paranoia.

¿Cómo llegue aquí? Busco algunos recuerdos en mi mente que me ayuden a saber que hago en este lugar. Algunos recuerdos aparecen.

El primero de ellos fue hace unas semanas. Era lunes por la mañana, como hacia de vez en cuando, me encontraba lavando mi auto. Como siempre, llevaba una cubeta con agua, una esponja y jabón. Todo iba normal, como un día cualquiera, sin contar algunas de las pesadillas que estaba teniendo últimamente. Tratando de no pensar en la noche anterior y mis horribles pesadillas, comencé a mojar el auto y aplicar un poco de jabón. Al voltear mi mirada hacia la cubeta, esta no parecía tener agua, sino un líquido rojo, la toqué y noté que era espeso, sangre.

El segundo se veía algo borroso en comparación al otro. La imagen no era muy clara, pero me encontraba preparando la cena, al parecer era pasta. Sentía algo desde el comedor, y al voltear allí se encontraba una sombra mirándome. Sacudí mi cabeza pensando que eso no podía pasar. Al regresar la mirada hacia la comida sentí un escalofrío, como si alguien hubiera pasado corriendo. La sombra me miraba desde el patio.

El tercer recuerdo parecía una de mis pesadillas. El reloj marcaba las tres de la mañana, tenía algo de sed así que decidí bajar a tomar algo. Al bajar, sentí un susurro, "fuiste tú, maldito asesino.". Después de eso, la misma sombra se encontraba detrás de mi, con un cuchillo en la mano.

El cuarto sucedió el día jueves. Me encontraba caminando rumbo a mi casa, era un poco tarde y las calles estaban totalmente oscuras. Estaba a unas cuantas cuadras de mi casa. Apresuraba el paso al sentirme observado. Miraba hacia mis costados y no veía a nadie, pero aún así sentía una mirada que me seguía. En un momento caí al suelo, y la sombra tocaba mi hombro.

El quinto recuerdo parecía ser el viernes pasado. Estaba tomando una ducha, bastante estresado por la situación de las sombras. Dejaba caer el agua sobre mi cuerpo cuando las luces se apagaron. Al mirar al espejo la sombra se encontraba allí, mirándome fijamente. Cerré los ojos asustado, al abrirlos la sombra se encontraba detrás de mi.

El sexto fue el día sábado. Estaba en la sala leyendo el periódico algo molesto, ya que mi equipo de fútbol había perdido la final. Sentí un ruido en el ático, el cual me hizo pegar un pequeño salto. Subí por las escaleras las cuales rechinaban en cada paso que daba. Al entrar, noté que la luz estaba prendida, aunque esta era débil y a penas lograba iluminar el ático. En el centro del ático, bajo el foco de la luz se encontraba una mesa. Me acerqué a ella y vi que sobre ella había sangre. Subí la cabeza y la sombra pasó rápidamente en frente mio. La luz se apagó.

El séptimo y último sucedió el domingo. Estaba totalmente harto de estas alucinaciones. Me encontraba en la habitación de un hospital. Llevaba una bata y al parecer acababa de matar a alguien. La sombra apareció atrás mio. Volteé y la miré a los ojos por primera vez, lo raro era que no tenía ojos, solo habían espacios vacíos.

Ese fue el último recuerdo que tuve. Muchos decían que estaba loco por haberme arrancado los ojos, pero ellos no entendían la verdadera razón, no quería ver más esas sombras.

Traté de recordar quién era la persona a la cual había matado. Tenía un aspecto muy parecido al mío, recordé como le arrancaba los ojos, al igual que los míos. La persona a la cual había matado era a mi mismo. Yo era la sombra, y por desesperación me había arrancado los ojos, pero era imposible, ¿cómo me había matado? Esa sombra era real, yo la vi. ¿O no?