Protegiéndote

274 42 25
                                    

Aclaración: Todd es el Totty nerd, Todomatsu el Totty demonio. 

Fanfic dedicado puramente a Alizon, quien cumplió años hace poco♡ 

Tic, tac, tic, tac.

El sonido de las agujas del reloj lo ponía nervioso. Podía sentir el calor del verano al alcance de la mano así como también era capaz de percibir las miradas ansiosas de sus bravucones. Ni bien finalizara la clase, ese grupito de generalmente tres o cuatro, comenzaría a molestarlo como siempre lo hacían.

No era el único que sufría de bullying en esa escuela, sin embargo al ser el más pequeño y femenino de los chicos que eran víctimas, solía ser el más atacado. Sobre todo porque tenía miedo.

Mucho miedo.

Y eso lo volvía indefenso.

Desde que Atsushi le había puesto las manos en la cintura y la había recorrido con indecencia al tiempo que lo acorralaba peligrosamente contra la pared... tenía pánico de lo que pudiesen llegar a hacerle. A esos tipos no les importaba nada, daban una clara impresión de que lo único importante era meterla, sin hacer diferencia en el género.

Todd se estremeció ante ese pensamiento.

No, no podía ser. Solo estaba pensando cosas extrañas, ¿verdad? Era imposible que Atsushi o alguno de sus amigos, llegara a hacerle algo tan horrible...

Una bola de papel golpeando en su cabeza lo sacó de sus pensamientos. No quiso mirar a atrás, porque sabía perfectamente de quien había sido, sin embargo cuando el bollo cayó en su pupitre, notó que tenía un mensaje escrito. Tragó saliva, tomándolo con sus pequeñas manos y desdoblándolo con lentitud, como si eso evitara ver el contenido que tenía dentro.

Hoy a la salida, chiquitín. No intentes escapar.

Su respiración pareció volverse pesada y todo sonido a su alrededor pareció enmudecer. Iban a apalearlo, estaba seguro. Tendría que pasar el verano completamente cubierto de ropa, muriéndose de calor, sin poder salir a la playa o dar un simple paseo, todo para que sus padres no vieran los moretones que iban a dejarle.

Era tan injusto... tan enfermizo...

Pero era su culpa en primer lugar... por ser débil.

¿Otra vez con lo mismo?

Una voz idéntica a la suya pero más sedosa retumbando en su cabeza lo hizo enderezar la espalda en su lugar, pegándola al respaldo de la silla. Los labios de Todd temblaron y pronto le siguieron sus manos, que aún sostenían con fuerza la nota que le habían enviado.

No podía ser. Se suponía que él se había marchado.

¿Marcharme? No me hagas reír, ¿en serio lo creíste cuando dije que te iba a dejar en paz? Llegas a ser tan inocente... Pero, eso es lo que te hace ser tan delicioso.

La última palabra había sido pronunciada con un tinte de lujuria y Todd sintió ganas de levantarse de su asiento para después correr a algún lugar, lejos de las burlas, lejos de Atsushi y su pandilla, lejos de aquel demonio que lo atormentaba hace días... simplemente lejos de todo.

Ya te dije que por más que corras y corras siempre estaré contigo, ¿qué acaso no eres el mejor promedio de la clase? Deberías ser más inteligente y entender tu posición, ¿no? Tú me invocaste, después de todo.

—P-Por favor, déjame en paz...—La vocecita de Todd salió de sus labios con timidez, en volumen bajo, pues no quería alertar al profesor ni a ninguno de sus compañeros, aunque el ambiente se estuviese dispersando porque la hora de salida se acercaba. Pudo oír la risa burlona de Todomatsu dentro de su cabeza.

ProtegiéndoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora