Blake está furioso. Su aura es tan tétrica que mi piel se eriza en un instante. Sus ojos rojos aterrorizan a cualquiera. Un niño que pasa junto a nosotros, se queda mirándonos y al ver los ojos de Blake, corre a su madre a protegerse. Su mirada dice peligro a todas luces. Tengo miedo.
─Lo-o si-en-to ─ tartamudeo. No puedo decir algo incorrecto o no sé qué pasara.
─ Eres una estúpida─ suelta con desprecio y me coge bruscamente el brazo jalándome, prácticamente con él, mientras camina a paso apresurado.
─ ¿A dónde iremos? ─ Lo miro unos segundos, la presión que hace en mi brazo, empieza a dolerme ¿Cancelará el trato? ¿Me llevará con él?
─ No debes estar aquí─ corta tajante. Mi pecho golpea con fuerza, siento como si una aguja se clavara en mi corazón. La misma sensación que sentí al acercarme a mi cuerpo.
Que extraño...
Llegamos a la entrada del hospital y veo el auto de Blake, estacionado en el amplio estacionamiento que hay.
Abre la puerta y prácticamente me tira dentro, tan bruscamente, que siento un poco el dolor en mi cuerpo por la superficie de los asientos. La he jodido bien feo. No debí desobedecerle.
─ Blake... ─ lo llamo. El conduce con la mirada fija en la autopista. Como desearía estar en el asiento de copiloto, para poder tener un poco más de atención de su parte, su mutismo me está matando.
─ Es todo Allison, se acabó─ tiemblo. Sus ojos se ven rojos a través del espejo retrovisor.
─ Me llevaras al... ─ no concluyo la palabra "infierno".
─ No, Allison, pero se acabó mi paciencia contigo. De ahora en adelante te prohíbo salir del apartamento a no ser que sea solo para fines de nuestro acuerdo. ─ Se alborota el cabello y vuelve a poner la mano en el manubrio del auto. ─ No puedes ir a ver a tu cuerpo te lo dije antes o tu alma se desconectará de este cuerpo provisional y vagará sin rumbo. Te quedaras estancada y morirás al instante ¿Entiendes?
El pánico se instara en mi piel, tanto, que siento como se pone chinita. Esto es aterrador.
─ No entiendo nada ─ Me quedo en blanco un momento. Blake me mira por el espejo retrovisor.
─ Lo peor que un espíritu en el infierno, es un espíritu estancado en la tierra. Uno que no asciende y solo ve la vida de las personas pasar. ─ explica. Yo lo pienso un segundo y me imagino a mí en esa situación. Sentí horrible cuando podía ver a todos pero ellos no podían verme a mí. Creí que enloquecería, no quiero ese final para mí.
─ Entiendo ─ bajo la cabeza apenada. ─ Pero... ─ lo miro con cautela─ quiero volver a mi cuerpo─ susurro por lo bajo. Blake flexiona un poco sus hombros.
─ Tienes que esperar─ gruñe.
Observo las calles próximas y me doy cuenta que ya estamos a punto de llegar al edificio. Blake detiene el auto en el estacionamiento y me empuja fuera del vehículo. Camina detrás de mí como asesino tras su presa. Y aunque es aterrador, solo atino a seguirle el paso. Pronto, nos encontramos en el elevador y llegamos al apartamento. Blake saca las llaves y hace que pase delante de él.
No dice nada en todo el camino.
Me empuja prácticamente a mi habitación. Y de un momento a otro corta la distancia que nos separa. Un beso, sin previo aviso, cae en mis labios; sus manos ansiosas se mueven por mi cuerpo como un loco desesperado. Este no era el panorama que me imaginaba. Escucho el latido de mi corazón, esta apresurado. Trato de quitármelo de encima; pero por cómo me tiene apresada, no puedo escapar. Su aliento cálido, me está haciendo perder la cabeza.
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Hacia la luz I: Por una venganza, te conocí
ParanormalLa vida está llena de cambios, con veintiún años, lo comprendí. Tenía la vida que muchos desearían vivir: Dos personas que me amaban con todo su ser, mi madre y mi primo; tenía un novio adorable con el que ya empezaba a imaginarme una vida juntos y...