. –Por Dios... debes de tener por lo menos tres meses— dijo atónita

—Dos y medio... — corregí

—¿Por qué no me lo habías dicho?, ¿Quién es el padre?— pregunto ansiosa

—El padre es Adam. Por eso no te lo había dicho, no sé qué hacer...— me levante de golpe, y caminé alrededor de la sala. –Intenté hablar con él pero... él ya está saliendo con otra chica y yo ahora estoy con James... o eso creo—

—¡James! ¿Qué te ha dicho James?—

—Quiere hacerse cargo del bebé, hacer como si fuera suyo pero eso es imposible. Todo el mundo sabe que él no puede tener hijos—murmuré de forma alterada

Por una décima de segundo, la expresión de Carol fue de preocupación como si las cosas se le hubieran salido de las manos, pero apenas duro un instante. —¿Y qué quieres hacer tú?

Buena pregunta. ¿Qué quería yo? Lo que yo quería era que Adam aún estuviera conmigo, y que ambos estuviéramos junto en esto como lo habíamos planeado hace meses, pero claramente eso ya no era posible ni un millón de años. Así que lo único que yo quería era que mi hijo o hija en un futuro fuera feliz, que tuviera un padre y James era un buen candidato, es decir, es tierno y ama a los niños. Todo lo contario a Adam, si él se enterará de esto... nuestra relación sería como la un par de padres divorciados. Preferiría perderlo para siempre y no volver a verlo a que nuestra relación de torciera en una novela dramática.

Mine (TAYVIN) 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora