Sinceramente nunca esperé enamorarme de esta manera.
De todas las personas alrededor del mundo existentes mi pútrido corazón decidió enamorarse de mi bello hermano menor. My little Jyushimatsu...
He querido distanciarme un poco de él, sin embargo, por obras del destino —básicamente él preguntándome si podemos pasear o cantar juntos— salimos más a menudo que de costumbre, dejándome con pocas opciones.
Pero digo, ¿Cómo decirle que no a esa cara de Ángel? Aunque indudablemente para muchos ver a un hermano gemelo sería como verse a un espejo, ver a Jyushimatsu frente a mí es como ver una creación perfecta de la belleza humana.
No recuerdo con exactitud en qué momento me enamoré de él, pero sé que no fue en un instante, fueron muchos factores los que me hicieron caer en las redes de mi hermano menor.
Tal vez es su actitud explosiva, o tal vez su sonrisa, su rostro, sus ojos, su cuerpo... El destino decidió que mi descarada persona soñara con besar sus labios constantemente.Hoy salimos a ver el mar. Su "¡Karamatsu nii-san! ¿Quieres salir hoy conmigo?" seguido de su bella sonrisa me ganó en sólo un instante, My Little Brother sí que era mi debilidad. Lo estaba observando de lejos, para llegar aquí tomó una de mis manos y me arrastró por toda la ciudad a velocidad alucinante. El viaje me cansó en demasía.
Caminó hasta la orilla del mar y bajó hasta poder tomar el agua en sus manos, haciendo pequeñas olas con ellas. Vi como se alejaba y me empecé a preocupar; mi pequeño hermano era propenso a morir y no quería que lo hiciera hoy.
Me levanté de la arena corriendo —o intentando, ya que mis piernas dolían y me tropezaba al andar— llamándolo para que me pusiera atención. Al llegar a su lado lo tomé de los hombros haciendo que ambos cayéramos al agua, empapándonos totalmente; le pedí perdón un par de veces pero él sólo me sonrió y se alejó un poco para lanzarme agua. Sonreí de lado y repetí su acción, comenzando una lucha en aquella parte del mar. Cuando ya no pude más me fui hasta el borde y me senté en la arena, notando cómo Jyushimatsu hacía lo mismo.
—Brother, ¿Te estás divirtiendo? —la mayoría del tiempo que pasaba con él me preocupaba que se aburriera de mí, así que la pregunta era recurrente. Sin embargo, él siempre me daba una respuesta distinta, en todas siendo algo positivo.
—¡Claro que sí nii-san! El agua y el aire están muy frescos, tú estás contento, ¿Qué más podría pedir ahora?
'Jugar baseball... O estar con Ichimatsu' pensé mientras lo observaba, sonreía tan dulcemente que me derretía internamente, pero claro, nunca lo demostraría.
—Hmm —lo rodeé con mi brazo izquierdo por sus hombros, llamando su atención—, tu bate y pelota de baseball, tu uniforme... Creo que eso te haría más feliz brother.
Jyushimatsu bajó la mirada y quedó pensativo, pero sólo se acomodó en mi costado haciéndome bajar mi brazo a su flanco, él cerrando sus ojos. Se quedó en silencio por bastante tiempo, incomodándome un poco, aunque lo que sentí después me tensó. Jyushimatsu había tomado de mi mano libre, entrelazando sus dedos con los míos.
¿Acaso estaba soñando? Mi pecaminoso cuerpo me estaba haciendo una mala jugada? Ah... Todo parecía una mentira... Sin embargo, el cuerpo de Jyushimatsu apoyándose en mí se sentía tan tibio, tan real.
Me tomé unos minutos para caer en cuenta de que su cabeza estaba apoyada en mi cuello, su cabello húmedo me causaba cosquillas...—B-brother, creo que deb- ¿Oh?
Finalmente pude verle de nuevo. Se quedó dormido. Vaya...
My little Jyushimatsu parecía un ángel desde mi posición, pude notar que sus pestañas eran largas, tenía unas pequeñas pecas, supongo que por sus largas horas bajo el sol; bajando la mirada llegué a sus labios entrecerrados... Sus labios.'Karamatsu, evita la mirada ahí. Karamatsu, no te relamas tus labios. Karamat-'
Aunque me reprimiera mí mismo de esta manera, volvía a caer en la tentación. Intenté no hacerlo, de verdad, pero esta oportunidad era única en su tipo.
