Esta terminó de hablar unas cosas y colgó. Suspiró cerrando sus ojos y se acercó a mí. Abrió de golpe los ojos, muy cerca de mi cara, haciéndome estremecer.
-Te voy deseando mis más sentidas condolencias. –sonrió.
Tapé mi boca con mi mano, soltando un sollozo incontrolable. La miré con odio, rencor. Sentía como si dagas atravesaran mi cuerpo. Mi padre había muerto, y deseaba con todas mis fuerzas que eso fuera una completa mentira.
-Ve a tu habitación. –ordenó fríamente.
-Mi papá… -dije, evitando que las lágrimas salieran de mis ojos.
-Cierra la boca y vete a tu habitación. –ordenó mirándome, fulminándome con su vista-. Cámbiate ese atuendo, Dios. Ponte algo decente. –dijo, viendo mi uniforme de la escuela.
-Papá me dijo que me llevaría al show de esta noche. –dije, intentando parar de llorar.
-Pues, tu padre no te llevará a ningún lado nunca más. –dijo, sonriente.
-No… -solté un sollozo.
-¡Ve a tu habitación! –gritó-. Me gastas la paciencia, maldita.
El celular de Martha sonó nuevamente y yo presentí lo peor. Ella lo agarró y contestó, se quedó muda unos segundos para luego gritar alegremente. Mi rostro era de miedo por lo que iba a decir.
-¡Al fin! –exclamó, aun al teléfono-. Ahora huye, idiota, por cierto, ¿quedó incendiado?
-¿Qué? –pregunté, mirándola con terror.
-Perfecto. –dijo, ignorándome-. Ve al banco ahora, yo esperaré a que venga la policía para decirme las terribles noticias. –dijo, dramatizando todo-. Hazlo, ¿oíste? Te veo en unas horas. –colgó.
Me senté en el pequeño sofá que poseía, ardiendo en furia e impotencia mientras sollozaba y recordaba aquellos momentos que pase en esa casa. Los peores años en mi vida, sin duda.
-Juro que las pagarás, Martha, las pagarás. –mascullé entre lágrimas.
Miré a mi alrededor y con tan solo ver el lugar donde vivía me dieron más ganas de llorar. Cuando mi padre murió, Martha se quedó con cada millón de él. Cuando pasaron los años, pude darme cuenta que ese era el primer motivo por el que Martha quería ver a mi padre muerto. Yo no merecía vivir en aquel lugar, no. La casa en la que vive ahora con Bob me pertenece. Todo lo que esa mujer me hizo pasar… todo.
FLASHBACK.
Estaba encerrada en mi habitación por días. Martha ni siquiera se había molestado en venir a ver cómo estaba. Extrañaba a papá más que nada y saber ahora que él estaba muerto. Ahora ya no tenía familia, ni madre, ni padre. Mi vida estaba arruinada a tan temprana edad. La única que me daba de comer era Rita, que llegaba con una bandeja de comida todos los días.
Tercer día de lo sucedido y yo seguía en mi cama. Intentaba jugar, intentaba distraerme, pero simplemente no podía. Vestía una pijama sucia que Martha me había dado desde ayer, al ver que todavía seguía con el uniforme de escuela. Tocaron la puerta estrepitosamente.
-Abre, mocosa. –escuché la voz de Martha.
Me aterré, no quería verla de nuevo, no. Me haría daño, más daño de lo que me está haciendo y eso me atemorizaba aún más. La puerta se abrió de golpe y vi su cara, sonrió una vez que me vio y se acercó a mí.
-¿Adivina? –preguntó, delante de la puerta-. Mis hijos vendrán aquí.
No dije nada, no era una cosa que me sorprendía. Escuché la conversación que Bob y ella tuvieron, horas antes de que la policía se fuera y le diera el pésame a la mujer.
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Y Llegaste Tú -con Harry Styles.
Romance_______ es una chica de dieciocho años, con mucho rencor y odio en su interior. Su vida de pequeña fue difícil y eso, ahora, no lo puede superar. Su padre murió cuándo ella apenas tenía cinco años y su madrastra la deja por un buen tiempo en un basu...