Capitulo 1:Parte 12

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Nunca le ha gustado. Siempre quiere saber de qué hablamos. Paso a su lado y me
dirijo a la cocina. Siento a Chiquitina en la trona y me pongo a limpiar el horno.
Miss Leefolt me sigue a la cocina, agarra un tarro de Crisco, lo contempla un rato y
lo vuelve a dejar en su sitio. Chiquitina estira los brazos para que su mamá la levante,
pero Miss Leefolt abre un armario y hace como si no la viera. Después, lo cierra de un
portazo y abre otro. Finalmente se queda quieta. Yo estoy de rodillas en el suelo, y
llevo tanto rato con la cabeza dentro del horno que parece que estoy intentando
suicidarme.
—Parece que Miss Skeeter y tú estabais hablando de cosas serias.
—No, señora. Sólo estaba... preguntándome si quería unas ropas usadas.
Mi voz suena como si estuviera en el fondo de un pozo. La grasa me resbala por
los brazos. Huele a sobaco ahí dentro. El sudor no tarda en resbalarme por la nariz, y
cada vez que me rasco me dejo un pegote de mugre en la cara. El interior de un
horno debe de ser el peor lugar del mundo para estar metida, ya sea para limpiarlo o
para que te cocinen. Seguro que esta noche sueño que estoy atrapada dentro y que
alguien abre el gas. Pero no quiero sacar la cabeza de este asqueroso sitio, prefiero
dejarla aquí antes que tener que responder a las preguntas de Miss Leefolt sobre lo
que Miss Skeeter estaba intentando decirme. ¡Figúrate! ¿Pues no me ha preguntado
esa mujer si me gustaría «cambiar» las cosas?
Al poco rato, Miss Leefolt se marcha enfadada y sale al garaje. Supongo que estará
pensando en dónde construir mi nuevo retrete para negros.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2017 ⏰

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