Pov annie:
De nuevo cambiando de casa, nuevo instituto, nueva vida, nuevos "amigos" nunca estoy el suficiente tiempo en un lugar como para hacer amistades de toda la vida, en parte es bueno, no tengo la necesidad de tener a alguien en específico a mi lado, ni siquiera a mi padre el cual no conoce más que el trabajo, no he de culparlo, nunca me ha faltado nada, ni siquiera cariño pero el tiempo que pasamos juntos es ínfimo, casi inexistente. Mañana comenzare el nuevo instituto no me preocupan las notas, soy del espécimen raro que nunca hace deberes pero le va bien en los exámenes, el curiosear en internet me es bastante útil.
Organizo todo el papeleo para el día siguiente, mañana me preocupare por que vestir, me recuesto en mi cama abrazando a mi husky Sherlock y duermo plácidamente pensando en las clases de personas que he de conocer mañana.
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-Buen día pa...pi – al parecer ya se ha ido – ni modo, será tomar el autobús.
Al llegar al instituto puedo observar lo grande que es.
De repente siento un fuerte golpe el mi espalda – ¡maldición! ¡Ten más cuidado!
-L-lo siento estaba algo distraído.
Me voltee para encarar al idiota pero me encontré mirando a la nada, cuando baje mi mirada pude observar un chico rubio recogiendo papeles que se encontraban tirados en el piso.
Decidí ayudarle – es algo pronto para mi buena acción del día sabes – dije restándole importancia al accidente.
-No tienes por qué ayudarme, fue mi culpa después de todo – pude observar un leve sonrojo en sus mejillas y orejas.
-Descuida, los accidentes pasan, lamento haber sido tan brusca, la sutileza no es mi fuerte – le dije apenada, en realidad no era para tanto – soy anabeth, un gusto – le extendí mi mano para que la estrechase.
-Un gusto anabeth, mi nombre es Nathaniel – al fin levanto su cabeza y pude observar con detenimiento su rostro, era bastante guapo y poseía unos hermosos ojos color ámbar que me idiotizaron por un segundo, luego logre divisar una amplia y amable sonrisa que me dedicaba mientras extendía su mano y apretujaba la mía con fuerza. Nos quedamos observándonos mutuamente por un par de segundos que seguro fueron una eternidad.
-Coj-coj, esto sí... bueno – maldición parezco una cría – yo emmm.
-Eres nueva ¿verdad?
Me tomo por sorpresa – así es ¿Cómo lo supiste?
-Soy el delgado principal, conozco a todos los estudiantes y estoy seguro de no haberte visto por aquí, si deseas te acompañare a que termines de entregar el papeleo y tal vez te pueda ayudar a informarte acerca de las normas, los lugares y obviamente de la clase que te corresponde.
-Me vienes como anillo al dedo Nathaniel, eres muy amable.
Después de entregar mis papeles y ver que todo se encontrase en orden Nathaniel me dio un recorrido por el instituto, y después me ubico respecto al lugar en el que debía recibir mis clases.
Resulta que estaba en el mismo curso que Nathaniel por lo cual entramos juntos al aula, en cuanto entre pude observar como los ojos se posaban en mí y después logre sentir como me quemaba la mirada de una chica castaña que se encontraba en la primera fila.
-Me encantaría sentarme junto a ti annie pero me parece bastante descortés dejar a Melodi sola – me dijo Nathaniel mientras señalaba el lugar vacío al lado de la chica que me fulminaba con la mirada.
-Descuida, has hecho demasiado por mi hoy podré arreglármelas sola, ya estoy grandecita – procedí a sentarme en uno de los puestos del fondo.
Observé como entraban poco a poco los estudiantes faltantes, parecían bastante amables a excepción de un trio de chicas que me miraban con desprecio y aires de superioridad, pensé que eran lo más intimidante en todo el salón hasta que vi entrar a un típico malote de cabello rojo y ropa negra, su mirada tan profunda que se cruzó con lamia... eso sí que da miedo. Después entro un chico alto, bastante elegante, de cabello blanco y con un rostro bastante pasivo, estos dos sí que desentonaban.
-Bueno días jóvenes – entro el maestro, tiene cara de ser blandengue, por lo menos – según tengo entendido tenemos una nueva compañera – aquí vamos – ¿podría salir a presentarse señorita? – ya lo veía venir, no entiendo que propósito tiene esto.
-Buenos días, mi nombre el anabeth Collin, tengo 16 años y eso es todo ¿puedo sentarme ya?
-Como desee señorita.
Cuando iba a mi asiento pude observar cómo me miraba el albino ¿acaso era desagrado?, y este que se cree, ni me conoce.
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(CDM) se enamoro de la bestia
Fanfictionesta historia esta inspirada por algunos de los personajes del juego otome corazón de melón propiedades de ChiNoMiko. aquí veremos la historia de amor y rivalidad que surgirá en un triangulo amoroso. espero lo disfruten. por favor no sean lectoras f...