Miradas ocultas

Introducción

¿Qué más se puede decir sobre Bonnie Wolfhard aparte de que es una chica bajita, morena y qué mejor que los simples ojos color café que tanto la caracterizan?

Suelo decir que el tono en sus ojos se había vuelto mi color favorito desde el día en el que los vi por primera vez.

No son del color del océano, ni el de las plantas, no son originales, ni únicos, pero los veo como si fueran tan profundos como el océano, como si fueran tan exóticos como las plantas, tan originales como una canción de tu banda favorita, y como si fuesen únicos, esa es la palabra que describe todo lo que siento por lo poco que conozco de ella, único. Ella verdaderamente es única.
Única es la manera en la que te saluda por los pasillos. Nunca me ha pasado, suena tonto, pero la he visto hacerlo.
Las pecas de su rostro son únicas, son mi constelación favorita.
Ella es mi constelación favorita y esto lo puedo decir por la única y perfecta vez que mis ojos dieron con los de ella.
Después diré a detalle de como esto sucedió, mientras tanto hablemos de como suelo espiarla día a día, lo se, suena mal, pero no podría ir allí y simplemente hablarle sobre un tema aburrido como el clima.
Y sin más que decir...

Me escondo en la casita del patio de juegos para ver a la chica reír a escondidas, infantil, ¿no?
Pero no podría hacer más que eso.
Esta chica nunca está sola, suele comer junto a sus amigas Sugar y Olivia, no hay día en el que no estén juntas a menos que alguna llegue a faltar a clases, pero es tan poco probable ya que las tres llevan un promedio casi perfecto en el que las faltas que llevan en todo el ciclo escolar es por lo máximo dos, así que nunca tenía problemas para alegrar mis días, ya que siempre asisto a clases, ¿parezco una especie de obsesivo que sabe todo? Pues no es así, no sé nada acerca de Bonnie Wolfhard, sé su nombre aunque no completo, pero tengo la dicha de saber su apodo y único apellido.

No pretendas que esta historia no es cliché, por que estoy lleno de ellos, solo les daré un pequeño cambio, imaginemos que no soy un chico de diecinueve que derrama miel, ¿vale?

En todo esto que leíste me la pasé hablando sobre sus ojos y ustedes piensan que es solo ¿un capricho?.

Holaa! Aquí Dani
Me emociona la idea de por fin atreverme a escribir algo y publicarlo.
Estaré intentando hacer un buen trabajo... intentando.
Muchas de las veces que intento actualizar nuevo capítulo no me gusta y lo borro todo. Problemas de autoestima supongo, pero ahora actualizaré sin importar si me gustan mucho o no.
Solo espero que les guste a ustedes!
Besos, Dani.