Capitulo cuatro.

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Capitulo 4.

-¿Quién es él? -Aunque estaba con los audífonos en mis orejas, pude escuchar la voz de mi hermana que lleno la habitación.

Habíamos llegado hace más o menos dos horas y mamá nos había mandado a la cama temprano porque, según ella, no tenemos que levantarnos tan tarde ya que no quiere que seamos unas holgazanas todas las vacaciones. Iba a llamar a Shanna, pero calcule que posiblemente estaría durmiendo y, teniendo en cuenta que odia que la despierten, no me convenía intentarlo.

-¿Quién? -Dije bajito. Aunque mis papás estaban al frente, sentía que en cualquier momento nos regañarían por no estar durmiendo.

-El chico de la pileta, con el que estabas hablando -Comenzo a reírse y puso sus pequeñas manitas en su boca, como tapándose -Es lindo.

-Hm, ¿El? -Solo por acordarme de el me dieron unas inmensas ganas de sonreír, lo que no tarde en hacer. -Es Luke, ¿No lo recuerdas? - El silencio de Rachel me hizo intuir que no, no lo recordaba -El chico mono del fondo de pantalla de mi celular, el que canta - Pude sentir el grito ahogado que pego mi hermanita.

-¿Ósea que conociste a tu amor platónico? ¿Ese que mamá dijo que nunca conocerías? - Y, como siempre, mi mamá me daba ánimos.

-Se podría decir -Dije girándome. Había estado mirando por la ventana y, recién ahora, me dignaba a mirar la sombra poco reconocible, por la oscuridad, de mi hermana. -¿Quieres ver una foto?

Rachel se paro erguida en su cama y, según lo que pude ver en la oscuridad, se giro hacia mí. En ese momento entendí que debía prender la luz para poder ver algo y, entonces, encendí la pequeña lamparita que adornaba el cuarto. Tome mi celular y lo desconecte del cargador. Busque rápidamente la foto y le pase el pequeño aparato a Rachel, quien sonrió y volvió a taparse la boca con sus manitas.

-Se ven lindos -Una pequeña risa salió de su boca.

-¿En serio? -Dije sonriendo. A Rachel le encantaban las películas de barbies y las de princesa, en donde todos tenían parejas, por eso estaba tan emocionada. -¿No tienes sueño, Rachel? -Un bostezo bastante grande me hizo sospechar.

-Si.

-¿Y porque no te duermes?

-No quiero, tengo miedo -Rachel sonaba abatida.

Para ser solo una niñita de siete años, había sufrido bastante. En los últimos meses le habían hecho bastante bullying en el colegio y eso, sumado a sus constantes miedos irracionales, le había provocado bastantes pesadillas.

-¿Quieres que vallamos donde papá?

-Si.

La verdad no sé si era una imagen tierna o espeluznante. Dos niñas, de la mano, a las tres de la mañana. Valla susto que se llevaría cualquier ser humano que saliera de su habitación a estas horas de la madrugada.

En cuanto papá abrió la puerta y vio que Rachel tenía los ojos vidriosos la tomo en sus brazos. Sonreí torcidamente y me devolví a mi habitación, dándole un pequeño beso en la frente a mi pequeña hermana. Vale, puedo ser tierna a veces, si.

Con solo cinco pasos ya estaba en mi habitación. Eran las tres de la madrugada y, si no me equivocaba, había posibilidades de que Shanna estuviera despierta. Pese a mi cara de zombie por el rímel corrido por restregarme los ojos, no tenia sueño, estaba demasiado hiperventilada aun por todo lo que había pasado.

"SKYPE. AHORA" -Fue lo único que pude escribir. Estaba realmente emocionada y, aunque tenía vecinos al lado, sabía que mis padres no me podrían escuchar.

Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora