Capítulo 2

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Entrando al salón, todo estaba muy callado, los chicos estaban muy concentrados haciendo su tarea y la Señorita Melanie estaba revisando notas, con su mirada clavada en su libreta y sus lentes a la altura de medio ojo. Entré lo más cautelosamente posible e incluso hasta de puntillas cuando...

–Otra vez tarde, Clarkson.

La Señorita Melanie me esperaba como lluvia en pleno desierto, lista para asechar como un león lo hace con su presa, tenía cierto parecido con ellos hasta su repugnante olor, digo... perdón, leoncitos, ustedes no merecen tan horrorosa comparación con ese ser humano que no emanaba ni una tan sola gota de humanidad. 

Hice un amago por mi intento fallido, dí media vuelta para encararla y sus ojos se clavaron inmediatamente en los míos, dando un ligero vistazo a mi vestimenta toda empapada, levantó su ceja derecha, dejó su libreta, hizo una mueca de lado y empezó a sonar su bolígrafo sobre la mesa como esperando una respuesta mía.

–¿Otra vez tarde Clarkson?. - Volvió a decir.

–Eeeh..., sii..., es que..., es que pap...

–No digas nada, deja de titubear y busca tu asiento, tienes puntos menos en disciplina y puntualidad.

–Pero...

–Pero nada, dije que te sentaras, o es que ¿Eres una retrasada y no entiendes?

Rodé mis ojos ante la estupidez que había dicho, no tenía ánimos para pelear con ésta vieja, así que mejor seguí mi camino hacia mi pupitre y me senté. Sentía que la sangre me hervía y que mi cara ardía debido a la cólera que dentro de mí crecía en ese momento.

Sólo quería que su clase terminara lo antes posible.

–Tranquila. - Escuché, cuando una mano muy fuerte se puso sobre mi hombro.

–Eeeh...
Lo miré con mi ceño fruncido y un poco de confusión.

–Soy Jake, Jake Johnson, mucho gusto hermosa.

Me perdí en el pensamiento tratando de acertar porqué había hecho eso.

–¿Qué, no me regalarás tu nombre? - Escuché decir al apuesto chico.

No podía creer lo que me estaba pasando cuando...

–Bueno está bien, si no quieres hablar no insistiré.

–Lo-lo siento. Me llamo Jessica, Jessica Clarkson pero sólo dime Jess.

–Ok. ¿Jess? Y cuéntame, ¿Qué te pasó?, ¿Por qué estás toda empapada?

Empecé a contarle mi ajetreada mañana cuando por fin... música para mis oídos, sonó la campana.

Iba camino a mi casillero cuando nuevamente siento una mano sobre mi hombro pero ésta vez la acción fue mucho más agresiva ya que iba acompañada de un jalón y unos gritos insoportables y chillantes. Se trataba de mi mejor amiga, Laura.

–Vés, te lo dije, ¡Te lo dije Jess!

¡Por Dios mis tímpanos! Aquella pelirroja no dejaba de gritar.

–¡Shh! Cállate Laura y no, no es lo que te imaginas.

–Sí, sí lo es, sí lo es. Jake está que muere por ti, Jess. Cuéntamelo todo.

–Cállate, no te diré nada hasta que no te calmes.

Esta pelirroja chismosa, irritante y exagerada no iba a dejarme en paz hasta que no le contara lo que sea que había pasado hace rato en la clase así que la tomé de su brazo y la llevé hasta mi casillero para irme a cambiar de ropa, para mi "suerte" en la clase pasada de deportes dejé mi uniforme deportivo en mi casillero, aunque ya no andaría con ropa mojada ahora andaría con ropa que olía mal, así que no es tanta suerte que digamos. Saqué la ropa y nos dirigimos al baño de chicas. Un poco del perfume de Laura, solo esperaba que su olor no empeorara.

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