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"Desearía poder ser testigo

De toda tu alegría

Y de todo tu dolor

Pero hasta que mi momento llegue

Diré

Yo, yo, yo

¡Yo hice todo!

Yo fui dueño de cada segundo

Que este mundo pudo darme

He visto tantos lugares

¡Las cosas que hice!

Sí, con cada hueso roto

Les juro que viví"

-I lived, OneRepublic



Abrí los ojos de golpe y me senté inmediatamente cuando escuché golpes fuertes al metal de la camioneta. Miré alrededor sin entender nada y con el corazón a mil, pero la risa del señor robusto me hizo relajar los hombros y soltar el aire que había estado conteniendo por la sorpresa. Fue en ese momento en el que noté que la camioneta no estaba en movimiento y que ya el día no estaba tan nublado, sin embargo, el sol no estaba insoportable como siempre.

Lleve mi mano a mi pecho y comencé a calmarme. Ese señor me había dado un susto de muerte. Y eso que me caía tan bien.

-Lo siento, Taehyung, pero ya llegamos- tardé varios segundos en darme cuenta de que cuando decía "Taehyung" se refería a mí, y cuando lo noté, asentí rápidamente varias veces y me fui poniendo de pie. El señor también se dio cuenta de mi confusión y creo que en ese momento notó que ese no era mi nombre, pero no dijo nada al respecto, lo cual me hizo agarrarle agrado al señor otra vez.

-¿Puedo dejar mi mochila arriba mientras tanto?- él asintió.

-¡Claro! Ahora descarguemos las frutas, el mercado a esta hora comienza a llenarse- y tenía razón. No lo había notado antes, pero sí estábamos en un mercado y lleno de gente. Había tanto ruido, gritos, niños, abuelos, puestos, comida y yo no lo había notado.

Eso no fue dormir, eso fue morir por un rato.

-¿Comienza?- dije como una leve sonrisa mientras miraba a toda la gente a mi alrededor. Después de días sin estar en pueblitos, se siente bien llegar y ver a varias personas. En realidad siempre me han gustado los mercados escandalosos donde todos gritan y donde se pasean los autos o las personas en bicicletas.

-No está tan lleno como generalmente lo está. Rápido, muchacho- me bajé de la camioneta y se hizo más evidente el hecho de que el señor me llegaba a los hombros. No soy exactamente bajo y él no es alto.

El señor se subió a donde estaban las cajas y luego me señaló el local que se veía desde afuera un poco escaso de productos. Bueno, no teman, ¡RapMon ha llegado para brindarles las frutas! -Mete las frutas en el fondo, ya luego te daré unas cuantas-

-Está bien- respondí con una sonrisa enorme y así hice. Él me pasaba las cajas y yo las cargaba hasta el interior del local (Que no era tan grande, y estaba desordenado), las dejaba al fondo y luego salía para continuar con mi tarea. Mientras metía las cajas de madera, rompí algunas de alguna manera, así que tuve que ingeniármelas para que todo no saliera rodando por ahí.

Run, Princess [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora