Charlie y Lola

Un asunto inesperado

Ella es mi hermana Lola, como siempre, ambos ayudamos a mantener la casa limpia y hacer la comida. Mientras yo lavaba la loza, ella barría el piso, como la música siempre era un problema, hicimos una lista de música que abarcaba ambos justos.

Mi música era la mejor, y tenía que admitirlo, algunas canciones de Lola (pocas) eran buenas.

─Terminé. ─Anuncié satisfecho, sequé mis manos y me senté en la sala a ver la televisión.

─ ¡Yo también! ─Rio y se sentó del otro lado. De repente sonó la alarma de Lola, aunque era un poco raro porque estábamos en plenas vacaciones y la alarma sonó a las 12:00pm. Ella se había llevado el control remoto y ya no podía cambiarle el canal. Me daba mucha flojera ir hasta donde ella, así que me quedé viendo el canal de puros comerciales.

Lola regresó justo cuando estaba tentado a comprar unos portavasos di-vi-nos.

─Tardaste. ─Hablé aburrido, ella apagó la televisión. ─ ¡Los portavasos! Tú...

─Tenemos que hablar. ─Apretó sus manos y dejó el control remoto en la mesa del centro. El simple hecho de que me dijera esas palabras significaba peligro, y me puse nervioso. Me senté muy derecho y la vi directamente a los ojos. ─No me baja.

─Ah, debe ser por un retraso, a algunas chicas les baja tarde ya que sus...

─No me baja desde hace una semana. ─Lo dijo despacio, a punto de llorar, pero yo lo escuché como bombas nucleares en mis oídos, apreté los puños, eso no era culpa de ella, sino de Marcos. Aunque ella también tuvo la culpa por no escucharme.

─Bueno, ¿usaste condón? ─Le pregunté, pero no respondió. ─ ¿Cómo pueden ser tan descuidados? ¡Sabes que no estamos en condiciones de que tengas un bebé!

Y aparte del adefesio ese.

─ ¡Lola de todas las cosas estúpidas que has hecho esta es la peor por mucho! ─Le grité desesperado, empezaba a sudar. ─ ¿Cómo piensas decirle esto a papá? ¡Esto me pasa por tratar de ser un hermano comprensivo!

─ ¡Nunca dije que estaba embarazada! ─Lola empezó a llorar como siempre, ¿por qué no sólo aceptaba sus errores? Era lo que más odiaba de ella.

─ ¡OH, POR SUPUESTO! Que no te baje debe ser porque eres una santa. ─Le volví a gritar y me empujó. La tomé de las manos y la acerqué hasta mí. ─No tendrás un bebé, ¿verdad?

─ ¡Ni siquiera sé si estoy embarazada! Tú sólo exageras. ─Me gritó en la cara tratando de zafarse de mi agarre.

─Lola tienes que terminar con él, no te ama. ─Apreté sus manos, le empezaban a doler, pero no podía dejarla ir.

─ ¡Me lastimas, suéltame! ─Seguía gritando, trataba de golpearme en puntos débiles con sus piernas, pero me defendía.

─ ¿Me escuchaste? ¡ÉL NO TE AMA! Termina con él. ─Le grité, a este paso no podríamos bajar el volumen y los vecinos probablemente ya se habían enterado.

─ ¡Tú ni siquiera sabes por lo que ha pasado! ─Me gritó llorando, no podía respirar bien y se atragantaba con su propio aire. ─Él sólo me tiene a mí...

─Lola, él tiene muchas perras detrás de él, con las que ya cogió de seguro. ─Hablé dominante, alcanzó mi antebrazo con una mordida y apretó duro. No la soltaría, aunque me arrancara la piel. ─ ¿Sabes quién sólo te tiene a ti?

Ella siguió mordiendo más fuerte, porque apostaba que diría "yo" pero era mentira, o no del todo, las cosas con Kate no iban bien.

─Papá. ─Contesté por ella y me soltó, su mordida se quedó grabada a fondo y probablemente saldría un moretón, yo solté sus manos, que estaban rojas y temblaban, ella se cayó por el esfuerzo que había hecho por defenderse de mí.

─Yo sé que me ama... ─Lloró más calmada. ─Confío en lo que me dice...

─Ah, ¿sí? ─Pregunté retóricamente, le di mi pañuelo para que se sonara la nariz. ─ ¿Qué te ha dicho?

─No ha contestado desde que le envié ese mensaje. ─Contestó más calmada. Reí nervioso.

─ ¿A ese imbécil le llamas "novio"? Sin duda eres idiota. ─Me burlé por la rabia que tenía, quería que ella entrara en razón con lo que más se le quedara en la cabeza.

─ ¡DEJA DE INSULTARNOS Y AYÚDANOS! ─Gritó con todas sus fuerzas, me quedé quieto. Tomé las llaves del auto y con el poco dinero que me quedaba en la tarjeta de crédito, decidí a comprarle una prueba de embarazo.

Lola subió al auto en silencio.

─Lo haré con la condición de que termines con él. ─Dije serio antes de meter la llave y arrancar.

─Deja de amenazarme. ─Gruñó. No dije más y arranqué el auto, tenía muchas cosas que decirle a él y a ella. No podía creer que hubieran sido tan irresponsables.

Pero fue mi culpa por darles tanta libertad, si yo no hubiera descuidado a Lola, esto no estaría pasando.

¿Qué pasaría si la prueba salía positiva? No tenía ni idea de cuánto costaría un aborto, o si, por otro lado, ella decidía tener un hijo. Aunque lo odiaría si saliera con la cara de Marcos. Lola no dijo palabra en todo el camino, y eso me ponía los pelos de punta.

Llegamos a la farmacia, pedimos la prueba de embarazo y le explicaron cómo usarlo, no me había sentido tan avergonzado como la vez que fuimos a comprarle por primera vez toallas sanitarias.

¿Quién diría que hasta ahora compraríamos todo lo contrario? Probablemente, después compraríamos pañales o un servicio privado, dependiendo de lo que ella decidiera. Esto tendría que comprárselo su novio, no yo.

Ese maldito moriría en cuanto se mostrará.

La encargada me vio y después vio a Lola e hizo una seña extraña. Después recordé lo que Kath había dicho del "incesto". Me preguntaba si tendría una cara como alguien que haría algo así.

Esperé con paciencia en la sala hasta que ella saliera del baño, los segundos del reloj pasaban como si sus engranes fueran de piedra, sudaba, aunque hubiera frío y mi desesperación hacía que todo se moviera lento, me sentía culpable de todo esto.

Cuando Lola salió del baño, mi cabeza hizo cálculos instintivos de dónde sacaría el dinero sin que papá se enterara, me levanté del sofá y ella me enseñó la muestra, doblé mi cabeza porque no le entendía, y antes de que dijera una palabra ella habló fuerte y claro:

─Negativo.