Lo primero que hago al llegar a casa es ponerme la ropa interior, no volveré a salir de casa sin sujetador y no volveré a olvidarme el tanga o bragas en casa de nadie, por lo menos en la de un tio no, que vergüenza como Ian lo encuentre antes que Lucas. Ahora me quedo con la duda, no sé si las chicas han oído lo que ha pasado entre Lucas y yo, espero que sea que no, porque como sea que si... me da algo.
no quiero salir de casa en todo el día, me da miedo pensar que se podrían haber enterado de lo ocurrido, pero por otra parte se, que si les da la gana se presentan en mi casa como si nada. Me da risa solo de pensar en como he salido corriendo de casa de Lucas, en mis años de vida, me han pasado cosas como bulimia, algún intento de suicidio, pero esto nunca. Me resulta raro esto, saber que casi me suicido pero en mi vida me pillan haciendo nada sexual, soy más rara que un perro verde.
Hago la comida rápida para mi prima, yo paso de comer, no tengo hambre esto me ha cerrado el estómago para un rato. Cojo el portátil y me pongo una serie en Netflix, la novedad ahora es ¨por trece razones ¨ una serie que trata de un suicidio de una chica, me gustaría leerme el libro primero pero no tengo dinero hasta que no cobre o no me contraten en algún sitio. Mientras oigo a la impaciente de Natalia quejarse de que la comida quema, pongo el último episodio de la serie.
Al principio te pone una advertencia de que el capítulo contiene violencia y suicidios en imágenes muy directas y no es recomendado que lo vean menores, la sangre me marea asique cerraré los ojos cuando eso salga. Ver la serie te cambia, cambia tu manera de pensar y de como actuar, te enseña el daño que puedes llegar a hacer aunque no tengas intención de hacerlo y de que no debemos juzgar a las personas por algo que nadie sabe. Pero así somos, juzgamos y dependemos de las opiniones de mierda de la gente y luego pasa lo que pasa, suicidios, peleas, asesinatos, aunque la victima siempre será el culpable. Por débil, como no.
Llevo un rato viendo el episodio, ya que dura una hora cada uno y me están dando ganas de llorar mientras miro mis cicatrices, fui muy gilipollas en ese momento y me arrepiento de cada corte que me hice, de cada lagrima que llegué a derramar y por no haberme querido tanto como lo hago ahora. Ahí está la parte fuerte, cierro los ojos pero lo sigo oyendo, oigo el dolor que transmite la escena y hace que se me escape una lagrima, esa gota de agua corre por mi mejilla a mucha velocidad, después de un rato termina el episodio y la serie. Y ya no se que hacer durante todo el día.
Voy a la cocina para coger algo de picar, la barriga me ruge y me duele, necesito algo de comer, no mucho porque se que me lleno en un santiamén, cojo una cajita de arándanos y frambuesas, otra de fresas y un plátano, ja. Que oportuna la frutita.
Cojo el zumo de naranja de la nevera y me sirvo un poco en un vaso. Como rápida para ver alguna otra serie, ya que no voy a salir, también podría ver una película... o dormir las horas que me faltan, que guay un día entero durmiendo, comiendo y viendo Netflix.
Cuando decido mirar el teléfono, veo que tengo mensajes de las chicas, pero ninguno es de Lucas diciendo que ha encontrado mi tanga, ni si quiera comentando lo de antes... luego me llamará, iré a su casa y pasará lo mismo. Este chico me enerva mucho, pero me gusta, me gustan sus tatuajes y sus ojos café, son adictivos. Antes de tirarle el vaso de agua helada, me he dado cuenta de la estantería que tiene, he podido lee algún que otro titulo, entre ellos estaban: Nerve, cumbres borrascosas, Marina...
Me encantan los chicos que leen. Su habitación es prácticamente blanca, tiene algún toque gris y el color de los libros que resaltaban un montón. Me gusta eso para mi cuarto, quitaría la pintura rosa y morada que puso mi tito antes de fallecer por un infarto, me da pena quitar esa pintura pero mi cuarto necesita un cambio radical, ya no tengo ocho años.
Cuando miro el teléfono un mensaje me sorprende, es Ian. Nos ha pillado, seguro no... segurísimo. No me atrevo a mirarlo, pero la intriga puede conmigo y acabo abriendo la conversación.
- Talia, tenemos que hablar de lo de esta mañana.-
Mierda.
Sabía que esto iba a pasar, pero tan pronto no joder...
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Promesas de mierda.
RandomTalia una estudiante de bachiller conoce a Lucas en una cafetería con sus amigas, ambos empiezan una relación basada en promesas imposibles de cumplir. promesas rotas, engaños, traición... al fin y al cabo no todos los cuentos de amor son bonitos.