en el mar cargado de olas se divisaba un balandro ondeando sus velas y siendo acunado por el mar, una tripulación joven y escasa y un capitán inexperto.
Un joven, cuyo sueño siempre fue viajar por mar, sabía los peligros que ello conllevaba y también sabía que dejaría todo atrás por ello, pero nada más subirse a su barco se dio cuenta de que la libertad le llamaba.
cuando salió de puerto no sabía lo que dejaba tras de sí, no tampoco lo que le venía de frente, el velero en el que embarco, voló sobre el mar mientras el se alejaba de la costa y de su hogar.
entonces vio a una mujer en el puerto sosteniendo una carta, la carta se deslizo de sus dedos siendo arrastro hasta el barco mecida por el viento, en la carta ponía: "yo obtuve mi gran tesoro cuando naciste es hora de que tu tengas el tuyo" dentro del sobre un anillo de plata brillaba deslumbrando con suaves destellos el rostro del joven, destello que acabo brotando en una lagrima que finalmente deslizándose por su mejilla callo al suelo.
desde ese día enviaba todas las semanas una carta a su hogar, esperando llegasen a su destino, relatando sus aventuras, obviando las partes mas cruentas, mostrando sus grandes habilidades en la vida de pirata.
vivo historias fascinantes peligrosas pero la carta jamás se quedaba sin escribir y mucho menos sin enviar.
contando pequeñas y grandes historias, como cuando atracó en puerto y se llevo todo el oro de los bolsillos de la gente. O cuando un gran barco pirata arremetió contra el suyo y consiguieron escapar llevándose parte del tesoro del otro barco. Incluso de cosas fascinantes como el cuando vio el nuevo mundo y el tesoro que consiguió allí fue la esperanza. Después de vivir todo aquello las cartas continuaron
Con el paso de los años y un gran botín quiso volver a su tierra, y envío una carta informando de ello, carta que igual que el resto podría caer en manos ajenas. cuando llegó a puerto un grupo de ancianos le reprocharon, -este ya no era su lugar, marchara sólo nos traerás problemas". Haciendo caso omiso a las acusaciones de los ancianos el joven sonrió y continuo avanzando
Cuando llega a casa de la mujer a la que le enviaba las cartas, cuando llegó por fin a su hogar, se encontró a su madre con sus ropas deshilachada, pelo largo rizado y Canosa, ojos oscuros vacíos y una manca de sangre el la camisa. le dijo con voz muy suave: -hijo gracias por venir a visitarme se que tus intenciones son buenas pero corre por tu vida por que si me duele perder la mía no sabes como me dolería perder la tuya-.
Corrió hacia su barco con su madre en brazos, pero justo en el puerto un grupo de marines le sorprendió, dispuesto a detenerle.
Gritó con voz seria e imponente: -no temo a la muerte mientras ella este cerca de mi- se paró frente los marines y dijo mirando al frente como si repitiese un dogma, es frase que le daba fuerza para seguir avanzando: -de patria vengo a libertad voy pues patria hay miles y libertad sólo hay una, que el rey se quede con sus tierras y yo me quedaré con mis mares-.
Después de aquel discurso los marines levantaron su arma pero antes de disparar, el general notó algo frío en su nuca y una voz femenina surgió de la espalda del mismo: -a mi capitán no atrevas a dirigirle una mirada pues ni eso merecéis, soltar el arma y no disparare.
El Marine escruto el terreno a su alrededor sin advertir a ningún pirata mas y con una mirada desafiante resoplo y dijo: -os superamos en cantidad, saltad las armas, no os dará tiempo de reaccionar si disparamos a ambos
El capitán confiado continuo avanzando hacia el general de aquel grupo, con un paso firme y una gran sonrisa: -sois estúpidos si pensáis que solo me traería a una persona de mi tripulación, aunque si realmente quisieras comprobar cuantos somos, dispáreme, yo moriré, pero ninguno de sus hombres saldrá con vida de este puerto- el joven poso a su madre en los brazos del general, que acongojado por las palabras del hombre no pudo hacer nada mas que aceptar a la mujer es sus brazos. con aun la pistola de su camarada en su nuca dijo, esta vez con voz mucho mas seria: - cómo me lleguen noticias de la muerte de esta mujer el siguiente serás tu y tu sequito- tras eso dio la espalda a los marines, confiados, que le apuntaron con obvias intenciones de disparar. Pero antes de hacer ningún movimiento, al menos una decena de pistolas dispararon al aire detrás de los marines y con ese sonido el capitán y su tripulación se desvaneció, volviendo a su embarcación.
Al cabo de unos meses recibo una carta: "gracias por todos este tiempo, tus cartas me despertaban, tus cartas me hacían sonreír, me hacían llorar pero sobre todo me hacían verte y es lo que me mantuvo viva todo este tiempo, no me quedan muchos más días pero te doy las gracias por aquel día te quiero mi hijo, mi pirata, mi tesoro".
Volvió a su hogar esta vez sin avisar, cuando llegó corrió a su casa y le dijeron que esa carta fue su último deseo y la escribió en su lecho de muerte.
Pero antes de irse paso por su casa y vio cajones y cajones llenos de sus cartas. Las cogió y volvió a su barco que desapareció en la niebla. pero regresaba cada cierto tiempo sólo para visitar la tumba de su madre. porque aún teniendo libertad y tesoros, ella fue siempre quien la hacia sentir más libre.
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cartas de un pirata
Short Storyun joven se va a navegar por los grandes mares y vuelve con una aventura