Me acerqué lentamente a su rostro, con mucho temor remojé un poco mis labios y me acerqué a los suyos, iniciando un pequeño contacto que me erizó la piel completamente. Dejé posados mis labios en los de él por unos segundos, intentando registrar el tacto que había al estar en ellos, más no pude hacerlo, el contacto me había puesto muy nervioso y feliz.No quería alejarme pero si mi amado brother me encontrara en esta posición me odiaría para toda la vida restante, y no quería permitir eso.
Me tomé un momento para mirar hacia el mar. Vaya, con tantas emociones anteriores finalmente me di cuenta de que el sol se estaba poniendo. El color escarlata que estaba tomando todo el lugar era hermoso, el viento era calmado, hasta pude observar a lo lejos un yate que probablemente era de Hatabou —por la gigante bandera sobre él— y lo mejor de todo, Jyushimatsu estaba aquí conmigo.
Moví mi brazo izquierdo del lugar en que estaba y lo llevé al cabello de mi hermano pequeño, sacudiéndolo un poco para poder despertarle.
—Mhnm —hizo un poco de ruido al sentir mis movimientos—, ¿Nii-san?
—My little Jyushimatsu, mira —me quedé observando hacia enfrente de nosotros, haciendo que él también volteara—, ¿No es hermoso?
—¡Wow! —exclamó, apretando mi mano sujetada por la suya, poniéndome algo ansioso al sentir que la apartaría—. ¡Este es el momento perfecto para estar aquí!
Yo únicamente asentí, deseando estar ahí con él hasta que anocheciera. Sin embargo, Jyushimatsu no pensaba lo mismo, porque después de que el sol se ocultara más soltó mi mano y se levantó.
—Karamatsu nii-san, ¿Quieres ir al puesto de Chibita? Yo invito —extendió su mano mirándome y demonios, su sonrisa se veía demasiado radiante en esos momentos.
No lo pensé mucho, simplemente tomé su mano para levantarme y después lo abracé, acercando todo mi cuerpo hacia el de él. Quería tener su aroma impregnado en mi nariz, deseaba que su calor estuviera en mí por un buen tiempo. Necesitaba sentir a Jyushimatsu cerca de mí, quería sentirme querido por él.
Él aceptó mi abrazo, levantándome del suelo después de unos momentos en aquella posición. Me dio una vuelta, aunque no tuvo el suficiente equilibrio y caí a la arena, él encima mío. Me miró, y me sentía impotente al saber que no podía besarlo en esos instantes. Bueno... estos momentos los podía guardar en mi corazón y pensar en lo que podría haber hecho.
—Acepto, Jyushimatsu —me limité a decir, esperando a que él se levantara.
Mi hermano menor me estaba observando extrañado, seguramente había olvidado qué me había dicho antes, pero yo le ayudé repitiendo lo que había dicho.
—¡A-Ah! ¡Claro! ¡Lo había olvidado! —arqueó sus cejas un poco, no tiene remedio...—. ¿Vamos nii-san?
Tomó mi mano, esperando mi respuesta.
—Vamos, my little Jyushimatsu —lo miré de reojo, notando cómo su expresión era muy pacífica. No puedo negarlo... todo Jyushimatsu era my guilty pleasure.
Relamí mis labios recordando mis acciones en la playa. ¿Acaso se iba a repetir? No lo creía posible.
—Ah... ¿Nii-san? —la voz de mi hermanito me sacó de mis pensamientos—. ¿Puedo decirte algo?
—Claro, brother —volteó hacia mí y se acercó sin ninguna precaución, plasmando sus labios en los míos—. Eh-
—Nunca me dormí —rió y se fue corriendo, dejándome en shock en el lugar.
Mi cara cambió completamente, sentía demasiadas emociones en ese momento, vergüenza, nerviosismo, pero la que más abundaba era... felicidad.
—¡Jyushimatsu! ¡Ven aquí!
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Sunset's smile. «Jyushikara»
Fanfiction"De todas las personas alrededor del mundo existentes mi pútrido corazón decidió enamorarse de mi bello hermano menor. My little Jyushimatsu..." --------------------------------- Mi primer one-shot dedicado a mi preciada rarepair ~ ¡Ojalá lo disfru...