Carta para Charles

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Querido Charles:

Han pasado diez años desde aquel día, diez años desde Cuba, diez años desde que todo se derrumbó... gracias a mí.

Fui un idiota, pero creo que eso ya lo sabes. Te deje ahí con alguien que me revolvía las entrañas, según tú esos eran simples celos. Escape de todo por seguir un ideal que ni siquiera en mi mente sonaba coherente. La ira, la venganza, y el resentimiento invadieron mi organismo, y como él estúpido que siempre he sido te abandone.

Fueron años negándome a todo lo proveniente de ti, me buscaste, también lo sé. Opte por no dejar que me convencieras de volver ¿por qué? Muchas veces esa duda ronda mi cabeza y no hay respuesta coherente que la logré explicar. Después de todo, tú fuiste el que me enseño todo este nuevo mundo, él que me hizo entender que existía un punto entre la ira y la serenidad, y que, aunque quisiéramos no estamos solos en este mundo. Pero por sobre todo fuiste tú, y tal vez el único, que me hizo saber que no estaba solo y que nunca más lo estaría.

¿Me creerías si te digo que fue la mejor época de mi vida? ¿Me creerías si te digo que te llegue a amar como nunca imagine? Porque así fue, me diste días llenos de nuevas experiencias, tardes en lugares nuevos con pláticas amenas mientras jugábamos al ajedrez, y noches cálidas donde tu cuerpo se volvía uno con el mío. Los despertares más bellos fueron junto a ti, la sensación de calidez que tu piel siempre me brindo era única, y el hecho de ver como abrías lentamente tus azules ojos era algo que pensaba que nunca me cansaría de ver. Creo que todo a tu lado era perfecto, incluso oír tu incesante verborrea sobre genética era perfecto, por el simple hecho de que cada palabra salía de tus bellos labios. Pensar que abandone todo aquello para nada hace que me sienta peor...

El vacío que sentí en mi interior cuando te deje fue más grande del que hubiera imaginado, pero me obligue a dejar todos esos sentimientos alejados, ocultándolos donde solo en mis momentos de debilidad pudiera percibirlos. Te extrañe cada día un poco más, y cada día se hacía más presente el recuerdo de lo vivido a tu lado, pero ¿de qué me sirvió eso? ¿De qué me sirvió si no fui capaz de hacer nada para dejar de extrañar tu presencia?

Todos estos años he tratado de reconstruir mis pensamientos, intentando descifrar el porqué de mis actos, pero solo consigo ver todos mis errores juntos haciendo que la quemante sensación de culpa inunde mi pecho.

Debí haber llegado antes ¿verdad? Emma me lo dijo, y aun así no llegue a tiempo, me di cuenta tan tarde de toda la mierda que había cometido y que si intentaba regresar tal vez podría reparar al menos una parte. Mentiría si te digo que no quería que me amaras tal y como la última vez, pero no estaba en las condiciones de exigir nada simplemente iría a pedir perdón. Pero todas las causas traen sus consecuencias y todo lo malo se paga, y antes de siquiera planear algo para regresar a ti, lo peor sucedió.

Hank fue el encargado de contarme la terrible noticia. Aun no comprendo del todo como ellos aceptaron mi presencia allí, sabiendo que el causante de ello era únicamente yo. También fue él el que me entrego lo que habías dejado para mí ¿por qué Charles? ¿Por qué a pesar de todo lo que te hice seguías pensando en mí? No lo merecía y nunca lo mereceré, tire a la basura lo único bueno que la vida me había dado luego de la perdida de mi madre. Te destroce, te deje y no lo soportaste... y ahora yo pago mis pecados terrenales sintiendo cada día el dolor de tu perdida.

No hay noches en la que mis propios pensamientos me dejen de atormentar quitándome el poco sueño que siento en aquella cama fría con un espacio vacío. Sé que si hubiera vuelto en el momento oportuno me hubieras recibido con los brazos abiertos, a pesar de todo el daño cometido, de lo roto de que te deje. Pero no lo hice, porque soy un idiota que no supo valorar como se debe lo que tenía hasta que lo perdí.

Y aquí estoy, SOLO escribiendo esta carta a la luz de una vela mientras mis ojos son empañados por amargas lágrimas de dolor. Ni siquiera entiendo el motivo de estar escribiendo esto, sí sé que nunca lo leerás. Pero de alguna manera me calma, me centra. Te amo Charles, como nunca lo hice y como nunca lo volveré a hacer...

PERDÓN.

Siempre tuyo,
Erik Magnus Lehnsherr

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