Hizo lo único que necesitaba; que me escucharan es como aquel desconocido del parque no sé porque ahora me daba por contarle mi vida a desconocidos supongo que a veces es más fácil, no te importa lo que piensen de ti, si quieres no los vuelves a ver aunque este no fue el caso.
Al llegar el pidió nuestros cafés
-¿Qué nombre le pongo al café?-preguntó el empleado
Caí en cuenta que ni nuestros nombres sabíamos
-¿Cuál es tu nombre?- me dijo apenado
-Regina- le conteste y sonreí
Ya sentados en la mesa leí el nombre en su vaso "Max".
Creí que la conversación seria un poco torpe ya que no se me da muy bien esto pero me sorprendí iniciando la plática.
-Crees que no escuchar a alguien es solo pensar en ti- pregunte, vi su expresión y sabia que contestaría que era una pregunta obvia, así que antes de que hablara reformule mi pregunta
-Está bien, eso sonó muy tonto, tendré que contarlo todo desde un principio...
Y le conté todo desde que lo vi por primera vez y escupí agua hasta nuestro encuentro de hoy.
-Por lo que me cuentas todo se ve bastante claro, pero creo que al menos debiste escuchar su versión de la historia.- me dijo
-Lo poco que lo deje hablar solo hizo que me lastimara.-baje la mirada
-Tienes razón pero debiste escuchar su versión y no por el sino por ti, para que no te quedaras con el que hubiera pasado.-
-Pues las cosas sucedieron así y tal vez estuve mal al no escucharlo pero yo ya no puedo seguirlo escuchando, no quiero.
-Las cosas se dieron así y si no quieres escucharlo está bien lo importante es que tu estés tranquila y que al final cuando lo recuerdes, no lo recuerdes con odio, las cosas no se olvidan, se superan y tal vez no es fácil pero es lo mejor, porque el guardarle rencor no le afecta a él, te afecta a ti.-
Tenía razón, aunque es más fácil decir las cosas que hacerlas pero estaba dispuesta a intentarlo y si de algo me sirvió esto es darme cuenta que el chico malo definitivamente no es el chico perfecto para mí.
Cuando ya estaba más tranquila empezamos a platicar sobre cosas vagas hasta que me sorprendió con su pregunta.
-Sé que es un poco pronto para ti pero ¿te gustaría salir conmigo este viernes?
-Si, me gustaría-probablemente estuvo mal que aceptara salir con un desconocido a fin de cuentas el fue muy amable conmigo, me invito un café y me escucho hablar como por dos horas, merece un oportunidad, además, viéndolo bien, no era nada feo
No me quiso decir a dónde íbamos a ir, ni siquiera cuando le insistí para que me dijera que debería ponerme, el solo me contesto que no importaba lo que llevara puesto, sé que eso suena a peligro no debería de salir con personas que no conozco que tal si esa cita solo era para secuestrarme ok exagere un poco, pero si tenía malas experiencias con desconocidos un ejemplo muy claro: Alan.
Llego el viernes y llego justo a las 4 como él había dicho, me vestí sencilla ya que me dijo que no me preocupara por eso.
Llegamos a un centro comercial, supuse que iríamos al cine pero me sorprendo al entrar a una tienda de vestidos y ahí fue cuando me dijo
-Me vas a acompañar a mi fiesta de graduación- me tomo de la mano y nos dirigimos a la sección de vestidos largos
Abrí la boca decidida a hablar pero la verdad no sabía que decir muchas ideas pasaban por mi cabeza, la primera era: yo no llevaba dinero para comprar un vestido.
Esto era una locura como iba a ir a la graduación de alguien a quien acababa de conocer.
Cuando llegamos a la sección de vestidos largos automáticamente me enamore del vestido que estaba en un maniquí, al parecer Max pensó lo mismo
-Me gusta este-dijo señalando el vestido que también me había gustado a mí.
Era un vestido azul marino te de arriba y después caía suelto con la pierna abierta
Estuvimos discutiendo acerca de que yo no traía dinero para comprar un vestido y que pensaba que era algo raro ir con él a su graduación si apenas nos conocíamos, pero al final accedí, el era muy bueno convenciendo, además de que el vestido me pedía a gritos que me quedara con él, mi única condición fue que yo se lo pagaría en cuanto tuviera el dinero.
Me probé el vestido y si tenía alguna duda con la decisión que había tomado, se desvaneció al verme con el vestido.
Fuimos por algunos accesorios y a que me maquillaran y peinaran, al principio me sentí incomoda de todo lo que estaba gastando en mí, pero me convencí que en realidad solo me estaba prestando el dinero.
Ya solo faltaba lo ultimo; los zapatos.
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El chico perfecto
RomansaTodas las chicas buscamos a nuestro chico ideal, nuestra alma gemela. Regina no sabe como es el chico de sus sueños si el príncipe azul o el chico malo, pero solo intentándolo lo descubrirá. ¿lo encontrara? ¿cuántas veces se le tendrá que romp...