"Te recuerdo"

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Recuerdo que comenzó a llover y decidiste echar a correr. Usabas tu chaqueta roja para no mojarte, y yo, en cambio, no tenía nada para evitar la lluvia y no podía prácticamente seguirte el paso.

Paraste en el portal de un edificio y yo hice lo mismo, pero estaba empapado y a punto de ahogarme por lo rápido que me habías hecho correr. Te reías de mí, llamándome flojo y lento. Me quejé de lo que dijiste, pero tú, simplemente, me frotaste la mano por el pelo y me despeinaste, lo que me molestó aún más.

Cuando paró de llover, salimos de aquel portal. Seguía un poco molesto, así que, para que te perdonara, decidiste invitarme a un helado de chocolate y más tarde subimos a la noria. Al final acabé disfrutando aquella tarde, aunque...

Esa sonrisa que tenías cuando te reías de mí, esos pelos revueltos por la lluvia, tu actitud infantil, que después fue amable y generosa... Hicieron que me enamorara de ti.

También recuerdo el día que me atreví a declararme. Tenía las manos sudorosas y solo podía tartamudear y tú me mirabas con cara de preocupación. Nunca pensé que me atrevería a confesarlo, y tampoco pensé que me responderías: "Uf, menos mal que me lo has pedido tú, a mí me daba muchísima vergüenza con solo pensarlo." Y entonces me besaste.

Los siguientes fueron los mejores años de mi vida. Tuvimos nuestros buenos y nuestros malos momentos, nuestras peleas tontas que acababan enseguida, nuestros largos paseos por cualquier sitio... Y también, como aquella tarde de lluvia, todas las veces que me invitaste a un helado de chocolate y a subir a la noria. Aquella tarde... en la que me enamoré de ti.

El siguiente recuerdo importante fue nuestra boda. Cada vez que leía la invitación, me empezaba a latir el corazón como loco:

¡NOS CASAMOS!

Te invitamos a nuestra boda, que se celebrará el día 6 de Septiembre de 2017 a las 16:00 hrs en los SALONES CEREZO (Madrid). ¡Os esperamos!

Atentamente: Leo y Axel

Era como una especie de sueño (o pesadilla) que estaba durando mucho, pero no. Iba a casarme contigo, y estaba muerto de miedo... Sin embargo, al verte esperar, mirándome con la misma sonrisa con la que te burlabas de mí en aquel portal, se fueron todos mis miedos, y decidí dar un paso hacia delante.

Y luego llegó ese día. Volviste de trabajar y yo te saludé como siempre, me diste un beso como siempre y empezamos a comer, como siempre. Era un día como todos los demás, menos por un detalle: Era nuestro aniversario. Había pasado ya 10 años con el amor de mi vida, y tú decidiste darme la mejor sorpresa que podrías haberme dado: Me invitarías a un helado de chocolate y me llevarías a la noria, como aquella tarde, pero en el mismo lugar donde lo hicimos por primera vez. Subimos al coche corriendo, con prisas y con ganas de llegar a nuestro destino. No debimos ir tan rápido...

Eso fue lo que pensé cuando aquel coche nos hizo dar varias vueltas de campana.

Cuando desperté, ya te habías ido. Yo había conseguido sobrevivir, pero tú... Moriste en el momento en el que el otro conductor nos golpeó. Desde ese día, no soy el mismo. Me paso los días encerrado en casa, comiendo helado de chocolate, un helado con un sabor muy amargo.

De vez en cuando, amigos y familiares vienen a visitarme. Me preguntan qué tal estoy, si estoy comiendo bien y si salgo de vez en cuando. Yo les dedico una sonrisa, sonrisa que utilizo para ocultar mi dolor.

Ya no soporto más estar sin ti, Axel, te necesito. Por eso... he decidido irme contigo, a tu lado, para no sufrir más y que podamos comer helado y subir a la noria... por siempre.

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Este es mi primera historia en wattpad, así que aunque quizá haya muchos fallos, espero que os haya gustado.


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