Black—Tú eres White, White Skyblue Rosewell, ¿verdad?—le preguntó el chico raro a White.
Ante esto, White y yo nos quedamos paralizados. No le habíamos dicho a nadie nuestros apellidos, y mucho menos White.—¿Quién eres?—le pregunté.
—¿No me he presentado yo, verdad? Bueno,—me contestaba, cuando cambia su tono de chismoso a un tono de detective, y sale de la sombra de la pared, mostrándose, un lobo de pelaje gris,—me llamo Grey, Grey Platinum, pero me pueden decir solo Grey. Estoy en el salón de a lado del suyo. Es un placer conocerlos en persona...
Nos contaba Grey, cuando se fija en mí, y se me acerca.—Tienes el cachete más suave de lo que creía.—me decía Grey mientras me acariciaba el cachete con unos guantes que tenía en las manos.
—¿Qué le estás haciendo a Black?—le pregunta White a Grey un poco molesto.
—Solo quería probar mi hipótesis. No es nada en especial, a diferencia tuya.—le responde Grey.
—¿Y... por qué viniste con nosotros?—le pregunté a Grey un poco incómodo con las caricias.
Este me miró fijamente a los ojos, como si me quisiera decir algo con ellos, y dejó de acariciarme.
—Black, ocupo ir a tu casa. Te tengo que explicar algunas cosas.—me aclaró Grey aún con su tono de detective.
No sé que estaba pasando realmente, pero no parecía gustarle mucho a White.
—¡Black, yo también!—me exclamó White, apartando un poco a Grey con el brazo.
—No sé si sea correcto que tú también vayas, pero me puede servir de algo.—le dijo Grey a White.
—¡Pe-Pero por qué en mi casa!—les exclamé un poco nervioso.
—Porque ahí está la primera pista.—me respondió Grey con su tono de detective.
—¿Primera pista?—le repliqué preguntándole.
—Mejor ahorrémonos las palabras y empecemos a caminar.—nos aconsejó Grey.
—Pero... ocupamos ir a nuestras clases extra.—le respondí un poco desanimado.
—¡Es cierto!—le exclamó White en un tono de victoria.
—Nunca dije que debía ser ahora. Además, hoy Black no debe practicar necesariamente.—nos aclaraba Grey aún con su tono de detective,—Debemos irnos. Apresúrate, Black.
Grey me hizo acordar la verdad de que hoy no tenía que ir a mi clase extra necesariamente. A la Clase de Piano podía ir nada más los días que quisiera hasta el Festival Navideño. Como se veía ocupado con mi asunto, lo decidí acompañar en el camino a mi casa. Me sorprendió que White también quisiera ir, pues él sí debía practicar necesariamente fútbol. Los tres nos dirigimos a mi casa....
Una vez dentro, Grey empezó a hablar.
—Según el caso de hace algunos años, en la escena del crímen, había unos objetos junto al cuerpo de Yellow Scarlett, la madre de Black. Entre ellos, había una rosa. ¿Aún la tienes, Black?—me preguntó Grey.
—Sí, así es. ¿La traigo?—le respondí con una pregunta, un poco angustiado por lo que me pidió.
—Sería lo más adecuado.—me respondió Grey educadamente.
Yo me giré en dirección a un cuarto viejo que tenía mi casa, entré, y empecé a buscar la rosa. Después de unos segundos, la encontré dentro de una botella de vidrio que estaba tapada por un tapón. La agarré y me la llevé de vuelta a Grey.
Cuando volví, Grey y White estaban hablando. No pude oír la conversación, pues se callaron cuando notaron que ya estaba llegando. Al hacerlo, Grey me miró un poco sorprendido.—Así que esa es la rosa, ¿no?—me preguntó un poco sorprendido.
—Sí, es esta.—le respondí un poco molesto.
—¿Para qué la ocupas, Grey?—le preguntó White a Grey, un poco angustiado.
—Para analizarla un poco.—nos respondió.
White y yo nos quedamos pensando un poco en eso, y de pronto Grey agarró la botella de vidrio, quitó el tapón, y sacó la rosa.
