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Me senté, y mire a mi alrededor, miraba cuidadosamente a cada tipo de persona que pasaba frente a mi ... altas, pequeñas,gordas, felices, tristes, solitarios, en compañía y de diversas formas. Cada uno con rasgos diferentes uno que otro con rasgos similares pero, muy rara la vez, imagine lo que pensaba cada uno y valla que con la cara que llevaban era mas fácil adivinar que es lo que harían, al principio era gracioso pero comencé a ver rostros intrigados que mostraban tristeza, desesperación entonces deje de verlos porque me sentí estresada. Fue ahí cuando decidi mirar solo el paisaje; en realidad era un paisaje poco convencional ya que no es nada natural jajaja, esta repleto de casas y locales, ¡Joder! Que se supone que admirare. Me rendí y decidí seguir a alguien. En ese momento un chico poco común , de conflexión delgada, cabello castaño, de piel blanca, paso frente a mi, llevaba una mochila que no tenia nada que ver a como iba vestido, y con mayor razón me llamo la atención. Me levanté tomé mis cosas y lo seguí silenciosamente para que no se diera cuenta que lo seguía.
Cruzamos un zócalo repleto de gente, mire su actitud y se veía nervioso, volteaba a todos lados como si no quisiera
que lo vieran, cada vez moría por saber a donde iría ¡porque tanto misterio!
Después de caminar por lugares muy poblados el chico dio vuelta en una calle algo sola, como sabía que se daría cuenta de mi, saque mis audífonos y simule que yo iba por mi rumbo. El chico caminaba cada vez mas rápido, me costaba trabajo llevarle el paso. Enseguida el se metió en una unidad habitacional abandonada, al principio pensé que vivía ahí y que mi curiosidad iba a terminar, pero al ver que todas las casas estaban abandonadas me di cuenta que no vivía ahí. ¿Que podría hacer un chico bien vestido en una unidad de casas abandonada?
Como quería saber tuve que entrar con el, el se fue hasta las ultimas casas y yo iba tras el, entonces abrió la puerta que estaba mas que descuidada y se metió. Las ventanas estaban cubiertas por periódicos de fechas recientes ¡Oh joder!¡¿ que es ese olor tan repugnante!? Apestaba horrible era como el olor a algo que ya había pasado su tiempo era una peste tremenda, y con ella un mosquerio.
Me acerque a la ventana de forma que no se diera cuenta de mi presencia y me asome. En ese momento mi corazón se congelo por completo no pude moverme, me quede estática al ver lo que había detrás de la ventana. El chico había abierto su mochila y pude apreciar como había en ella ¡partes de ubn cuerpo! Gire mi mirada y vi que los periódicos que estaban en la ventana hablaban de un secuestro de mucho tiempo que había terminado en tragedia puesto que la victima había sido arrojado en partes, esa noticia era demasiado fuerte pero no le tome tanta importancia, mire al chico, quería saber si había una relación entre ambas cosas. El chico empezó a llorar y a hablar, decía: "que te han hecho princesa" "tu y yo estaremos juntos por siempre" el joven saco cada una de la partes de la mochila y las puso sobre la mesa que estaba en la casa, ¡Juro que en vez de darme miedo, asco u otra cosa relacionada!, me dio tristeza y curiosidad. ¡Mierda! El chico estaba cociendo cada una de las partes con hilo y aguja, no había duda la chica era la protagonista de la noticia y la novia del joven. Paso un buen rato y el chico termino de cocer a la jovencita, era espeluznante pero no quería irme hasta mirar que haría con ella, imaginaba mil cosas que no sabia cual haría. La vistió y convivo con ella como si estuviera viva, ¡En verdad hablaba con ella! Le contaba lo difícil que había sido sacarla de la forense.
Anocheció y se despidió de ella, yo corri a esconderme para que no me viera, no sabia como podría reaccionar, antes de cerrar la puerta el chico dijo "no te preocupes princesa mañana volveré contigo lo prometo" entonces partió por el mismo camino. Salí del arbusto en el que estaba y me asome a la ventana, el joven la había acostado simulando que ella dormía, ¡estaba enfermo en verdad!
Quería verla mas de cerca asi que abrí la puerta y me meti, la había cocido tan minuciosamente que parecía que Asi era su piel. Todo estaba tranquilo hasta que el sonido de mi celular me hizo brincar del susto, era mi mamá, conteste y obviamente me regaño.

EL CHICO MANIACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora