"Capítulo 66"

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Pasaron días, semanas, más bien.

Yo no sentía ninguna nausea y ningún vómito.

Hoy es 6 de abril, hoy es el día del directo. Hace días probé cómo se hacía un directo y más o menos lo controlé.

El día pasó con normalidad, hasta que llegó la hora del directo.

Anto estaba conmigo y no le dije nada sobre las posibilidades de que estuviera embarazada. Prefiero estar segura antes.

Eran las doce menos diez y comencé.

¡Buenas a todos y a todas! Vamos calentando motores. El directo lo comenzaré a las doce. Podéis escribirme en Twitter con el #LauriDirecto. Me podéis hacer preguntas, retos, lo que queráis. Anto va a estar aquí sentado sin hacer nada, vago como siempre.

—Me muevo más que tú —rió.

—Eso donde lo dice.

—Entreno durante horas y juego partidos, ¿eso no es suficiente?

Me quedé callada.

—Ahí ganaste —sonreí besándole la mejilla.

Me acarició la mejilla y me besó cortamente.

—¿Con quién hablas? —pregunté.

—Con mi hermano.

—Hablando de hermano —me acerqué a su oído—. Vas a ser tío. Mi hermana está embarazada.

—¿Cómo? Sólo tiene 17 años.

—Ya, pero bueno. Le dije que tenía mi apoyo. Se lo dije a mi madre y también dijo que lo apoyaba.

Volví al directo.

Chicos, estaré hasta las tres y media de la mañana, hora española. Lo voy a tuitear.

Y como dije estuve hasta las tres y media.

Espero que os haya gustado este directo. Haré uno más tranquilo, ya que le pillé el truco a esto, así que nada. Recordar que siempre os llevo en mi corazón, y hasta próximos vídeos.

Terminé el directo y miré a Anto.

Se había dormido a mitad del directo, y no le quería despertar.

Apagué todo, menos la linterna de mi móvil y le moví lentamente.

—Anto, vamos a dormir —bostecé.

—Quédate aquí —murmuró mirándome.

—No, vamos a la cama. Estaremos más cómodos.

Sonrió y fuimos a la cama.

Allí me dormí tranquilamente.

*****

Me moví lentamente y le noté. ¿No tenía entrenamiento?

Miré la hora, y eran las nueve.

—Amour, el entreno —le moví lentamente mientras que me levantaba—. ¡Tienes que ir a entrenar!

Abrió sus ojos y le enseñé la hora.

Se levantó rápidamente y se vistió.

—Voy al baño y me voy —dijo besando mi mejilla.

Reí y me fui a abrirle la puerta.

Salió del baño y me besó cortamente.

—Ten un buen entreno, puede que vaya ahora.

¿No quieres o no puedes?   ➡ Antoine Griezmann ⬅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora