Terminé de aplicar el delineador liquido color negro en mis ojos y me miré al espejo, acomodando mi cabello. Apliqué un poco de gloss sabor a arándanos en mis labios y tras ponerme mi campera de cuero, salí.
El auto de Jin esta allí, justo detrás de mi noté los pasos de Jeon, quien, esta noche, entrelazaba sus dedos con los mios.Nuestra relación había mejorado tras aquel incidente, el chico se había sincerado.
Jeon se comportaba como un caballero, como de costumbre... Más sin embargo, tras sus palabras aquella noche, yo no pude más que intentar olvidar y seguir adelante.Cuando creí que estaba lista para salir aquel viernes, recordé que había olvidado mis documentos falsos y mi celular.
-Adelántate, Kookkie, olvidé algo arriba...- comenté al menor y este sonrió, asintiendo.
La puerta trasera del auto de Jinnie se abrió y Hoseok bajó con las manos en los bolsillos.
-¿Puedo hablar contigo un instante, ________?- preguntó y yo sorprendida asentí.
Volví a entrar a casa esta vez acompañada por Seok. Subimos las escaleras con rapidez, y en cuanto llegué a mi dormitorio me giré hacia Hoseok.
El chico llevaba cerca de una semana apagado, es decir... No era el de antes.
Y esa noche, parecía estarlo más que nunca. Las ojeras tapadas con maquillaje no hicieron más que confirmar mis pensamientos.
Odiaba verlo así...-¿Qué pasa, Hoseok?- pregunté asustada y confundida. -Tiene que ser algo realmente malo para que estés así, Seokkie. Por favor, dime...-
Su labio inferior tembló y tras morderlo, dio un largo paso hacia mi y tras tomar mi cintura tomó mi mentón, y estampó un beso en mis labios.
Un beso que duro tan solo tres segundos.
Un beso que me dejó...¿Histerica?
-¡¿QUE MIERDA CREES QUE HACES, JUNG HOSEOK?!-
El agachó la mirada y , las lágrimas rodaron por sus mejillas. La ira golpeó mi pecho, estuve a punto de estampar un buen golpe en su mejilla cuando el chico se limpió los labios con el dorso de su mano.
-No fue lo mismo...- murmuró y yo fruncí el ceño.- Lo siento tanto, _______.-
Arrastró sus pies hacia mi cama y se sentó, cabizbajo.
-¿De que mierda hablas?- pregunté sin entender nada de nada.
-La semana pasada... Conocí a un chico... Yo... Yo...- tartamudeó y su voz se quebró. Yo respiré hondo, intentando calmarme. -Yo con solo una semana de conocerlo y... Hablar... Yo, hoy, luego de clases, me citó en el gimnasio y me besó. Me besó, _______...-
Escuché su historia en silencio, dejando que se desahogara.
-Y salí corriendo, yo, salí corriendo. Tenia tanto miedo, no te haces una idea del miedo que sentí ______. Mis padres siempre me han dicho de lo avergonzados y asqueados que se sentirían si yo fuera como Nam o Seokjin...-
Oh...
Deja Vu.Cuando Seokjin y Nam se dieron cuenta de lo que sentían, Nam, se percató de su sexualidad y, aterrado, con 14 años me confesó de que era Homosexual. Y si, solamente yo sabia la verdad.
El alto chico se acercó a mi con miedo, aterrado de que yo también lo rechazara, siendo que fui la primera en aceptar su orientación.Cuando Seokjin cumplió los 20 años de edad, sin preguntar mucho más, tomó las cosas de Nam y tras gritarle a sus padres la verdad, se llevó al de piel canela para por fin... Ser felices.
Y ahora, sentía que la historia se repetiría...
Tomé la mano de Seok y tiré de ella para abrazarlo con fuerza.
-Te besé pensando que sentiría lo mismo, pero no fue así, _______. Lo siento...- explicó y yo me separé un instante de él y sequé sus lágrimas con la punta de mis dedos. -Y recurrí a ti porque se que no eres Mamá... Sé que tu jamás me darías la espalda.-
-Y tienes razón, jamás lo haría, Hope. Te quiero mucho, ¿si?- dejé un beso en su mejilla y le sonrei, intentando tranquilizarle.
Cuando el chico se calmó, ambos salimos de casa. Recibimos varios regaños de los chicos, más sin embargo, no nos importó. Apreté la mano de Seok de manera ligera y nos pusimos en marcha.
Digamos que Hyeri no me había invitado a su fiesta, más sin embargo, si había invitado a Jin. Y, si va uno... Vamos todos.
Cuando el descapotable rosa aparcó, los cinco bajamos del auto y tras discutir con un hombre de seguridad y mostrar nuestras identificaciones falsas (los que la necesitábamos, es decir, Jeon y yo), entramos.La musica resonaba de forma impresionante en toda la estancia de la casa. Hyeri era una zorra con dinero. Lo suficiente como para tener una fiesta con mas de quinientas personas en ella, moviendo su cuerpo al ritmo de Shape of You...
Cuando creí que, la noche seria bastante pacífica, Hoseok se acercó a mi con cierta timidez, apretando mi mano, lo miré un instante antes de que él con un movimiento de cabeza me indicara algo o alguien...
Miré en dirección que me indicó Seok, y allí, un chico de cabellos castaños, ojos cafés, sonrisa cuadrada y un simpático lunar en la punta de su nariz.-¿El nuevo? ¿Taehyung?- pregunté asombrada. Mi amigo asintió y volvió a bajar la mirada. Tomé su mentón y lo obligue a mirarme. -Oye, ve con él...-
Los ojos de Seok miraron los míos y negó. Yo reí, habían pasado años desde la ultima vez que había visto a Ho realmente tímido...
-Ho, ve, confía en mi. Ve...-
-¿Pero y si él...- comenzó a decir antes de que yo lo interrumpiera.
-Solo, dale una oportunidad, ve.- insistí.
Hoseok trago saliva y tras un suave abrazo, avanzó hacia Tae. El de piel canela en cuanto lo vio, pareció ponerse tan nervioso como el mayor...
Suspire y removí mi muñeza, el liquido en mi coctel bailoteo...
Di un último sorbo y miré a la gente de la fiesta. Sin embargo, mejor seria no haberlo hecho nunca...Jimin y Hyeri, bailaban, bailaban como yo lo hice con Yoongi alguna vez...
Justo como lo había hecho yo en la fiesta de Jackson.
Hyeri se inclinaba sobre los labios que alguna vez yo probé.Ahora lo entendía...
Jimin había cambiado, simplemente había cambiado. Había perdido su timidez, había dejado de ser el niño invisible que había sido alguna vez.
Deje mi vaso vacío en la barra y salí sin esperar más... Sin ver como aquellos dos, se comían mutuamente...
Como ella probaba aquellos labios tan dulces...
Definitivamente... Solo eramos amigos...
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❤
Sin comentarios (?)Mila❤
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You are my Bad Girl -Jimin x Fan- (BTS)
FanfictionPara la Park Jimin, la vida no desborda bondad, rosas y luz. Su vida está sumida en un completo caos, desde su familia a sus amigos. Por donde iba, le dejaban gratuitamente, moratones y golpes... Todo cobra sentido e ilusiones para ese chico de 17...