Un Alma Inmortal #PGP2017

4 ~ Traición

—Elena, hemos llegado

Eric me hablaba pero apenas le escuchaba. Estaba confundida, paralizada por el miedo, preocupada por mis padres y toda la gente del cementerio. Tenía la imagen de Adam apuntándome con una pistola grabada en mi cabeza, no podía ver nada más.

Quise hablar, pero no salían sonidos de mi garganta.

—Elena... —ahora era Valeria quien me hablaba. Me cogió la mano y tiró de mí suavemente. —Vamos, tenemos que entrar.

Seguí a mi amiga hasta una pequeña casa situada en medio del campo. Se notaba que llevaba tiempo abandonada. La fachada necesitaba una mano de pintura, las hiedras trepaban por las esquinas, y en el segundo piso había una ventana rota. El interior no mejoraba mucho. Los muebles eran antiguos y estaban desgastados. Sin embargo, no había suciedad. Era evidente que habían limpiado hace poco.

Nos dirigimos al salón, y cuando nos sentamos en el sofá ocre oscuro que reinaba en medio de la estancia, reparé en que el conductor desconocido seguía allí. Nos ofreció dos tazas de té humeante. Vacilé por un momento, pero vi como Eric asentía, así que di un sorbo.

—Elena, este es Daniel. Podemos confiar en él —aseguró.

Eché una rápida mirada a Valeria, para comprobar que ella estaba tan perdida como yo. No contesté, así que el desconocido me ofreció su mano.

—¿Quiénes eran ellos? —pregunté, al fin.

—Se hacen llamar sombras. —Eric suspiró, no se le veía cómodo.

—¿Por qué buscaban a Val? —Mi amiga me miró, desconcertada. Aún no sabía lo del aviso de Adam. —¿Por qué me avisó Adam, si es uno de ellos?

—No es así exactamente —respondió Daniel, quien había apartado la mano haciendo una mueca.

— Son demasiadas preguntas, y estamos todos muy cansados. Cuando venga Adam os lo explicará todo.

Salté del sofá, furiosa.

—¿Adam sabe que estamos aquí? —me giré hacia Valeria —¡Están juntos! Ha sido una trampa.

Valeria estaba asustada. Me cogió del brazo y se levantó.

—Nos vamos — dijo.

—De eso nada — repuso Daniel.

Todo se volvió oscuro. Noté como mi cuerpo se desplomaba en el suelo. Y ya no recuerdo nada más.