La empezó a tocar un poco, y la observaba sorprendido.—Una rosa parece inofensiva a primera vista, pero esta se defiende con sus espinas, y las puede usar para atacar. Las rosas atacan cuando menos te lo esperas, en especial cuando les tomas afecto o cariño. Lo que me sorprende de esta rosa es que aún sigue viva después de varios años. Es como si fuera inmortal. Una rosa en buen estado. Una rosa buena.—nos explicaba Grey.
—¿Y a qué viene todo esto?—le preguntó un poco confundido White.
—Bueno, que es algo raro. Según Black, él morirá de la misma forma en que su madre lo hizo. Si podemos impedir eso, él podrá vivir. Me sorprende el estado de esta rosa, pues está en muy buen estado, y me recuerda al nombre de alguien. Será mejor que hable de eso en otro momento. Black, White, ocupo de su ayuda. White, tú quédate así cómo estás.—nos explicaba Grey con su tono de detective.
—¿Me quedo así? Ósea, ¿no hago nada?—le preguntó White un poco confundido a Grey.
—Exacto. Black, tú quítate la camisa.—me exclamó Grey.
—¿¡Qué!?—exclamamos White y yo.
—Black, tú solo hazlo.—me dijo Grey un poco serio.
Yo no sabía lo que nos quería hacer. ¿Y si él es parte de la familia que me va a matar? Tenía mis dudas, pero no parecía que fuera a hacerme algo malo.
Me quité la camisa, dejando tanto mi pecho como mi espalda al descubierto. Con esto, White se sonrojó un poco.—Tienes una buena formación en el pecho y abdomen. Me sorprende.—me decía Grey un poco pervertido, cuando vuelve a su tono de detective,—Volviendo al tema, Black, quédate así.
Al decir eso, Grey se alejó un poco, se dirigió a un taburete que tenía a lado, se quitó los guantes, y los dejó arriba del taburete.
Se le podía ver que en la palma de su mano derecha tenía un rayo negro. White y yo nos sorprendimos un poco, pero luego Grey nos hizo unas señas.—White, ocupo que pongas tu cabeza en la espalda de Black. Black, no te apartes de White.—nos explicaba Grey,—Traten de conectar su luna y su estrella.
—Okay.—le respondimos White y yo.
Ambos nos juntamos como nos dijo Grey, y podía sentir que la cabeza de White estaba sonrojada, ya que estaba un poco caliente.
—Ahora, sigo yo.—nos seguía explicando Grey,—Por favor, no se aparten por nada en el mundo. ¿Entendieron?
—Sí.—le respondimos White y yo un poco dudosos.
—Okay, aquí vamos.—nos decía Grey, cuando pone la palma de su mano derecha en nuestra conexión, juntando la estrella de White, mi luna blanca, y su rayo negro. Después, empezó a recitar unas palabras:
¡Stellae caeli,
manifestum responsa vera dilectione,
coniungi cogitationemque,
animos melius,
responsionibus!Al decir esas palabras, pasaron unos segundos cuando los tres empezamos a brillar muy raro. Yo brillaba de blanco, White brillaba de negro, y Grey brillaba de gris. Seguimos brillando un poco, cuando se logra ver cómo una luz blanca nos ilumina, y esta nos empieza a cegar la vista.
Mis ojos empezaron a cerrarse lentamente de una manera forzada.
No podía ver nada, ni a nadie....
Empecé a despertarme lentamente.
Había una pradera con algunos árboles alrededor. Los pájaros cantaban, la brisa del sol me pegaba, el viento corría, y las flores florecían. Yo estaba sentado ahí, debajo de la sombra del árbol.¿Dónde estaba?
¡Hola!
¡Gracias por leer!
¡Si te gustó, no olvides dejar tu ⭐️!
¡Agradezco todo el apoyo!
¡Gracias!
nwn
ESTÁS LEYENDO
Un Brillo Blanco y Negro (Furry/Gay)
Teen FictionEn una secundaria privada, dentro de un mundo futurista, White, un chico reconocido en su escuela por su ingenio y deportivo, inicia las clases junto a su compañero de banco, Black, con el cual se lleva un problema que hace que se odien por un rato...