Los expedientes de la isla de los perdidos [Disney Descendientes/#LPDA]

Ginny Gothel

Si algo que la chica de ojos grises verdosos sabía, era como amanecer sin una arruga o imperfección, y estaba bastante orgullosa de eso. 

Ginny Gothel se preparaba para otro pésimo y oscuro día en Dragon Hall junto a los otros hijos de villanos todavía encerrados en la isla de los perdidos. Peinaba su cabello negro azabache para luego sacudirlo un poco, quería ver como su pelo quedaba ondulado cerca de las puntas de manera que le gustara.

—¡Ginny! —exclamó la voz de su madre sonó desde abajo—¡Ven aquí!

—Hora de empezar... —se dijo a sí misma dejando su cepillo en el tocador.

Bajó hacia la sala de la torre, donde su madre estaba tomando algo de una taza astillada y leía una vieja revista de chismes y moda.

—Hola, madre —saludó la chica a su madre—. Veo que ya estás desayunando.

—Ginny, querida —dijo su madre desde la mesa—. Ponte los zapatos, sabes que no tolero verte sin ellos.

La chica se llevó la sorpresa de ver que su madre estaba en lo cierto, ella había bajado de su habitación sin zapatos, obviamente no iba a ir por la isla así, tenía que buscar sus zapatos de inmediato.

—Lo olvidé, madre —dijo la chica.

—Pues, ¿qué esperas a ponerte un buen par de zapatos, niña? —preguntó su madre, dirigiendole una mirada esta vez.

Ginny asintió, algo avergonzada por ello.

—Sí, madre —dijo la chico a volviéndose hacia las escaleras de nuevo.

Luego de volver a subir y bajar de su habitación con sus botas puestas, cuando vio que su madre estaba recogiendo su bolso y lista para irse.

—¿Ya te vas? —preguntó Ginny viendo lo que hacía su madre.

—Claro, tengo que llegar antes ya que Facilier quiere discutir algo de los castigos —Madre Gothel rodó los ojos antes de tomar la trampilla de abajo

Ginny tomó su brazo derecho, llevando la mirada al suelo. Cuando creía que su madre ya se había ido, ella estuvo a punto de volverse a otro lado cuando escuchó un sonido desde donde su madre había desaparecido.

—Debo decirte que más tarde iré al spa con Cruella y Madame Medusa —dijo su madre, apareciendo de nuevo por la trampilla—. No me esperes.

Ginny no respondió después de eso. Su madre ya había se había ido de su torre cuando ella decidió que mejor era irse también, podría comer algo de camino al Dragon Hall.

La chica tomó su mochila y se aseguró que no olvidaba nada necesario, para entonces abrir la ventana de la torre, Ginny sonrió.

Frente suyo había dos cuerdas que iban hacia abajo

La chica tomó uno de los lados de la cuerda y bajó mientras ésta rodaba por la polea arriba y abajo. Ginny se subió al borde de la ventana y se agarró fuerte y saltó.

Ginny pensaba en como Rapunzel debía hacer para subir y bajar a su madre cada día de cada semana, sin falta.

Eso debía dolerle en el cuero cabelludo.

La verdad era más divertido, de la manera que Ginny lo hacía. 

La cuerda no llegaba hasta abajo como precaución a que alguien quisiera entrar a la torre indebidamente, así que estaba a unos cuantos pies arriba del suelo, por lo que la chica debía estar preparada para saltar.