Capitulo ll

428 30 0
                                    

Y aunque no me lo creyera todos los días siguientes pasaron algo igual, autobús, casillero, clase, casillero, otra clase, de nuevo casillero y más clases, almuerzo, clase con Esteban y de nuevo autobús.

Esto de ir a la preparatoria se había vuelto una rutina,y pera ser sincera las rutinas me gustaban un poco porque tenias todo planeado a la perfección. Aunque admito que se estaba volviendo un poco monótono.
Si, lo sé, soy un tanto rara, en ocasiones me gusta la vida tranquila y en la que todo está controlado, pero en momentos tengo ganas de darle un poco de sabor y escaparme de la rutina y ahora con toda esta tranquilidad ese toque de sabor estaba apunto de llegar, lo estaba buscando, lo necesitaba.
Al llegar a casa pedí permiso a mamá para ir a la librería, ella aceptó así que fui directo a mi cuarto, tenía un dinero guardado ya qué tenía un tiempo trabajando en una cafetería los fines de semana para ganar dinero para comprar libros así que decidí gastarlo hoy.

Salí de casa y empeze a caminar hasta llegar al centro, y entre a la librería. Era diferente, la habían remodelado y a mi parecer, estaba mejor, tenía libreros a los lados con los libros perfectamente acomodados, además tenía letreros que te indicaban los temas. Empeze a buscar algunos que tenía en mi lista y otros que me llamaron la atención. Cuando llegue a la caja me di cuenta que valía la pena el esfuerzo de todo este tiempo trabajando, llevaba en mis manos 7 libros y me sobraba un poco de dinero, estaba orgullosa, mi esfuerzo había dado frutos, ahora tendría mucho que leer.

Llegue a casa y después de hacernos tareas abrí un libro y lo empeze a leer, después baje a cenar con mis papás y cada quien entro a su cuarto.
Yo decidí ver una serie que desde ya hacia tiempo quería verla, ví solo dos capítulos y me dormí.
Recuerdan la escapadita que necesitaba, pues de esto estaba hablando, ver series hasta tarde y leer era ese toque de sabor. Me sentía una chica rebelde haciéndolo. Tal vez la gente tenía razón, era toda una nerd, aunque estaba cómoda así, no me agradaban las fiestas ni salir de casa a algún lugar. Siempre había sido muy solitaria, en realidad el único a amigo que había tenido era Esteban.

Si, al siguiente día tenia ojeras y me sentía cansada, eso de no dormir tus horas era muy cansado, en un buen rato no lo volvería a hacer.
Y los siguientes días volvieron a ser monótonos.

Al parecer mis primeras calificaciones llegaron y a lo que mamá dijo de camino a casa eran muy buenas; me sentía orgullosa, no había sido nada fácil pero valía la pena, el simple echo de pensar que si seguía así pronto podría ir a la universidad que deseaba desde hacía ya tanto tiempo me daba más fuerzas para seguir. Aunque la escuela me gustaba mucho admitía que era difícil, eran muchas clases y tareas junto con los proyectos y los exámenes, ya no tenía tanto tiempo libre para mí pero cada minuto empeñado en la escuela sabía que tendría frutos y en menos de los que me imaginara.

Al llegar a casa Esteban me mandó un mensaje diciéndome que había salido muy bien en este semestre, y me preguntó acerca de mis calificaciones. Los dos estábamos muy felices y quedamos que al día siguiente nos quedaríamos en la escuela en la hora de las clases suspendidas así podríamos platicar un poco más.

Y así fue, Esteban me contó que hacía días se había inscrito a un equipo de fútbol y que estaba muy emocionado, aunque ya no tuviese tanto tiempo libre le entusiasmaba estar en el equipo, yo le dije que lo apoyaba y que siguiera sus sueños y cumplirá sus metas, él me agradeció que lo apoyará y para celebrar puso música en su celular y sin pensarlo me tomo de la mano y me jaló hasta ponerme de pie, él empezó a bailar y yo lo seguí.

Siempre era muy divertido estar con Esteban, me gustaba ser su mejor amiga, pero desde que entramos a la preparatoria​ algo estaba cambiando en nosotros, era como si estuviera naciendo algo más que amistad. Bueno, y porque lo sabía, porque Esteban se portaba más atento conmigo, y la verdad yo no estaba en desacuerdo que lo hiciera, tal vez él también me gustaba solo que nunca me he atrevido a decirlo por miedo a perder su cariño.
Lo sé, puede ser un poco tonto, pero tal vez era lo mejor, que él diera el primer paso.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora