Capítulo 2: Preguntas y respuestas

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—¡Ah!—gritó Ally, alejándose de ellos—Tus dientes ¡¿Qué clase de dentadura es esa?!

—Ah, eso. Son postizos—mencionó Blayd. Pero Ally notó algo raro en su mirada, no era la misma que le había hecho confiar en el cuándo escaparon de Blais.

—Claro—dijo Ally con un tono más calmado—. Pero aun así tengo muchas preguntas, no comprendo nada de lo que está pasando.

—Pregúntanos lo que quieras—mencionó Heather con una sonrisa amable. Indicándole que se sentara en un banco, que se encontraba junto a la mesa.

Ally tomó asiento tímidamente, Heather encendió varias velas y las colocó en medio de la mesa, para iluminar más el espacio, porque las pocas que había en el estante no le fueron suficientes. Blayd jaló dos bancos más junto a Ally, él y Heather se sentaron en ellos.

—No sé por dónde empezar, son demasiadas—dijo Ally angustiada.

—¿Por qué no comienzas diciéndonos tu nombre?—inquirió Blayd.

—Soy Alexandra Homel, pueden decirme Ally—ambos jóvenes asintieron.

—Y... ¿Cuáles eran las preguntas que tenías, Ally?—preguntó Heather—Vamos, con confianza.

—De acuerdo—suspiró, aún no muy segura de si podía confiar en ellos—. Blayd ¿verdad?—dijo frunciendo levemente el ceño y dirigiéndose a él, quien, asintió con la cabeza—¿Por qué me "salvaste" de ese tal Blais? ¿Acaso es malvado? ¿Es peligroso?

—Su nombre es Blais Triabbiani—reveló Blayd, suspirando prolongadamente—Su edad es más o menos de veinticuatro. Él es el general de la División de Investigación y Rastreo del ejército real. En otras palabras, su trabajo es traer a seres humanos de todas las edades para diversos fines; como por ejemplo, ofrecerlas como sacrificio para las criaturas de todo el reino, convertirlas en sirvientes de la realeza, etc. Así que, si te hubiera dejado con él, quién sabe que te hubiera pasado. Se ganó el título de gran general por su peculiaridad de cambiar su forma humana a la de un gato negro. Le es muy útil durante misiones de espionaje, ya que puede camuflajearse con mucha facilidad, pero lo que lo delata, son esos ojos que tiene. Cómo pudiste notar, tiene una obsesión con el tiempo. Él en si no es peligroso, esa arma que llevaba no la usa mucho. Pero, cuando menciona su famosa frase «odio llegar tard significa que está apretado en tiempo y si lo provocas... la situación se puede poner fea.

—¿Por eso no lo enfrentaste?—preguntó Ally.

—No, hubiera salido corriendo de todas formas—dijo Blayd con una sonrisa traviesa—. Ah, por cierto Heath, tuve que utilizar una de tus bombas de humo y una de las piedras que recogí—comunicó encogiéndose de hombros.

—No te preocupes por eso, y con que hayas traído suficientes piedras, todo está bien—dijo Heather

—¿Piedras? ¿Para qué necesitas piedras?—preguntó Ally con curiosidad

—Es para el nuevo hechizo en el que estoy trabajando—contestó Heather, señalando las pequeñas piedras que había en la tabla de madera—; se llama Separación de minerales. Como su nombre lo indica, consiste en que pueda dividir una piedra, separando cada uno de sus elementos. Para hacerlo más sencillo, a las piedras se les puede verter algunas posiciones para separar sus minerales más rápidamente. Necesito rocas de distintos tamaños y formas para...

—¿Y eso es muy complicado?—preguntó Ally, mientras que Blayd, se quitaba su morral azul del hombro y vaciaba su contenido sobre la mesa.

—Al principio sí—Heather tomó una de las piedras y la examinó—, pero una vez que le agarras el truco, comienza a ser entretenido—aseguró guiñando un ojo.

Tierra Escondida I: Más allá de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora