7: Alegrías

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White

—¿Qué fue lo que te dijo?—le pregunté un poco serio a Black.
Este me miró con un poco de temor, como si no quisiera decirme la verdad.

—Cosas de chicas.—me respondió Black.
Yo lo miré extrañado, pero sabía que no era esa la verdadera respuesta.

—Black, tú sabes que yo no soy tan tonto como para no darme cuenta de que me estás mintiendo.
—Bueno, está bien. Me contó algunos chismes sobre ti.
—¿Como cuáles?
—Como el que te gusta el helado de soda.—me respondió Black con un poco de gracia.
Este me sonreía, y su cara me mostraba que contaba la verdad. Decidí creerle.

—Bueno, lo dejaré así. Será mejor que nos preparemos para la próxima clase.—le advertí a Black.
Este me asintió y me sonrió con los ojos cerrados, de una forma alegre. Creo que escondía algo...
Quería dejarlo mejor así.
Me aparte de su cabeza, pues aún seguía arriba de él, y le ayudé a recobrar su postura en el asiento.

...

Las clases terminaron después de un tiempo. Historia se pasó volando, pues estuvo entretenido, Biología fue muy confuso, como ayer, Arte fue increíble, pues aprendimos a dibujar bocetos de animales, pero la clase que me gustó en especial fue Música.
Debía decir lo qué pasó ahí.

Cuando llegamos al salón, el maestro nos dio a elegir el instrumento musical que queríamos tocar para todo el ciclo escolar. Había instrumentos musicales para todos, pero si querías uno que alguien más quería, debías luchar por él. En pocas palabras, ¡una batalla musical!
Como siempre, casi todos querían el Gran Piano, pues era el más elegante, más grande, y más fácil de tocar, instrumento musical de todo el salón. Muchos pasaron a tocarlo, y solo pocos pasaron a la segunda ronda.
Yo me decidí por el violín, pues era el que ya sabía tocar mejor. Pero, Black...

—¿No vas a elegir un instrumento?—le pregunté a Black, un poco angustiado.
—Pues quisiera tocar el Gran Piano, pero creo que ya lo tomaron.—me respondió un poco incómodo.
Yo no podía dejarlo así.
Me acerqué al maestro de Música, le toqué el hombro y le dije:

—Disculpe, profesor, pero mi amigo Black, Black Golden, quisiera tocar el Gran Piano, si fuera posible.—le dije.
—Perdón White, pero ya lo ganaron, aunque si le gana al que lo ganó lo puede tomar.—me respondió el maestro.
—¡Sí puede!
—¿En serio? ¿Y tú cómo sabes?
—¡Porque ya lo oí tocar!
—¿Y crees que le puede ganar al otro estudiante?
—¿¡Creo!? ¡Absolutamente!—le respondí muy emocionado.
Todo el salón volteó a ver a Black, y este se sonrojó un poco. Todos decían cosas como: "¿Él le puede ganar a Leo? ¡No nos hagas reír!."

—¿Así que tú eres Black, el que quiere este Gran Piano?—preguntó a Black un león de color amarillo con manchas naranjas, de melena anaranjada, en un tono incómodo, llamado Leo.
Con esto, Black me volteó a ver con una cara que me decía: "¿¡Qué hiciste!?".Después de hacer eso, volteó a ver al león y le respondió.

—Pues me gustaría mucho.—le respondió Black amablemente.
—El que te guste mucho no significa que pueda ser tuyo. Será mejor que tengas eso como un deseo imposible.—le respondió con un tono egoísta Leo.
La clase empezaba a abuchear a Black, y este quería alejarse.
Debía hacer algo.

—¡Haber, si tanto te crees, muéstranos tu mejor pieza musical, Leo!—le exclamé a este.
Todos se quedaron callados, y luego empezaron a decir cosas como: "No lo necesita demostrar."

—Bueno, si tanto deseas.—me respondió Leo con mucha confianza.
Con esto, se volteó hacia el piano, se sentó en él, y lo empezó a tocar.

Leo tocó una pieza musical muy rara, pero llena de energía. La pieza se llamaba Arebesque.

La tocó un poco mal, pues se podía oír cómo se saltaba unas teclas y como olvidaba otras, pero esto no le importaba al grupo.
Cuando finalizó, todos le aplaudieron, incluyendo al maestro, excepto yo.
Todos se me quedaron viendo, pero Leo aún tenía su cara llena de orgullo y egolatría.

—¡Black! ¡Muéstrale tu mejor pieza!—le exclamé a Black.
Este pasó apenado hacía el Gran Piano, se sentó, y empezó a tocar.
Al principio empezó a tocar muy lento, pero al cabo de unos segundos, cambió a un tono muy rápido y difícil, casi imposible, con mucha determinación.
Parecía que no quería perder.
No me sabía el nombre de la pieza, pero el maestro, con la boca abierta, la describió:
Viento de Invierno.

Al oírla, todos se petrificaron, incluso el maestro. La forma en que Black tocaba el Gran Piano no se había visto antes en el salón. Nadie lo podía creer, pero era cierto. Black seguía tocando, y mientras este lo hacía, se podía notar como bajaba un poco el ritmo, y , a la vez, cómo lo aceleraba. Parecía como si soplará un gran viento que levanta las hojas otoño.

Cuando Black terminó de tocar, este se paró del asiento, un poco apenado. Pasaron unos segundos cuando yo empecé a aplaudir, después Amy me siguió, y, al cabo de unos segundos, los demás, incluyendo al maestro, empezaron a aplaudir.
Black se sonrojó mucho por esto, y bajó la cara un poco apenado.
Podía ver cómo Leo tenía la boca abierta.

—Cierra la boca, que entran las moscas.—le dijo Amy a Leo en un tono burlón, cerrándole la boca.

Black se alejó un poco del Gran Piano, y en el momento en el que se alejó, todos se le acercaron y le empezaron a preguntar muchas cosas, como: "¿Dónde aprendiste a tocar así? ¿Me puedes enseñar?"

...

Ya era salida, lo que significaba, ¡clases extracurriculares! (Clases extras que se toman después de la salida en la escuela)
Yo me preparé para ir a entrenar fútbol, cuando Black viene hacia mi dirección muy contento.

—¡El maestro de Música me pidió que entrara a tocar la "Ceremonia de Entrada Musical" del Festival Navideño!—me comentó Black muy alegre.
Yo lo felicité por eso, y, de pronto, se me ocurrió una idea.

—¿Vas a estar practicando en el Salón de Música después de clases?—le pregunté.
—¡Sí! ¡Hasta el Festival Navideño!—me respondió Black muy contento.
—Bueno, quería decirte que, como el Salón de Música está a lado de la cancha, me gustaría que tocaras el Gran Piano con la ventana abierta, para poder oírte tocar. ¡Eso me alegraría mucho en el entrenamiento, pues realmente me gusta oírte tocar!
—¿En serio?
—¡Sí! ¿Podrías, entonces?
—¡Claro, White! Me parece perfecto.
—¡Muchas gracias!—le agradecí a Black contento.
Lo agarré del cuello con los brazos y le lamí la cara en forma de agradecimiento. Black se sonrojó mucho con esto.
Seguimos platicando un poco, cuando de pronto vino un chico muy raro.
Solo se le podía ver la sombra, pues estaba en una pared, y se nos acercó un poco. Se fijó en Black, y le preguntó.

—¿Tú eres Black Golden, verdad?—le preguntó el chico a Black.
—Si, mucho gusto.—le respondió amablemente Black.
—Jeje, el gusto es mío, Golden Scarlett. Por cierto,—le comentaba el chico raro a Black, cuando se fija en mí,—tú eres White, White Skyblue Rosewell, ¿verdad?
Black se quedó paralizado al oír la respuesta. Yo también lo hice. Black no le había contado a nadie su segundo apellido, es más, nunca lo habíamos mencionado, y yo ni siquiera había dicho ninguno de mis apellidos a nadie.

¿Quién era este tipo?

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nwn

Un Brillo Blanco y Negro (Furry/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora