n/a: éste pequeño one shot está dedicado a y es de t-aeps ❤ y lo hice porque sentí que mi historia para el intercambio de fanfics, que era para ella, fue una mierda y me sentía en deuda :3 a taeps ya le gustó, así que espero que a mis seguidores taehyung biased y/o vhope shippers le guste también^^
El tono de su voz es grave, su voz es muy profunda, pero es tan suave como la seda. Los altos y bajos se menean por entre la habitación como contoneando sus deliciosas caderas mientras la misma voz se está restregando eróticamente contra el micrófono, haciendo gemir a los parlantes.
El hombre está usando un traje ajustado a su esbelta figura y él toma el asta del micrófono con tanta pasión como sus cuerdas vocales están vibrando al son de la canción y están haciendo vibrar al público. HoSeok entre todos ellos.
Él luce tan elegante parado allí, justo en medio del pequeño escenario del anticuado bar, como si perteneciera allí, bajo la luz artificial que hace que la piel cubriendo su pequeño pero varonil cuerpo brille luciendo como el oro puro.
HoSeok no está seguro de recordar por qué entró aquí. Él aparentemente ni siquiera sabe de donde viene. Ésta voz nueva, pero que no se siente desconocida, le adormece las extremidades y le plata besos y aromas en las mejillas y el cuello. HoSeok observa los labios del hombre en el escenario y siente que es asfixiado, pero es complicado saber si es que él realmente necesita respirar cuando puede humedecer sus oído con esa preciosa voz.
La primera canción termina. Él da las gracias con una pequeña reverencia y suelta el primer botón de su camisa. HoSeok siente las piernas temblar, solo por un poquito más de piel. Tan exquisita como lo es su voz.
—Kim TaeHyung —un vaso con whisky se desliza frente a HoSeok, acompañado de esa voz más ligera. Cuando HoSeok logra despegar su mirada del escenario, se encuentra con un chico jóven, alto y de ojos grandes, una media sonrisa en su rostro como si estuviera orgulloso. HoSeok no alcanza a preguntarse de qué —. La pequeña estrella de éste lugar. Bienvenido.
HoSeok vuelve la vista al escenario. Las voces ajenas a su alrededor se han alzado civilizadamente entre ellas pero no pisoteándose. El pequeño hombre en el piano está hablando con TaeHyung. Él tiene un vaso grande con agua en la mano que pronto se lleva a los labios. HoSeok ve el cuello del cantante moverse, su manzana de adán bailando de arriba a abajo al ritmo del agua cayendo a través de su garganta y HoSeok se pregunta qué otros líquidos pueden deslizarse con tanta facilidad por allí dentro.
—¿Por qué nunca había oído de él? —las personas se han quedado en silencio apenas TaeHyung ha terminado de hacer un par de señas al hombre del piano y se acerca con paso calmado, elegante, hasta casi un poco arrogante, hasta el micrófono. Una de sus manos está en su bolsillo, haciendo que el saco del traje se espante un poco hacia atrás. HoSeok ve la preciosa curva de su trasero pronunciarse gracias a ésto.
—A ellos les gusta mantenerlo un secreto, supongo —le responde el chico a HoSeok, encogiéndose de hombros. Aunque su voz es baja y suave, nadie está hablando, así que es audible hasta el centro del escenario. HoSeok se estremece cuando una mirada penetrante se dirige hacia él —, y a TaeHyung no le importa.
Una nueva canción vuelve a llenar el local y la voz de TaeHyung penetra con firmeza y seguridad las paredes del bar, meciendo las figuras que crea el humo revoltoso de los cigarrillos mal escondidos entre la oscuridad.
HoSeok está perdido. Se ha dado cuenta ya.
O él está atrapado. Cualquiera de las dos opciones cuenta.
Atrapado por esa hermosa y deliciosa voz, por los labios de cerezas maduras, por las manos ligeras que se tensan después cuando las cuerdas vocales de TaeHyung se empujan con fuerza para danzar junto a las notas que escupe el piano a su costado.
Perdido por esa mirada intensa en comparación con la postura relajada de su delgado cuerpo. HoSeok no puede evitar pensar que la figura de TaeHyung cabría perfecta entre sus brazos, mejor que las piezas indicadas de un rompe cabezas y que las caderas de HoSeok tienen un lugar especial entre las largas y esbeltas piernas del moreno.
Él no está siendo morboso, él no quiere azotar a TaeHyung contra una pared o cualquier cama solamente para correrse dentro y después irse y que TaeHyung también se vaya.
HoSeok quiere su voz. La quiere ver indefensa, derritiéndose en la oscuridad y despedazándose poco a poco entre las sílabas del nombre de HoSeok, para después perderse entre el placer y la humedad cálida que un cuerpo puede darle a otro.
Quiere esas grandes manos sujetando su cabello con fuerza, haciendo que la voz de HoSeok también se quiebre en algún punto de las estrellas y las profundas nubes azules.
Quiere ese hermoso cuerpo que se mueve con gracia y elegancia al son de su propia voz, desnudo, sudado, temblando debajo de HoSeok y de entre sus labios rojos y rotos suspiros peligrosos que terminen por arrebatarle la cordura a HoSeok.
Quiere esos grandes ojos penetrantes viéndole fijo, empapados de placer y lujuria y amor, dedicándole a HoSeok las historias que las estrellas y los universos que solamente TaeHyung sostiene dentro de su mirada pueden contarle a alguien, mientras ellos hacen el amor.
La canción termina. Ha sido perfecta. TaeHyung se despide y HoSeok le da el último sorbo a su whisky.