Capítulo I
El reencuentro
Como en todos los días de mis vacaciones, un viernes desperté a las 11:00 am. Todo iba como si estuviera siguiendo una rutina: ver televisión, ir a comprar mi almuerzo, jugar en mi PlayStation® 2, dormir (otra vez), bañarme e ir a mis clases en el ICPNA.
Me encanta ir al instituto para aprender inglés, es como si fuera mi segunda lengua, viví rodeado de eso ya que mis padres son profesores de inglés.
El tema de hoy era la función del “Present Perfect”, o como mis amigos le dicen “Un presente perfecto”. Aunque no tiene nada que ver con el tema, todos quisiéramos tener una vida perfecta. El “Present Perfect” habla de un hecho que ocurrió en el pasado pero sigue efectuándose en el presente, y tal vez pueda continuar en el futuro.
Al terminar la clase, me acerco al profesor para despedirme y bajo con mis amigos de la clase. Luego me encuentro con Dylan y con Yamile, 2 amigos que están en Básico 01 y con los que estudie hace 2 años en el colegio “Isaac Newton”. Ellos se van y yo me quedo esperando a mi mejor amiga, mejor dicho, a una de las mejores amigas que tengo. Se llama Nohely y cuando hablamos no hay nadie más enfermo que nosotros. Ella está en Básico 02, y su salón está en el tercer piso, por lo que es normal que ella salga mucho antes que yo ya que mi salón está en el quinto piso. Al no verla ya abajo, me puse a esperarla. Puede ser que se haya quedado en el salón para decirle algo a su profesor.
Lo que no sabía es que el quedarme esperando en la puerta del instituto cambiaria mi vida en un instante.
Ni en mis más locos pensamientos pasaría el reencontrarme con el amor de mi vida: Hilary.
Ella estaba caminando con mi hermana y lo hacían con dirección a mí. En ese momento me congelé y sonreí como nunca antes. Volver a verla luego de 8 meses.
Capítulo II
Es difícil decir “Hola”
Un “Hola” me despertó de aquello que creí un sueño. Un “Hola” que nunca había impactado tanto en mí. No pude decir lo mismo.
Seguido por un “Hola” de mi hermana Andrea, vuelvo a sentirme tan bien después de meses. Las abrasé tan fuerte con un brazo a cada una. Pero abrasé más fuerte a Hilary. La abrasé tan fuerte como el día en el que ella se fue, el día más triste de mi vida. Les pregunté por dónde irían y las seguí sin importar por donde seguirían su camino. Fueron por la Plaza de Armas, se encontraron con unos profesores de la infancia, luego seguimos en dirección a la casa de mi hermana.
En el camino encontramos a Milagros “Chicha”, una amiga con la que estudie el año pasado en cuarto de secundaria, aunque no estaba en mi salón nos llevábamos muy bien. Al parecer, conocía también a Hilary y a mi hermana Andrea.
Por primera vez esa noche, no se me fue tan difícil decir “Hola”. Nos despedimos de ella y yo como siempre fregándola diciéndole que soy un chico “Tóxico”. Seguimos nuestro camino.
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Cartas no Recibidas
Teen FictionSolo algo puede ser infinito. Eso se llama Amor. Aventurate en Cartas no Recibidas.