Capítulo 17: No todos los cambios son buenos | Parte I

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(Para una mejor experiencia, recomiendo reproducir la canción de arriba, cuando en la historia se ponga =D )

Amélie Lacroix aparte de haberse convertido en una fabulosa francotiradora, también se había convertido en una excelente bailarina. Y ahora que la guerra había terminado tenía más tiempo para su hobbie.

Vestía con un tutu blanco. Su piel estaba pintada de color azul exceptuando sus labios y la sombra de sus ojos, que eran de color blanco. Portaba un hermoso gorro con forma de cisne.

Amélie interpretaba a la protagonista de la famosa obra de teatro "El lago de los cisnes".

El escenario estaba repleto de bailarinas y en el centro se hallaba, Amélie y su compañero protagonista.

-Oh, Odette, ¿quién te hizo esto? -preguntó el hombre.

-El malvado Rothbart, Sigfrido. Me transformó en otro ser completamente distinto a mí -gimió Amélie.

El equipo de Overwatch, desde las butacas, observaban la obra con admiración. Y en lo alto del recinto, en los palcos, se hallaba una mujer con un antifaz de un cisne negro en sus ojos.

Al terminar la obra, la gente aplaudió y Gérard subió al escenario.

-¡Un momento por favor!

La gente dejó de aplaudir y atendió al hombre.

La misteriosa mujer de los palcos se fijó atentamente en él.

-Amélie... -el hombre alzó la mano hacía su amada.

La joven se acercó hasta él.

-Amélie, has estado fabulosa, como siempre.

-Gracias cariño, pero...

-Tranquila, me permiten estar haciendo esto.

-¿Hacer qué?

-Amélie, tu eres la persona que más amo en este mundo... Y quiero que sepas, que eres la única persona que me ha enseñado, realmente lo que es el amor. Soy afortunado por tenerte...

Amélie empezó a llorar de emoción.

-Y no quiero perderte, me da igual que sean cinco o cien minutos... No me importa el tiempo que este sin ti, pues estaremos juntos en alma y en espíritu...Verás Amélie, quiero compartir todo el resto de mi existencia... con el amor de mi vida... contigo.

Gérard se arrodilló y extrajo una pequeña cajita morada.

-Amélie...

La mujer se llevó las manos a la boca.

El hombre abrió la cajita, mostrando un precioso anillo con una perla morada incrustada.

-¿Quieres casarte conmigo?

Hubo un silencio en la sala.

Amélie no podía responder debido a su emoción.

El corazón de Gérard se impulsó.

-¡Por supuesto que sí!

La pareja se besó con pasión mientras el público aplaudía.

La mujer de los palcos, sin embargo, se mantuvo seria y dijo algo a sus acompañantes:

-Acabó de pensar el plan de mi venganza contra el inalcanzable Gérard Lacroix... ¿Muchachos, podéis recordarme qué regla le impuso Dios a Adán y a Eva?

-Que no comiesen del árbol de la vida, señora -respondió un acompañante.

-¿Y quién desobedeció tal regla?

Overwatch | La NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora