El corazón de Sangwoo aun parecía querer salirse de su pecho, por suerte había logrado recuperar la compostura mientras esbozaba una sonrisa falsa. Durante un segundo creyó haberlo arruinado todo, pero el rostro sonrojado del pelinegro terminó por invalidar aquel pensamiento. Una sensación difícil de describir se coló en su pecho ante la expresión avergonzada del más pequeño, pero decidió ignorarla. Decidió ignorar el manojo de emociones y pensamientos que le estaban invadiendo en ese momento a causa de aquel simple chico.
Miró fijamente a los ojos oscuros como la noche del débil pelinegro y un escalofrío recorrió su espina dorsal. El parecido con el chico de su sueño era increíble, excepto por los ojos: Aquellos ojos, los del omega de su sueño, parecían estar reprochándole algo. Mientras que los ojos del pelinegro frente a él, se mostraban llenos de admiración y…algo más, algo difícil de describir.
El hecho de que el chico pareciera estar bajo su control le tranquilizó, permitiéndole retomar el dominio de la situación.
Sin apartar la mirada del pelinegro se dirigió a la mujer que aún se encontraba frente a él, gritándole quien sabe qué cosa.
—La información que traigo para el alfa es de vital importancia—Miró directamente a la mujer esta vez, procurando que le llegara fuerte y claro el mensaje—Traigo información sobre los miembros de la familia Oh, los renegados que escaparon del clan hace algunos años.
La expresión en el rostro de la mujer cambio drásticamente, su ceño fruncido fue reemplazado por un par de ojos bien abiertos, los guardias que hasta hace poco parecían preparados para patear su trasero fuera del castillo de alfa, ahora se encontraban sin palabras ante él. ¡Perfecto! La reacción esperada.
Volvió a echarle un vistazo al pelinegro que temblaba junto a él, el único que parecía no entender la situación. Sus ropas semejaban ser finas y estaban completamente limpias, su piel perfectamente inmaculada, era una clara muestra de que no había tenido ni un solo día de trabajo en su vida. Los ojos, grandes y negros, se veían opacados por las enormes bolsas oscuras bajo ellos. El cabello negro como el ébano caía desordenado por todo su rostro, un poco más largo de lo normal. Era bajo y delgado, parecía más un simple humano que un miembro de la manada. Sin duda era él. Era el hijo del alfa. Él era su objetivo.
Nunca antes le había visto en persona, su única referencia para reconocerle era la información que Ji-Eun, su contacto en el clan y amiga de la infancia, le había estado proporcionado durante todos estos años. El pelinegro parecía incomodo frente a su mirada, cosa que hizo a Sangwoo sentirse satisfecho. Al parecer el asunto sería más fácil de lo esperado.
— ¿Por qué debería creerte?—La voz exaltada de la molesta mujer le hizo regresar a la realidad. Cierto, tenía un asunto que atender.
—Lo pondré de manera sencilla; si estoy mintiendo y me presento ante el alfa sin la información que prometí simplemente seré castigado y usted no habrá perdido nada. Pero… —Una sonrisa de autosuficiencia se dibujó en su rostro—Si en realidad poseo la información y usted no me permite ver al alfa, estarían perdiendo detalles de vital importancia para el clan, y allí quien terminaría perdiendo sería su amo ¿O me equivoco?
La mujer abrió su boca para responder pero la volvió a cerrar frunciendo profundamente el ceño. Sangwoo sonrió con satisfacción.—M-Mikko—Por primera vez el chico pelinegro habló, haciendo que todas las miradas cayeran sobre él, lo que pareció asustarle. Aun así continuó—En mi opinión creo que sería mejor si le permiten al muchacho hablar con mi padre…De-después de todo, si la información que trae es verdaderamente importante, mi padre le recibirá sin problemas.
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Venganza y destino [YAOI//Omegaverse]
FanfictionSegún decían los viejos, las parejas destinadas por los dioses a estar juntos se enlazaban en cuerpo y alma, uniendo sus espíritus para siempre y reencontrándose en la siguiente vida. Dos amantes trágicos se reencuentra en medio de una situació...