capítulo 13

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Me he enamorado profundamente y he decidido amarlo.
Me he enamorado, de su sonrisa, porque su sonrisa es todo y nada importa mientras el sonría cada día.
Tiene la mejor sonrisa del mundo.
Cuando sonríe todo encaja, todo es mejor. Mi corazón se acelera pero la calma aparece.
Cuando sonríe, es como poner la última pieza del rompecabezas y sentirte feliz porque todo ha ensamblado de manera perfecta.
Su alegría es tan perfecta, que llena de armonía el espacio donde se encuentra.
Su risa, ¡oh Dios!, su risa es tan contagiosa, realmente lo es, es tan no se (ruidosa) que me encanta.
Me he enamorado de su inteligencia y de lo terco que se pone a veces, incluso de cuando calla dando la razón (cosa poco probable que acepte, pero sucede).
Me he enamorado de sus abrazos tan calidos y sinceros, que siempre echo de menos en aquellas noches de cielo estrellado. De sus ganas de estar conmigo, pero también de su orgullo y ceños fruncidos, porque no todo es luz, pero aún en obscuridad no deja de ser el.
Me he enamorado de su escencia, de su autenticidad, de como hace que algo tan común se vuelva diferente en el.
Me he enamorado de cuando sonríe suavemente con todas esas cosas que le escribo, me gusta su forma de cuidarme.
Me he enamorado de el, no seleccionaré lo bueno ni lo malo, sino a el. Porque el es eso, es todo y a medias nada.
La forma en que mira, lo es todo. Con una mirada puede decir mucho. En su mirada, se puede ver la verdad y disipar la duda.
No es un ser perfecto, pero sus defectos, son mi complemento.
Cada línea, cada borde, es perfecto para mi; es complemento de mi alma habitada entre mi cuerpo y la magia al sentirlo.
Es hermoso y es perfecto para mi. No sabría describirlo, pero al sentirlo puedo escribir en el cada letra, en cada parte, que su erizada piel esconde.

Alguien como tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora