Inicio

609 85 13
                                    


─ ¿Cómo te llamas? ─ le pregunto. No me ha dicho su nombre, pese haberme propuesto un trato como este.

El demonio se pasa las manos por la cabeza para luego mirarme otra vez.

─ Blake ─ responde con fastidio en la voz. Parece como si no le gustara su nombre.

Un nombre muy bonito, nunca he escuchado a otro hombre que se llame igual. Bueno, al menos no en mi entorno. Que digo, pero ni si quiera es un hombre. Es un ser malvado que solo está aquí para llevarme con él.

─ ¿Has pensado la forma en la que quieres vengarte? ─ me pregunta. Solo caigo en cuenta de que realmente ni eso lo pienso. Sé que quiero vengarme, pero no sé cómo.

Sería un poco cliché tratar de enamorarlo, como venganza; pero, por ahora, es lo único que se me ocurre, quiero que sufra el mismo dolor que yo sentí cuando lo vi en brazos de otra. Se lo comunico de inmediato a Blake.

─ Quiero que se enamore perdidamente de mi ─ le digo. Blake suelta una carcajada.

─ ¿A quién te refieres? ─ me mira curioso. David aún continúa en el pasillo.

─ Lo ves ─ señalo a David. El asiente con la mirada y lo inspecciona ─ Quiero que se enamore perdidamente de mi para luego vengarme de él.

Creo que le gusta la palabra venganza, porque veo que  sus ojos azules adquieren oscuridad y chispean cada vez que la menciono. Lo inspecciona unos instantes para luego volverse a mí.

─ ¿Está enamorado de otra persona? ─ pregunta. 

Solo espero a que no hayas reglas.

─ Sí ─ me apresuro a responder, después de todo, al parecer, está enamorado de su ex o eso aparenta.

─ No puedo hacer que se enamore de ti de inmediato ─ es la respuesta del demonio.

─ Pero... ¿Por qué? ─ le pregunto.

─ Porque no puedo interferir en sus sentimientos por esa muchacha. ─ me decepciona su respuesta ¿No se supone que es un demonio? Bufo molesta. Él se percata de mi acción. ─ Pero... ─ un pero es un buena señal ─ Puedo ayudarte a enamorarlo.

Bueno, eso sería aún más divertido. Se lo digo así, y al parece gustarle.

Me pasa la vista por todo el cuerpo, alma, o lo que sea lo que sujeta mi existencia. No estoy viva ni muerta.

─ ¿Tienes alguna idea de que quieres hacer primero? ─ me pregunta.

─ Regresar a mi cuerpo ─ respondo. El me mira extrañado.

─ Tampoco puedes, Allison. ─ me responde de inmediato.

─ ¿Y porque?

─ Porque tu cuerpo es ahora un recipiente sin alma. El lazo que lo une a ti aún está débil, solo puedes esperar a que se fortalezca.

Lo miro pensativa. Son muchas reglas las que me da.

─ ¿Entonces como hare para volver a verlos y hacer que él se enamore de mí? ─ pregunto. Esta situación se me hace muy extraña.

─ No eres el único recipiente A-lli-son ─ dice ─ te prestare un cuerpo provisional para que empieces con tu venganza. Es mejor que tengas otra apariencia.

─ Está bien ─ hago un mohín. Qué difícil es todo esto.

─ ¿Y cuándo podré regresar a mi cuerpo entonces? ─ pregunto.

Hacia la luz I: Por una venganza, te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora