Desperté repentinamente, estaba tirada sobre un colchón semi-desecho, estaba demasiado blando del desgaste excesivo. Todo mi cuerpo dolía de formas extremas, sentía que nada de mí podía moverse, aleluya era poder mover la articulación de un dedo sin sentir dolor. Quise voltear mi cabeza para saber donde estaba pero ni eso podía, solo podía recordar que estaba drogada y golpeada sobre otro asqueroso colchón con asqueroso hombre encima, no recuerdo nada. No logro saber al menos el ambiente en donde me encuentro.
Intenté e intente por varios minutos con todas las fuerzas de todo el mundo, rezando bravamente solo para moverme con un dolor soportable, pero mi cuerpo era peor que una muñeca de trapo, ya que ni sentarme podía, entre más luchaba por mover mis extremidades, sentía que más me dañaba.
Pequeñas lagrimas caía del dolor que sentía, no quería llorar pero ni limpiarme podía en estas condiciones.
¡Diablos! Que jodida impotencia, esto no se aguantaba, empecé a revolcarme para rodar mi cuerpo y lo logré, mientras rodaba mi cabeza miraba por donde estaba, no era el cuarto donde antes estaba, había otras chicas en otros colchones mirándome, de todas esas cara reconocí solo una y me sorprendí. Esa chica que entro al cuarto donde estaba antes, ella es más que una simple chica secuestrada, eso o una espía en potencia.
- ¡Tú! -Grité fuerte buscando la atención de la chica con las pocas fuerzas que tenía.
La chica totalmente despreocupada se paro y caminó hacía mí. Me miraba, claro que era diferente, se notaba al mirarla a los ojos, ella no tenía temor, ella caminaba como si fuera "la dueña", ese aire de superior que emanaba era casi igual que al de Mica.
Ella me pateó un poco haciéndome rodar para que quedara boca abajo, sonriendo felizmente como si fuera una bola de fútbol.
- Así que niña especial, dejaste tu palacio ¿No? -dijo con esos aires que hacían que no la quiera- de paso andas gritando como si aun llevaras la corona, he niña.
- Lo hice porque tu sabes -Trate de insinuar el encuentro en la habitación, ella me pateó otra vez y esta vez quede boca arriba.
- Entiendo, deja ese tema -Me miro sonriendo y me movió un poco más con sus pies, mis extremidades estaban tiesas y ya ni ganas de resistirme quedaban, solo me podía dura como tabla para seguir rodando- ¿Me contarás qué te paso?
- Ni yo sé lo que paso -Dije crudamente con sinceridad.
Ella se inclinó para mirarme a los ojos, y ladeando los ojos.
- Pensé que eras una clase de carne virgen que se tenía que resguardar para un viejo excéntrico, tipo como en India, o esos lugares con fetiches raros, juraba eso, pero cuando vi que hasta de oferta estabas mija, todo eso se fue a la chingada, oyeme ya ni sé que eres aquí, creo que dejaste de ser una pieza importante, creí que todo esto llevaba a un juego de cosas más excitantes, en el fondo -Suspiró mientras miraba la puerta -m e decepciona que termine así y que no seas un caso imposible.
- Tienes mucha imaginación -Dije algo cansada y adolorida aún.
- Digamos que es uno de mis muchos fuertes chamaca.
- Hablas muy lindo -Dije por aquellas palabras que me hacían reír un poco.
- Digamos, digamos que estamos más en "confianza" -Dijo mientras distorsionaba un poco la palabra confianza.
"Esa perra, seguro tiene algo tras suyo"
"No me creo esto"
"Esto es raro"
Las otras chicas murmuraban esas palabras que apenas lograba entender, esas tres fueron las más claras.
La chica miro hacía atrás desafiante a las otras con el puño hacía arriba.
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Tu cenicienta (Sin editar)
Misterio / SuspensoADVERTENCIA: Esta historia contiene lenguaje vulgar, escenas atrevidas, se recomienda ser mayor de 18 para leerla. Dicha la advertencia disfruten de la historia, es muy fuerte y se trata de concientizar a las personas de la trata de personas, al ig...