FireProof |TeenWolf|

•prólogo•

Mi corazón estaba por salirse de mi pecho, la piel me quemaba y sentía como si pronto fuese a derretirme. Me retorcía en medio de lo que parecía pasto, pero se sentía como si fuera carbón en llamas. No podía abrir mis ojos, estaba atrapada en mi propio cuerpo; cuando logré hacerlo no pude creer lo que vi.

De seguro eran más de las dos de la madrugada, y claramente estaba en medio del bosque, justo al lado de un viejo y seco árbol que ya me era familiar, el Nemeton. Me levanté confundida y observé el suelo bajo mis pies: cenizas. Sentí un líquido deslizarse de mi nariz hasta mis labios, y con su sabor metálico pude darme cuenta de que se trataba de sangre, pero no era de un color normal, esta era negra.

No me explicaba como había llegado a ese lugar, el último recuerdo que tenía era haberme despedido de Scott justo antes de saltar desde su ventana hasta la mía. Mi ropa estaba intacta, lo que me hizo darme cuenta de que aún tenía mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón, no tardé ni tres segundos en llamar a Scott, quien contestó al quinto tono.

—¿Gia?—preguntó en medio de un bostezo algo preocupado.

—¡Scott!—suspiré aliviada, mis manos temblaban y mi voz estaba quebradiza—. Scott tienes que ayudarme.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estás?—habló, pude imaginarlo observando mi ventana.

—No me vas a creer esto—tragué grueso—. Estoy en medio del bosque.

—Gia son más de las dos de la mañana—se quejó él—. No estoy para bromas.

—No es una broma, McCall—observé mis manos sucias y llenas de polvo—. Tienes que venir al Nemeton. Stiles y tú tienen que ayudarme a resolver algo.

La llamada finalizó y en ese momento supe que los chicos no tardarían en llegar. Necesitaba respuestas, una chica común no despierta junto a un árbol milenario y sobrenatural, en medio de una montaña de cenizas y con sangre negra en su nariz. Algo estaba mal conmigo, y yo tenía que descubrirlo.

No se puede volver atrás...