Cap 37: Andrés

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Miré a Ross y cargaba una sonrisa.

Miré a mi padre y salí de la oficina. Me despedí de la recepcionista y bajé.

Cuando tomé el taxi sin que me vieran Peter ni Josh, le envíe un mensaje de texto a Ross, diciéndole que salí un momento y no regresaría hasta mañana.

No quería que me buscara. Estaba enojada con él. ¿Qué mierdas había hecho?

Confíe en él para que no metiera la para y fue lo primero que hizo. ¡Estaba furiosa! ¡que exasperante, idiota e imbécil que es!

Cuando llegué a casa prepare una manzanilla intentando calmarme. No sé que haría o qué pensaría papá pero sea lo que sea estaba mal. Sus empresas estaban entrelazadas y esto generaría revuelo.

Tocaron mi puerta. Sabía que era Ross, no le abriría, las luces estaban apagadas y parecería que no hay nadie

-Servicio al cuarto, su cena.

Dejé escapar un suspiro. Era mi cena, nada de eso.

Abrí la puerta y pagué por la comida. Esperé a que se fuera y comencé a comer. Parecía no tener apetito, mi estómago se sentía vacío y retraído. No quería que nada entrara en él. Tapé la comida y la dejé en la encimera.

No tenía sueño así que me coloqué mi pijama y prendí la tv. Arropandome lo más cómoda posible hasta que me diera sueño.

Cuando empezaba a cabecear mi teléfono comenzó a sonar. Rápidamente, lo tomé.

-¿Eh?-exclamé dormida, no quería abrir mis ojos, no me apetecía perder el sueño.

Escuché una respiración algo acelerada. Hice un esfuerzo por abrir mis ojos y mirar el contacto en la pantalla.

Ross.

Me ajuste en la cama, pero recordé que estaba molesta.

-Habla rápido, acabas de interrumpir mi sueño.

-Lau...-escuche un leve murmuro.

-Ross, habla de una vez, tengo sueño.

Empezaba a cabrearme. No quería ser mala con él, pero habíamos cruzado un límite.

-Necesito que vengas a casa.

Sentí un espasmo azotar mi cuerpo. Necesito que vengas a casa. Sonaba a un matrimonio infeliz, él, mi esposo me pedía que volviera a casa, no a su casa, sino a casa. La casa. ¿Debería ir? ¿Qué hacía planteándomelo? Claro que no. Que falta de respeto por su parte.

-No puedo hacer nada por ti, me heriste y no trato con personas pesadas.

Colgué. No necesita nada, él puede estar perfectamente sin mi. Pero estaba asustada, muy asustada. Sentía que lo había perdido y aquello me ponía mal. Lo extrañaba a pesar de todo. Me sentía sin alegría, tan aburrida y sola. Como cuando llegue New York.

*

Miré el reloj y era la una y treinta y cinco cuando tocaron la puerta de mi departamento. Suspiré y fui con sueño a abrir la puerta. Tal vez era un emergencia.

Con los ojos entreabiertos abro la puerta. Es Josh. Su cara es un poema, parece cansado.

-¿Qué pasa?-le pregunto. Mi voz sale ronca por el sueño.

Que maña tienen las personas de no dejarme dormir hoy.

-No he dormido en toda la noche. Ross no para de gritarnos que vengamos por ti.

-Lo siento, Josh. No iré. Estoy enojada con él.

Le respondí con simpleza. Aquello no era netamente mi culpa, era culpa del rubio caprichoso.

Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora