– No.
– ¿Entonces que hace aquí?, ¿por qué está aquí?
– Básicamente por qué me estaba ayudando a encontrarte, de verdad que varias semanas después de que te fuiste, decidí que quería volver a verte, a ti y a Valeria. Me di por vencida hace apenas un mes, hasta que Fanny se atravesó en medio de mi camino y te detuvieron, así fue como te encontré. Los encontré.
– ¿De verdad?, ¿por qué nunca llamaste?
– Lo intente, pero no timbraba, ¿como iba yo a saber qué cambiarías tu número de teléfono?, de nuevo, de no ser por Fanny, seguiría sin encontrarte.
– Si nunca hubiese comenzado una relación con Amalia, tal vez seguiría sin conocer a Valeria segunda, y tú no conocerías a Valeria primera.
Ana soltó una carcajada:– oye ¿que?, es Valeria y Valentina.
– Me encanta verte reír. Es lo mejor del mundo. Y ya lo sé, solo sonaba un poco gracioso ¿no?
Ana volteo a ver las manos de Fernando al notarlas un poco raspadas de los nudillos.
Las tomo con sus manos y volteo a ver a Fernando con la mano debajo de la de él.
– ¿Que te pasó?
– Tuve una pelea con la pared de tu sala, al parecer me gano.
– ¿Por que lo hiciste?
– No soporte la idea de que estuvieras con Rodrigo, ayer.
Ana beso ambas manos de Fernando, dulcemente.
– Estoy casi segura que no pasó absolutamente nada.
– Es el problema "casi".– separó sus manos de Ana.
– Será mejor que... te vayas, te des un baño, me ayudas a levantar a los niños y en unos minutos nos vemos en el desayuno, ¿te parece?
– Si, perfecto.– sonrío a Ana y después salió de la habitación.
•
Luego de varios minutos de terminar de ayudar a los niños a cambiarse, Fernando se dirigió junto con ellos a la cocina, se sentaron todos, dejando dos lugares libres y juntos para Fernando y Ana.
– Pa, ¿por qué no vas con Ana?, la despiertas y le dices que la estamos esperando para desayunar.
Fernando le sonrío a Fanny:– Ella ya está despierta, de echo fue quien me pidió que los despertara. Así que voy a ir con ella, para ver si ya está lista.
Salió de la cocina y se dirigió con Ana, se quedó de pie observando la puerta un rato, toco y entro después de escuchar que dijera que pasara.
Observo que hablaba por teléfono, el metió sus manos a sus bolsillos y solo la miraba.
– Aquí estaremos. Em, si si, si quieren acompañarnos no hay problema. Si, alrededor de las 2:30 más o menos. Ok, entonces nos vemos allá.
– ¿Con quien hablabas?, creí que iríamos a comprar los uniformes de los niños, bueno eso le entendí a Rodrigo.
– Hablaba con tu padre y tu hermano, quieren verte, a ti y a nuestras hijas, los veremos por allá. Y mis padres vendrán también, no creo que tarden en llegar, quieren hablar contigo.
– ¿De verdad?– soltó un suspiro–. No sé qué cara les voy a poner, después de haberme desaparecido tres años y medio.
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¿Y tú?, ¿Me amas?
Lãng mạn- ¿En verdad crees que te ama? -Claro que si... -¡Veámoslo!.