Sabía que estaba mal, que sería el peor error de mi vida y que siempre me arrepentiré de todo esto; pero no puedo parar. No puedo detener mi carrera a sus brazos, porque sé que me está esperando. Porque sé que ahí estará él.
Las sirenas de las patrullas se escuchan cerca así que decide meterse en un callejón; el negro de sus prendas le ayudaba a ser parte del obscuro callejón. Su corazón palpita arrítmicamente; como poseso se aferra a su pequeña maleta apenas con prendas para la temporada y aun celular. Asoma un poco la cabeza, las luces azules y rojas le deslumbran y vuelve a su escondite. El sudor del nerviosismo y la adrenalina desciende de sus cabellos rubios. Trata de componer su respiración y busca desesperado una salida de ahí.
Nota una escalera de incendio a pocos pasos de él. Sin dudarlo se cuelga la maleta y salta para poder bajar la escalera y sube por ella como si su vida dependiera de eso...y lo hacía.
Mire hacia abajo, las sirenas se habían detenido y se escuchaban los gritos de un policía dando órdenes; las linternas poco a poco lograban alumbrar parte del callejón.
Con más rapidez subí por las escaleras; llegue al final y corrí con dirección a la entrada al edificio. Cerrada. La patee con frustración; era cuestión de tiempo para que la policía notara mi ruta de escape. Mire a mi alrededor, solo había una salida.
La barandilla del edificio vecino no estaba tan lejos. La caía sin embargo sería fatal...
Mire hacia adelante, hacía el horizonte, faltaba poco para que amaneciera y un recuerdo llego a mi... la primera vez que lo vi; mientras mis piernas se impulsaban y cerrando los ojos...
Salte.
- DongHae despierta de una buena vez y despabila, estas avergonzándonos.- Hae abrió los ojos y miro a su alrededor, seguía en aquella fiesta de gente pudiente y sin escrúpulos.
- Ahora enderézate.- mandaba su madre a su lado mirándolo despectivamente.
La fiesta era en un famoso salón; como cada mes aquellas personas frívolas y déspotas se reunían para celebrar ser los amos del universo. Mientras él, solo era él.
Un chico promedio de estatura promedio, belleza promedio y habilidades promedio. El único destacable era quizás que provenía de una familia importante y adinerada. La única razón de porque estaba ahí, si claramente no encajaba.
La fiesta trascurrió como todas. Platicas vacías siendo coreadas por el choque de copas de cristal y el conjunto instrumental al fondo. Todos sonreían con altanería y se miraban despectivamente, pero parecía no importarles.
- Me quiero ir.- alego Hae, su madre rodo los ojos. Se disculpó con su amiga frente ella y se giró a DongHae.
- Si te vas, será a pie, ¿Por qué no vas y hablas con Siwon?, ¿Son amigos no? Pues ve y se un buen amigo.- ni siquiera lo dejo contestar, para cuando quiso su madre de nuevo estaba hablando con su amiga.
Frustrado y derrotado se levantó de su mesa y se encamino hasta Siwon, aquel que no era más un conocido para él.
- Hae, al fin decidiste unirte.- el alto y bien parecido heredero Choi estaba acompañado de otras gentes que no tenía el interés de conocer.- ven juega un poco.- frente a él estaba una pequeña mesa de póker apenas para 4 personas.
- No gracias.- Siwon se encogió de nuevo y siguió con el juego.
Ahora estaba más aburrido que antes, solo deseaba irse de ahí. Por primera vez deseo poder ignorar las demandas de su madre...
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Criminal [EunHae]
RandomDongHae es un chico común y corriente; asiste a sus clases, obedece a sus padres y tiene amigos por doquier. Tiene una sonrisa hermosa, es inteligente y puro. Pero todo eso cambia cuando sus ojos se pierden en la mirada asesina de aquel chico... Don...