Capítulo 1

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El sol empieza a salir, puedo observar desde mi ventana como los rayos de la gran estrella radiante comienzan a atravesar aquel cristal, iluminando mi pequeña habitación y dando a conocer que un nuevo día llegó.

No es habitual en mí despertar temprano, y mucho menos estar listo para ir a la universidad, pero es el último día de clases, las vacaciones están a tan solo seis horas. Seis horas que me separan a mí y al resto de mis amigos de un increíble verano, después de seis meses de intensos estudios, de tareas pesadas y sobre todo, de aquellos exámenes que cada vez hacían que mi cerebro sufriera. Ya no más.

Bajo las escaleras para llegar a la cocina, mi madre se encuentra despierta, preparando el desayuno, ella siempre suele despertar temprano, no hace nada, solo se sienta en el sofá y comienza a tararear una canción, siempre es diferente cada día, y esto lo sé debido a que lo mismo hace antes de irse a dormir, se sienta en el mismo sofá viendo a la nada mientras tararea la canción que corresponde al día. He llegado a pensar que mi madre necesita ayuda, su actitud a veces no es normal, pero no es algo de lo que me deba preocupar, posiblemente la edad la esté atacando.

- ¿Me prestarás el auto para ir a la universidad? -pregunto, con un tono dudoso, mi madre podrá estar loca, pero aun así es demasiado cuidadosa y sabe que puedo llegar a ser un verdadero desastre con mis manos en un volante.

- No creo que sea buena idea, Noah, no después de haber destruido el jardín de la señora Hills -a esto me refería cuando dije que mi madre es cuidadosa, y es que hace un par de semanas, me llevé el auto para ir a una fiesta, estaba completamente de que no iba a ingerir alguna bebida alcohólica, pero al parecer mi palabra no tuvo tanto valor y terminé muy ebrio. No recuerdo absolutamente nada de aquella noche, lo único que sí, es que a la mañana siguiente desperté en el auto, en medio del jardín de la señora Hills con todos los vecinos observándome, como si hubiera cometido un asesinato, todos tenían esa cara con expresión de asombro, la única persona que no tenía esa expresión era mi madre, ella estaba furiosa. La señora Hills no levantó cargos, pero si tuve un castigo, los días siguientes, después de la escuela, debía de llegar a la casa de los Hills para remover todos los daños y ayudar a plantar nuevamente las flores que tenían, era un total fastidio.

- Está bien, me iré caminando -mi tono de voz fue algo dramático, intentaba convencerla de que me lo prestara, pero no fue así. Tomé mi mochila y me dirigí a la puerta, giré la perilla y salí con una sonrisa de mi hogar, este acontecimiento no puede arruinarme la felicidad que tenía hace apenas unas horas.

Una vez fuera de mi hogar, decido caminar en lugar de tomar el autobús, esto porque aún falta un poco más de una hora para que comiencen las clases y no vivo tan lejos de la universidad. A pesar de que es algo relativamente temprano, la ciudad está muy vacía, cosa que no es normal. Pitswood es un pueblo muy pequeño, pero a pesar de eso, siempre hay gente en sus calles, sea la hora que sea, es por eso que lo hace un lugar nada solitario. He vivido toda mi vida aquí, cada vez que mi familia quiere mudarse o viajar, pasa algún imprevisto que nos lo evita como si el pueblo quisiera que nos quedáramos aquí hasta el día de nuestra muerte.

Llevo varios minutos caminando, al parecer la gente del Pitswood desapareció y solo quedo yo, pero vaya sorpresa, escucho como alguien hace sonar la alarma de su auto, posiblemente solo quedemos él y yo, pero como si fuera coincidencia, comienzo a escuchar demasiado ruido: carros circulando por las vías, alarmas de autos, gente gritando, entre otros ruidos más. Pitswood comienza a volver a la vida.

Al llegar a la escuela, noto que mis amigos ya me están esperando, apenas llego y los cuatro se acercan apresuradamente a mí, no puedo no dejar de pensar que estás vacaciones serán la última vez que los vea, después de tantos años de estar juntos, después de tantas cosas que hicimos, llego el fin, cada uno ira a diferentes lugares para hacer su vida, el contacto seguirá, pero no será lo mismo, a lo mucho nos reuniríamos una vez por año, y eso si es que nuestros horarios coinciden. Esta es la parte dura de crecer, dejar atrás a los amigos con los que creciste.

-Noah, ¿a qué se debe esa expresión de angustia? -pregunta Abraham, él más que nadie me conoce, podría decirse que prácticamente hemos estado siempre juntos. Nuestras madres son muy amigas, al igual que nuestros padres y para no romper esa tradición, Abraham y yo somos muy unidos, conoce todo de mí, al igual que yo de él, siempre me ha apoyado, tanto en las buenas como en las malas, es muy raro que se le vea triste, es una persona muy fuerte de carácter. Su pregunta me tomó por sorpresa, pensé que nadie me observaba, pero que decir, me angustia la idea de que después de las vacaciones, tendríamos que decir adiós.

-No es nada, solo no dormí bien y el cuello me duele -Abraham puso una expresión dudosa, sabía que mentía, pero me daba igual, sabía que si no le quería decir lo que tenía no era nada grave.

-Pero quita esa cara, es el último día de clases, de ahora en adelante nos convertiremos en adultos -dijo Sarah con un tono alegre. Sarah es una chica bastante linda, salimos como pareja un par de veces, pero confundimos la amistad con el amor y claramente no funcionó. Es el alma del grupo, siempre con una sonrisa o con un comentario alentándonos, es increíble, es maravillosa.

-Vale, por cierto, ¿ya tienen todo listo? -pregunté, conozco a mis amigos, y sé que todo lo dejan para la última hora.

-Aún me falta revisar el auto, pero eso no me llevará nada de tiempo -contestó Tyler, el encargado de transportarnos y que lleguemos bien a nuestro destino. Confiamos en Tyler, es la persona más cuidadosa, más perfeccionista, siempre busca que todo salga bien, así que no hay de qué preocuparse.

-Más te vale revisar todo más de cinco veces, no quisiera morir cuando apenas he terminado la escuela -dijo en tono burlón Maggie, la chica más sarcástica que conozco, todo se lo toma como si fuera un juego, pero a pesar de eso, tienes sus momentos series, nos ha sacado de varios apuros usando su inteligencia, que son muy pocas las veces en las que ella se pone a pensar, pero cuando lo hace nos demuestra que su apariencia engaña.

-Claro que lo haré, no los expondré a tener un accidente -le respondió Tyler.

-Quieren dejar de hablar de accidentes, no quiero estresarme desde ahorita -interrumpí-, deberíamos de apresurarnos para ir a clases, aunque sea el último día, tenemos que entrar.

Al parecer todos estaban de acuerdo, era el último día, era la última oportunidad de hacer la broma de la generación, la última oportunidad de declarártele al amor de tu vida, la última oportunidad de perdonar, la última oportunidad de decir adiós.

Los cinco entramos al mismo tiempo al salón. Los cinco comenzamos juntos, y terminamos juntos.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2017 ⏰

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