Me despierto antes de que suene la alarma como casi siempre, lo único malo es que ayer me dormí más tarde de lo normal y he dormido muy poco. Aunque es domingo y tampoco tenemos trabajo, quiero acercarme a la comisaría para recoger todo el papeleo que tengo que realizar o al menos hacerlo allí y quitármelo de encima. Anoche me lo pasé muy bien, poder bailar un rato con Jay y jugar al «yo nunca» con Shay y Connor, fue súper divertido. Todavía no me creo que Shay y yo nos hayamos dado un beso en la boca.
Eso mismo estoy hablando con ella por WhatsApp mientras que me preparo el desayuno. No quiero ni imaginarme cómo acabó yendo a su casa porque seguramente acabó conduciendo ella y completamente borracha. A mí, por suerte se me acabó bajando al cabo de las horas pero como no me fiaba mucho de mí misma, tarde el doble de tiempo por no querer correr ni adelantar a los coches que había en la carretera.
Meto en el lavavajillas la taza del café y el plato que he ensuciado al desayunar para que cuando me marche a la comisaría empiece a lavarse. Quiero que mi casa dure por lo menos tres o cuatro días limpia. Me estoy pensando si compartir casa con otra persona, así podemos compartir la limpieza y los gastos.
Subo de nuevo a mi cuarto para elegir la ropa que voy a ponerme antes de meterme a la ducha. Ayer llegué muy cansada a casa y no me duché, tengo todo el pecho pegajoso por la copa que me tiró encima la tía del baño. Si no llega Antonio a pararme los pies ahí mismo las mató a las dos. Cojo del armario un jersey gris y un pantalón vaquero, creo que me voy a poner unos botines.
Salgo de la ducha una hora después de haberme metido. Me he tomado un baño relajante con velas y sales minerales, yo creo que me lo merezco. Desconectar por un rato con el olor de las velas perfumadas y el agua caliente es el mejor plan de toda la semana. Al sentarme sobre la cama veo que en el móvil parpadea una luz, señal de que tengo mensajes. Lo cojo y veo todo los WhatsApp que tengo.
¡Vaya! Y yo pensaba que iba a ser un día tranquilo. ¿Y ahora que hago? Bueno, voy a hacer como la que no ha mirado el móvil en toda la mañana y cuando termine de quitarme los informes de encima les respondo a los mensajes.
Termino de vestirme y después de poner el lavavajillas a funcionar me marcho por fin a la comisaría. Esta va a ser la primera vez que voy a rellenar un informe policial de verdad. En la academia no se molestaban en hacerlos creíbles y cuando le dabas la vuelta a las hojas veías las normas de seguridad.
Dejo estacionado el coche en nuestro aparcamiento privado sólo para policías y entro en la comisaría por la puerta principal, justo donde está siempre Platt. Me asombro al verla trabajar tres días antes de su boda, entiendo que te guste tu trabajo pero ¿para trabajar un domingo y a tres días de casarte?
- Platt, ¿por qué no se toma por lo menos un día de descanso?
- Ni estando enferma he faltado a mi puesto de trabajo, no voy a empezar ahora.
- ¿Me vas a negar que nunca te ha apetecido quedarte un rato más en la cama junto a Mouch? -la miro y veo que duda- Aprovecha todo el tiempo junto a él porque es único e irrepetible.
- ¡Comisario! -exclamó ella mirando hacia atrás mío- Me gustaría saber si puedo descansar estos tres días antes de la boda.
- Eh, vale. -respondió su jefe- Le diré a Hank que deje a alguien de los suyos patrullando con Roman.
- Yo me ofrezco voluntaria. -me giro para que me vea- Camila Patton, nueva integrante en la unidad de inteligencia. -le tiendo la mano- Un placer.
- Oh, ¿la famosa neoyorquina? -me aprieta la mano- Encantado.
- Bueno, me tengo que marchar. -prosigo- Nos vemos.
Los dejo allí a los dos y subo a la planta de arriba. La verdad es que podría haber entrado por la parte de atrás para evitar encontrarme con alguien inesperado pero no me dio tiempo de pensarlo antes.
No hay nadie aquí, es de suponer que no vendrían a la comisaría un domingo de descanso para rellenar unos cuantos informes y sobre todo cuando ayer nos acostamos muy tarde. Se supone que al ser la más joven debo de ser la más inmadura pero creo que en este caso es al revés, ellos son los inmaduros.
- Camila, ¿qué haces aquí?
Pensaba que Hank estaría en su casa como los otros pero no, acaba de llegar por la puerta de atrás con unas cajas llenas de papeles.
- He venido a hacer el informe sobre el caso de Lucy, para que puedan darle el bebé a su familia.
- Ah, bueno si quieres te puedes venir al despacho conmigo, no te quedes ahí sola.
- Vale.
Entro después de Hank en el despacho y me siento junto a la mesa que tiene aparte de la suya. Coloco los papeles en orden para no marearme demasiado al rellenarlos y empiezo a escribir como ocurrieron los hechos, desde qué me secuestraron hasta el último disparo que escuché.
Decido meterme en WhatsApp para ver si alguien más me ha mandado algún mensaje pero no, sigo teniendo los mismos que antes y creo que ya es hora de contestar a algunos. Eva me está preguntando si voy a ir a la cena de navidad y no tengo ni idea de que cena me está hablando.
- ¿Vas a irte de viaje a Nueva York para estar en navidad allí? -me pregunta Hank; yo dejo de mirar el móvil.
- No creo, mis padres estas navidades hacen veinticinco años de casados y van a celebrarlo con un viaje por Europa.
- ¿Por qué no te vienes a celebrarlo a mi casa? -me propone- Toda la unidad se reúne la noche de navidad en mi casa, sabes que estás invitada.
- Vale. -acepto- Respecto a pertenecer a la unidad... Me he presentado voluntaria para patrullar con Roman.
- ¿Por qué?¿Has tenido algún problema?
- No, sólo quiero saber lo que se siente al llevar puesto el uniforme y pensé en que la más adecuada para hacerlo soy yo, ya que acabo de llegar. Es porque Platt a pedido de descanso los días antes de la boda y el comisario te va a pedir de un momento a otro que elijas al que va a patrullar, pensé en dejarte fácil la elección.
- Pues...
El teléfono empieza a sonar, evitando que él pudiera terminar la frase y me despido antes de marcharme. No quiero conocer la respuesta hasta mañana. Creo que ahora está todo en su mano y aunque él es el jefe, a mí me gustaría patrullar por primera vez.
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La Unidad De Inteligencia | Chicago PD
FanfictionCamila Patton era una de las alumnas en la academia de policías de Nueva York. No se esperaba qué aquella mañana de clases cambiaría su vida para siempre pero ya ha tomado un decisión. Ahora todo es totalmente diferente. Trabajo, casa propia, amigos...